Capítulo385
Después de escuchar de Tomás que Ada había dejado la pasarela antes de tiempo, Clara,
acompañada por Aarón, se apresuró hasta el estacionamiento subterráneo.
En este momento, Ada ya estaba sentada en el coche con una expresión muy desfavorable en su
rostro.
En el instante en que la puerta del coche se cerraba lentamente, una mano blanca y delicada agarró con firmeza el borde de la puerta y la abrió con determinación.
-Señora Gutiérrez entiendo que al ver la tendencia en las redes sociales se siente enojada. Yo
también estoy muy molesta ya que las fotos fueron filtradas sin que nosotros lo supiéramos.
Dijo Clara, quien llego corriendo y se encontraba agotada, con su frente cubierta de sudor.
Ada miró a Clara con una sonrisa que no era del todo genuina. Había estado actuando durante casi
treinta años, controlaba sus expresiones y emociones con destreza.
No estaba enojada, simplemente dijo con calma: -Señorita Pérez, tenemos un contrato, así que sé
que es posible que no estuvieran al tanto de esto.
Creo que usted, señorita Pérez, es una persona de principios, de lo contrario, no habría obtenido el
favor del Señor Ortiz.
Aarón escuchó esas palabras y sus ojos se iluminaron, pensando que había espacio para una
reconciliación.
Sin embargo, en el siguiente instante, las palabras de Ada extinguieron la esperanza que acababa
de encender en él.
-No obstante, no podemos ignorar los problemas de seguridad en KS World. Como gerente general,
tampoco puedes eludir su responsabilidad.
Lo que se filtró esta vez fue la disposición del lugar de la boda, pero la próxima vez podría ser la información de los clientes. KS World tiene deficiencias en su gestión que no pueden ser
ignoradas, lo que llevó a todo lo que ha ocurrido hoy. ¿No es así, señorita Pérez?
¡Dios mío! ¡Esta mujer realmente cambia de opinión en un abrir y cerrar de ojos!
La cara de Aarón estaba roja de frustración, realmente quería defender a la srta. Pérez.
Podía soportar palabras hirientes e incluso una paliza, no importaba cuán desagradables eran, pero no soportaría que alguien cuestione o critique a la srta. Pérez. No podía soportar ver a la niña a la que había visto crecer siendo tratada injustamente.
Clara levantó la mano para detener a Aarón, suspiró y reconoció francamente su error.
-Lamento mucho, señora Gutiérrez. En este asunto es cierto que nuestra gestión fue deficiente,
permitiendo que personas malintencionadas se infiltraran y expusieran la disposición del lugar de
la boda. En este sentido, como gerente del hotel, asumo la responsabilidad por esta falla.
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