Mi mate es una guardiana romance Capítulo 24

EDUARDO

la sigo sin que me vea, esta niña está bien borracha la veo salir me hago paso entre la gente, hasta estar cerca de ella la veo tropezar así que el agarro de la cintura y la jalo hacia mí, ella sonríe.

Ara - hola guapo (no me reconoció)

Eduardo - ¿está bien Araceli no te lastimaste?

Ara - estoy bien gracias a ti, pero como sabes mi nombre

Eduardo - soy Eduardo, vamos te llevo a tu casa

Ara - no gracias me voy sola

Eduardo - no te pregunte

La cargo como saco de papas y la meto a mi carro cierro la puerta, entró al carro lo pongo en marcha hasta llegar a su casa, desde que la subí no dejé hablar.

Eduardo - niña cállate

Ara - no soy una niña, soy una mujer no te has dado cuenta

Eduardo - con esa ropa cualquiera se daría cuenta y no estoy siego

Ara - así que te gusta mi ropa

Eduardo - no, porque te vistes así Araceli, tu no res como esas chicas

Ara - quién lo dice, al parecer hay un Idiota que no le gusta lo que soy, le gusta más las chicas fáciles

Eduardo - no es cierto

llegamos a su casa y la ayudo a bajo del carro.

Ara - déjame yo puedo sola, gracias

Como puede tarta de dar un paso no puedo, así que la ayudó, entramos a la casa cierro la puerta atrás de mi la llevo a su habitación, así que la cuesto, pero ella no me soltó del cuello caí encima de ella.

Nuestros labios quedaron muy cercas ninguno hizo nada, me iba a quitar cuando ella beso mis labios sin más le correspondí, ella da un giro rápido yo quedé sentado en la cama y ella parda, me quito la camisa, separamos nuestros labios.        

Eduardo - Ara....

Ara - sssshhhh

Me volvió a besar para que no hable, pero yo no quiero que sea así su primera vez, así que me separó de ella tantito.

Eduardo - Araceli

Ara – m…

Eduardo - para

Ara - ¿por qué?, ¿No te gusta?

Eduardo - claro que sí, pero no así, mira el estado que estas, es un impulso del alcohol mañana que se te baje la borrachera te vas a repetir y yo no quiero eso para ti, admito que te trate mal pero ahora quiero hacer las cosas bien

Ella solo me mira y no dice nada se separa de mí, se sienta a mi lado y baja la cabeza, con mi mano la tomo de la barbilla y la levanto la cara para que me mire, veo que tiene unas cuantas lágrimas.

Eduardo - ¿porque lloras? (mientras le pregunto le limpio las lágrimas)

Ara - solo quiero sabes una cosa

Eduardo - dime

Ara - porque ahora si quieres hacer las cosas bien, porque no desde el principio cuando nos conocimos

Eduardo - mira esa pregunta de la respondo mañana cuando se te baje lo borracha, podamos hablar más tranquilos

Ara - está bien, te puedo pedir algo

Sin más hago lo que dice me siento y me pongo a desayunar igual el, al terminar meda unas pastillas para el dolor de cabeza, me la tomo.

Ara - me voy a bañar

Eduardo - ¿no necesitas ayuda? (pone su cara de pervertido)

Ara - no gracias

Eduardo - tú te lo pierdes

Voy a mi habitación, me quito las extensiones y entro al baño, después de 10 minutos salgo con mi toalla enrollada en mi cuerpo, al salir del baño veo a Eduardo en mi cama sentado, brinco del susto.

Ara - ¿qué haces aquí en mi habitación?

Eduardo - que no es obvio

Yo abro los ojos como plato por lo que dijo, espero que no piense lo que yo estoy pensando, él se ríe

Ara - de que te ríes

Eduardo - luego dicen quién es el pervertido, me voy a bañar

Se levanta de mi cama y viene hasta donde estoy, separa a un lado mío se acerca a mi oído.

Eduardo - pero si quieres solo dime

Se ríe el muy maldito, se va al baño, yo como una estúpida me quedo parada y rio un poco, sacudo mi cabeza para quitarme esa idea voy hasta mi armario y me pongo, shorts blancos y una blusa.

Salgo de la habitación voy a la sala para esperar a Eduardo, no tarda y sale vestido con otra ropa me pregunto a qué horas fue por ropa, se sienta a mi lado.

Ara - ¿bueno dime que quieres hablar?

No dice nada solo me mira. 

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