Mi dulce corazón romance Capítulo 85

Cordelia no habló, pero sonrió con el té con leche.

Aurelio se quejó un poco, pero mirando su sonrisa, no pudo decir nada más y sonrió seguido de ella.

—¡Cuéntame! ¿Ya lo tienes planeado?

Cordelia asintió.

Aunque la aparición de Aurelio fue un accidente, no difería de su plan original.

Ella también pensó lo mismo, competir de nuevo con Briana.

Siendo él el anfitrión, esta competición sería más justo.

Aurelio pareció haber pensado lo mismo, sonrió suavemente y dijo:

—Creo que he hecho algo de sobra.

Cordelia negó con la cabeza rápidamente.

—No, genial que hayas venido.

No le dijo que ya había pensado en un plan antes, pero realmente estaba un poco insegura.

La familia Pozo... Ya no podía creerlo.

Fue Camilo quien la había condenado personalmente hacía cinco años.

¿Quién sabría si en otra competencia después de cinco años, sin una evaluación justa, conseguiría la verdadera justicia?

Menos mal que él vino.

Parecía que de repente alguien la apoyaba, ¡e incluso su espalda se enderezó un poco!

Chantal salió del hotel y sonrió diciendo:

—Hola, ¿he visto algo que no debería? Cordelia, ¿no me lo vas a presentar?

Cordelia sonrió, trayendo a Chantal para presentarle a Aurelio.

—Es mi mejor amiga, Chantal.

—Chantal, Aurelio es mi...

Hizo una pausa, se sonrojó desde las raíces de las orejas y finalmente susurró,

—Es mi marido.

Los ojos de Chantal se agrandaron por la sorpresa.

—¿Qué? ¿Te has casado…?

Cordelia tapó su boca rápidamente.

—¡Silencio! ¡Tranquila!

Ella explicó en voz baja:

—Es un matrimonio secreto.

Chantal asintió claramente.

Después de que Cordelia soltó su mano, miró a Aurelio y a Cordelia, luego les levantó el pulgar.

—Me habéis sorprendido que en tan poco tiempo... Bueno, os admiro.

Cordelia sonrió avergonzada.

Aurelio estaba muy descontento con la actitud encubierta de Cordelia, como si él fuera impresentable. Así que no habló, para expresar su descontento con el silencio.

Chantal preguntó:

—Cordelia, después de cinco años, ¿cuánto recuerdas sobre esa obra? Si no lo puedes reproducir mañana, sería muy gracioso.

Cordelia sonrió, sacó un diseño colorido dibujado a mano de su bolso y dijo:

—Ya estaba preparada, esto lo pinté a mano de memoria, es exactamente igual a la obra de hace cinco años. Tenía miedo de olvidarlo, así que lo pinté yo misma y mañana solo necesito pintarlo de nuevo.

Chantal asintió aliviada al ver esto.

—Genial. Pues me vuelvo primero y te busco mañana.

Cordelia asintió con la cabeza.

—Vale.

Justo cuando Chantal se iba, una sombra negra pasó en la oscuridad y se sumergió en la noche.

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