MI JEFE EL INOCENTE romance Capítulo 6

Todo el camino al trabajo fueron risas y risas, llegaron al estacionamiento, dejaron el auto en su lugar y se subieron al ascensor, cuando se abrieron las puertas y vieron a Mateo comenzó la algarabía en la oficina, lo querían todos, era bien llevado con todos

—¡Buenos días mis amores bellos!

—Buenos días joven Mateo

—¿Cómo a estado joven Mateo?

—¡Que guapo señor Mateo!

—Gracias amores ustedes siempre ¡amables y lindos conmigo!

Hadrien se quedo parado mientras su primo entraba a la oficina

—Bien ya que se fue la distracción, ¡Buenos días gente Collins!

—Buenos días jefe

—Buenos días señor Hadrien

Los saludos fueron hasta llegar a su oficina, que fue recibido con un abrazo de Laurita

—Buenos días, ¡mi jefe guapetón!

—Buenos días, ¡Laurita bella!

—¡Jefe guapetón !, vaya pues, con razón es engreído éste primo mio

—Para Laurita soy ¡su jefe guapetón !, ¿verdad linda?

—Siempre será mi ¡jefe guapetón! y usted, mi ¡joven coquetón!

Hadrien al escucharla se carcajeo y salio de la oficina riéndose

—Jajajaja, escuchen, jajajaja, Laurita le dijo a Mateo que es su ¡joven coquetón !, jajajaja

Todos se rieron no por burlarse de cariño, Mateo salio y dijo

—Bah, primo , ¡La envidia te mata !, ustedes me quieren ¿cierto?

—Siiiii — gritaron al unisono todos los empleados de ese piso

—¡Para que veas primo !, jump — dijo dándose media vuelta y entrando de nuevo a la oficina

Hadrien riéndose volvió a entrar y abrazo a Laurita

—Te quiero mucho Laurita, siempre pendiente de mi

—Claro que si ... «mi jefe guapetón»

Hadrien sonreía siempre cuando escuchaba decirle eso, le informo de las citas que tenia y compromisos previos, entonces Mateo dijo

—Voy a llamar al guapo del auto —se sentó en el sillón para los clientes y llamo al guapo del auto

—Holaaa, soy el beso volado, me diste tu numero y ¡quise llamarte de una vez!

Le contestaron y Mateo se reia, se sonrojo y Hadrien miro a su asistente haciendo una mueca, termino de hablar

—Bien, ¡en una hora estoy por allá !, me tienes vino amorcito, adiós

Al dejar el celular tenia a dos mirándolo con curiosidad, Hadrien dijo

—¿Qué paso ?, ¿Qué dijo ?, dime me tienes con los pelos de punta

Mateo primero se paseo por toda la oficina tarareando una canción, mirando a su primo inquieto que lo observaba curioso por saber

—Se llama Joel Marriguer y nos citamos para vernos en una hora, me dijo que si yo quería me haría el amor todo fuerte y dominante, mmmm y eso ¡a mi me gusta! ofrezco todo coqueto Mateo

—Mateo, pero que .... ¡eso no queríamos saber! , ya es demasiada información, pero espera deja averiguar en internet sobre esas ferreterías, a veeer, ah ya la encontré aquí dice que son 25 a nivel país y ¡aquí esta el tipo del auto si es Joel Marriguer !, bien primo pues ojala te lo ligues pero para siempre, ¡para casarte digo!

—Hadrien, ¡yo hago lo que quiero !, si es solo revolcones lo hago, me gusta, si después quiere ser mi pareja pues bien, ¡pero no lo voy a presionar!

—Esta bien Mateo, ¡sabes lo que haces !, decía solo porque te quiero y no quiero que sufras.

Mientras los padres de Hadrien, estaban en el estacionamiento de su empresa, se miraron románticos, se besaron y se escucho una voz burlona

—¡Que bonito !, ¡sexo en la ciudad !, ajajajaja

Miraron hacia donde se escucho la voz y era a quién menos querían ver y oír Jacob Harper

—¡Algún día me lo vas a pagar Collins! y ¡donde más te duela! —Lo dijo viéndolo con odio, se subió en el auto y se fue haciendo rechinar las llantas de su auto

Los demás volvieron a sus puestos y Mariam abrazo a su esposo preocupada por lo que pasó

—¿Estas bien amor ?, ¡me dio miedo !, estaba furioso y esa amenaza, ¡no me gusto nada!

—¡Si amor estoy bien !, pero ¿porqué enojarse tanto ?, no es mi culpa tener talento para los negocios igual es nuestro hijo, sino fuera por los guardias ¡nos agrede!

Mariam lo abrazo recostándolo en la puerta del auto y lo beso con amor, estaba temblando de miedo y quería calmarse, Joseph sintió su miedo y la apretó más contra su cuerpo, el guardia de turno le encantaba verlos besarse, era una hermosa pareja que se demostraba su amor donde sea, subieron al auto y partieron rumbo a casa, ya no fueron al restaurante que pensaban ir, se puesto nerviosos.

Llegaron a casa les abrieron los portones de su mansión, al llegar ya a la entrada se bajaron, entraron directo a su sala, se sentaron y se quedaron abrazados un momento, sintiendo sus cuerpos unirse en uno solo, se miraron amorosos y volvieron a besarse , se acerco una empleada ofreciendo té y accedieron, tomaron un poco con unas galletas que tenían en la mesita

—Joseph, creo que debemos decirle Hadrien, lo que paso

—Lo voy a llamar ahora mismo, ¡mejor que lo sepa !, por si acaso

Llamo por el celular a su hijo, que se estaba preparando para irse y contesto

—Aló papá, dime

Joseph le contó con lujo de detalles todo lo que paso en el estacionamiento Collins ya su hijo no le gusto nada escuchar eso

—Papá, ¡eso es peligroso !, es una amenaza ya, creo que deberías redoblar la seguridad en el estacionamiento y dentro de la empresa, creo que hasta en casa, ya conocemos a la bestia de Jacob Harper, es capaz de cualquier cosa por hacer cumplir su voluntad

—Esta bien hijo, voy a llamar para que mañana estén mas guardias en el estacionamiento y todo lo demás, ¡tu mamá quiere decirte algo! —le dio el celular a Mariam

—Hijo, tú también cuídate por favor, me dio miedo verlo estaba enfurecido, sino fuera por los guardias ¡nos agrede!

—Si mamá, ¡me voy a cuidar !, gracias, no te preocupes, haré lo mismo con la seguridad aquí

—Bien hijo me despido con un beso

—Bueno hijo voy a hablar con todos para mañana, adiós

—Adios papá— cerro la llamada y se quedo pensativo.

Cada día más crecía el odio de Jacob Harper con la familia Collins, un odio sin razón, un odio que haría tener sentimientos de venganza y había puesto su mira en el único hijo del patriarca Collins

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