Capítulo489
Clara sintió el calor ardiente de la mano de Alejandro. una sucesión de oleadas abrasadoras
recorriendo su piel.
¡Estás loco desquiciado! ¿Qué está haciendo? ¡Aparta tus sucias manos!
Sintiendo su intento de liberarse, Alejandro apretó sus dedos alrededor de su hombro, su fuerza
era tal que parecía estar conectado a ella.
Al ver a esta expareja tan cercana en este momento, todos quedaron sorprendidos. Solo Fernando
mostró una sonrisa de alegría y satisfacción. El humor que antes estaba contenido floreció
instantáneamente y, ¡no podía dejar de sonreír ampliamente!
¡Ah, ah, ah!
¿Acaso Irene y Alejandro se están reconciliando? se preguntaban algunos.
Sin embargo, la expresión de Irene parece un poco reacia.
¡Ay, no importa si él está siendo insistente o dominante, finalmente su nieto ha abierto los ojos!
Cualquier mejoría en su relación es una buena noticia, ¡vale la pena celebrar con fuegos
artificiales!
Finalmente, Clara no pudo soportarlo más. Mientras todos estaban distraídos, levantó lentamente
su pie y lo apoyó con fuerza
-¡Uh! -Alejandro frunció ligeramente el ceño y emitió un leve gruñido, apenas audible.
Solo ella pudo escucharlo.
Clara curvó sus labios en una sonrisa malévola mientras su tacón alto, que estaba sobre la punta
de los elegantes zapatos de Alejandro, lo aplastó con fuerza.
¡Huff! Se sintió aliviada.
Sin embargo, Alejandro sintió un dolor agudo que casi hizo que su alma saliera volando.
Alejandro apretó los dientes con fuerza, volvió la mirada poco a poco y observó a la mujer en sus brazos con un rostro lleno de satisfacción.
Inconscientemente, su ceño fruncido y apretado se relajó lentamente.
¿Burlarse de él la hace tan feliz?
Bueno, no le importa, la dejará darle otro pisotón.
-¡Abuelo! ¿De veras soy inocente!
Intervino Leona al ver que la situación empeoraba de esta manera, Leona se dio cuenta de que
Clara la estaba acusando a ella frente a su abuelo. Rápidamente buscó el apoyo de Hugo para
limpiar su nombre: -Si realmente fuera culpable, incluso ni el gran abogado Soler podría
absolverme de los cargos.
¡La policía no es estúpida! ¿Acaso una persona verdaderamente culpable no dejaría evidencias? ¡
Desde el principio hasta el final… todo es culpa de esa malvada, la zorra de Clara, que me
incriminó!
-Señor Hernández, la policía sigue un proceso riguroso al manejar casos
Hugo intervino en defensa de Leona: -Soy el abogado de la Srta. Leona, y lo máximo que puedo hacer es asegurar los intereses legales de mi cliente. No tengo el poder de convertir lo malo en

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