Mi Juez Pervertido romance Capítulo 24

Dominique

Si alguien me dice que hay otra manera deliciosa de despertarse, que me lo diga porque lo voy a querer.

— ¡Ay, mierda! Gimo cuando siento su lengua deslizarse por mi coño.

— ¡Mira la picardía! Nicholas gruñe y golpea mi trasero y yo gimo de nuevo y termino gritando,

“¡Oh, mierda, esto es demasiado bueno! Bromeo con él otra vez y esta vez se ríe y golpea la otra mejilla.

"Pequeña prostituta, ¿tendré que golpearte en la boca por tus palabras?" me advierte y sonrío sabiendo que pronto obtendría lo que tanto deseaba, su polla en mi boca.

Ya se me hacía agua la boca con ganas de volver a saborearlo en mi boca. Creo que nunca me cansaría de chuparte la polla. Mis pensamientos se nublan cuando él desliza su lengua de un lado a otro y yo gimo y mi excitación gotea dentro de ella.

Mi coño goteaba lujuria, mi clítoris estaba loco por convertirse en un cangrejo. Y la forma en que estaba con mi trasero hacia arriba y mi cuerpo inclinado hacia abajo. Deslizo mi mano por mi cuerpo y paso mis dedos a través de él y gimo.

"Travieso..." declara y deja de follarme con la lengua, al menos se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

“Le duele…” me quejo cuando Nicholas quita mis dedos de él.

"Soy el único que te relevará…" declara y deja caer su boca con más gusto y grita de nuevo.

De esa manera terminaría ronca al final del día. Sonrío sabiendo que iba a perder mi voz por una buena causa, la causa más candente que estaba teniendo.

No sé cuánto tiempo estuvo Nicholas lamiéndome y chupando mi entrepierna. Estaba sintiendo que le temblaban las piernas, y pronto vendría un poco más entre chupadas y lameduras. Y Nicholas se da cuenta de lo que está a punto de pasar y se detiene y termino gimiendo.

“Nicholas hijo de puta…” El resoplido que se ríe. Me da la vuelta haciéndome acostar y me abre las piernas y se para entre ellas. Como es alto, su polla golpea mi coño haciéndome gemir de nuevo.

- ¿Qué pasó, amor? ¿Hay algún problema?”, pregunta el hijo de puta, haciéndose pasar por inocente.

"Fóllame..." le pido que se ría.

"Todavía no…" responde y acerca su rostro al mío y gira mi cuello y el hijo de puta va a mi punto débil que son mis oídos y los muerde haciéndome gritar. — Veo, querida, que eres muy sensible, ¿no?

“Nicholas me folla…” ordeno y él solo me da una sonrisa sucia como si no me importara mi orden.

“Zorra todavía no…” Y me muerde de nuevo y se desliza por mi cara y encuentra mi boca y la besa hasta que los dos estamos sin aliento.

“Nicholas… ¿quieres que te lo suplique?” Pregunto sin aliento cuando dejamos de besarnos.

— ¡Quiero, que ruegues! Se burla de mí y pone los ojos en blanco.

“Nicholas me folla…” Pregunto gentilmente.

“Aún no me has convencido…” tararea y vuelve a poner los ojos en blanco.

"Nicholas fóllame..." pregunto ahora con un poco de paciencia.

"Todavía no…" bromea y el impulso que tenía de atacar, algo en su cabeza era demasiado grande. Y escucho reír suavemente y es entonces cuando mi voluntad crece aún más. Dios, este hombre va a ser mi perdición.

“Su Señoría, juez Nicholas Ruiz, ¿podría clavar su mazo en mi coño? Grito de frustración ya la vez gimo cuando los siento deslizar sus lenguas entre mis pezones y jugar con ellos como si no tuvieran prisa por terminar.

¿Y qué hace Nicholas después de que deja de chuparme los senos? Empieza a reírse y pongo los ojos en blanco de nuevo.

- ¿Algún problema? - cuestiono cuando ahora se desliza hacia mi vientre y empieza a lamerlo en círculos hasta llegar al ombligo.

"¡No amor, solo me gustaba saber que quieres que te golpee!" - Bromea y vuelve a hacer lo que estaba haciendo hasta que me responde lo que le había preguntado.

"Sí, Su Señoría, ¿qué quiere que le diga?" ¿Fóllame con tu hermosa polla? - le respondo dibujando y él sonríe aún más.

"¿Sabías que esa hermosa boca necesita una paliza?", bromea y yo pongo los ojos en blanco y hablo.

"Anda, quiero ver como me vas a callar..." pregunto y lo veo levantarse y me siento en la cama y al verlo me acerco.

Y mirando su rostro allí me estaba mostrando a un hombre con determinación y eso casi me hizo correr no porque sé que en realidad nunca me golpearía. Y sí, porque con él así sabía muy bien que el sexo entre nosotros sería perfecto.

Cuando me encuentro lleva su majestuoso martillo a mi boca donde lo recibo con gran avidez.

"¡Así, cariño, para que te calles!" - bromea y con una mano contra la pared y la otra en mi cabello lo hace inclinar y toma su polla dentro de mi boca y golpea de nuevo con placer haciéndome gemir.

Mis manos vuelven a mi parrilla y empiezo de nuevo a golpear un cangrejo y Nicholas se da cuenta y toma mi polla y con la baba corriendo por su polla y por mi boca declara:

"¡Tu bastardo travieso necesita ser castigado!" - advierte y se agacha y quedamos frente a frente. Se pone de rodillas y regresa para atacar mis labios con gusto.

Nos estamos besando, o mejor dicho, devorándonos y cuando se detiene, Nicholas toma su polla y me obliga a acostarme de nuevo y yo ya estoy feliz imaginando estar lleno de él y lo que Nicholas hace, el hijo de puta, me pega no en en mi cara y sí en mi parrilla y gritar de nuevo, yo estaba muy sensible ahí y él lo sabía.

No sé cuánto duró esta tortura, si fueron segundos o minutos, solo sé que estaba enamorada. Y justo cuando pensaba que me seguiría torturando como lo hace, me folla y grito de placer y alegría. Porque el castigo estaba empezando a ser mucho más bueno.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi Juez Pervertido