Capítulo716
Después de enamorarse de Clara, Alejandro comprendió una sola cosa.
Clara, aunque siempre tenía un aspecto sombrío y parecía bastante feroz, en realidad tenia un
corazón amable y sincero.
Ya no tenía mucho para atraerla, solo podía aferrarse a ella y seguir siendo insistente. Antes, era ella quien estaba a su lado, luchando contra el tiempo para pasar momentos a solas con él. Ahora le tocaría a él sufrir esa misma angustia.
Al final, Clara no pudo salir de la habitación y, resignada, decidió quedarse.
-No malinterpretes las cosas. Me quedo no por tu insistencia, sino porque le prometí a mi abuelo y a Noa-declaró Clara, sentándose en el borde de la cama.
Alejandro, con sus ojos oscuros, atrapó su suave mano y dijo: Clara, esta noche duerme aquí junto
a mi.
-El sofá es cómodo, puedo dormir en él-respondió Clara, intentando retirar su mano sin éxito.
-Podemos dormir juntos en la cama-murmuró Alejandro con una voz suave y persuasiva, como si
la estuviera consolando.
-Alejandro, no te pases, no insistas no lo haré -Clara estaba realmente furiosa.
-No te preocupes, Clara. No te forzaré a nada. Aunque realmente deseo dormir contigo-añadió
Alejandro, dejando que su ardiente deseo se filtrara en sus palabras.
-¡Hueles horrible! ¡No te acerques a mí! -exclamó Clara, retrocediendo y pellizcándose la nariz con desagrado. -No quiero dormir en la misma habitación contigo. Podría desmayarme por el
hedor a medianoche.
-¿Huelo mal? No está tan mal-bromeó Alejandro, levantando su propia camisa y oliendo su ropa.
-Cuando estaba en el ejército, en el campamento las condiciones eran muy terribles. Pasaba
semanas sin bañarme, y entonces sí que olía peor que esto. Después de regresar a Hernández, me
costó un poco acostumbrarme de nuevo a bañarme todos los días; era bastante difícil
acostumbrarme en ese tiempo.
Clara parpadeó ligeramente.

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