Capítulo538
Justo cuando Clara entró en la sala, Aarón recibió una llamada de Arturo.
-Señora Isabel
-¡Aarón! como asistente de Clara, ¿por qué no nos informaste del paradero de Clara en primer
lugar?
Arturo pregunto: -¿Por qué Clara y tú están en el Segundo Hospital de la Ciudad de México en este
momento? ¿Ha ido a buscar a Alejandro?
La voz calmada de Aarón llegó inmediatamente después: -Tranquilo, Arturo.
De hecho, el carácter de Arturo es bastante suave, pero cuanto se habla de Clara el asunto se torna
explosivo. Aarón se sorprendió enormemente y parpadeó: -Arturo, ¿cómo lo sabías?
Para venir a ver a Alejandro, ¡la señorita había mantenido todo en secreto!
-Posicionamiento por satélite.
Aarón suspiró con impotencia: -Arturo estás a punto de utilizar el mismo conjunto para detener a
los criminales más buscados, ¿todavía no puede encontrar una gran persona viva?
Aarón: –
-Arturo, no te preocupes, con la característica de Clara, no se volverá obedientemente, aunque la
golpees y la regañes.
Aarón era bastante abierto, y dijo con suavidad: -Es adulta, déjala en paz.
-Desplegaré inmediatamente un grupo de guardias para que vayan y rodeen el hospital, que
custodien en cada puerta de la sala. Aarón, esta noche, será difícil para usted debe estar
observando atentamente, una vez que Alejandro esa bestia le haga algo a Clara, tienes que decirme
de inmediato. Sí¡Señora Isabel! -Aarón sintió la presión de un joven coronel y estuvo a punto de
ponerse en postura militar.
Arturo se enardeció de ira, su voz surgía con una persistente intimidación: -¡Si Alejandro, se
atreve a tocar un solo dedo de Clara, lo haré salir de ese hospital!
Clara lo acompaña, Alejandro está feliz y toma la medicina.
La cena en el hospital era sencilla e insipida, y no había mucha comida especialmente nutritiva.
Pero como Ciara estaba a su lado, Alejandro comía mucho, con la única sensación de que aquella
tosca ración de arroz era lo mejor que había comido en todos estos años.
Al ver que el hombre engullia la comida como si no hubiera comido, Clara también tenía hambre,
asi que también pidió algo para comer.
El resultado fue que le costò tragarla, pero siguiendo el principio de no desperdiciar, también se la
acabó.
-Deberias comer más cosas nutritivas, como vitamina, verdura, sopa de pollo y etc. Dijo
despreocupadamente.
-Bien, ¿puedes preparármela? -Alejandro la miró con expectación.
-Te la he preparado anteriormente, pero nunca te interesó.
Clara hizo una mueca de desprecio, apartó la bandeja, recogió su pijama y champú y se dirigió al
baño: -Los platos de Alba también son buenos, deja que te los prepare.
Con un estruendo, la puerta del baño se cerró.
Alejandro se sobresaltó al oír esto, su garganta estaba como bloqueada, sus ojos, su corazón, el
fondo de su lengua, todo estaba inundado de amargura.
Resultaba que empezar de la nada e intentar recuperar todo lo perdido era tan, tan duro.
Clara en el baño, se había colocado una pijama de seda rosa, sin maquillaje, sigue siendo hermosa con su piel transparente y suave, la descarga de la armadura con su maquillaje exquisito prepotente, cambió en sus rasgos e incluso presentó una especie de inocencia del estado de los
jóvenes.
No como de veinticuatro años, claramente sólo dieciocho.
Alejandro con sus labios finos fruncidos, y su corazón siempre imperturbable, latiendo por ella.
-¿Qué mira? Sin maquillaje, ¿no me has visto antes? Clara tomó una botella de spray en la cara,
sólo para sentir que el lugar es muy seco.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi Ex-esposa Misteriosa Es Multimillonaria