Después de una hora de a ver salido del hospital estoy en mi casa, Gabi y Tom me trajeron, pero no reconozco el lugar nada de lo que hay.
Estoy parda viendo algunas fotos que hay en marcadas, donde estoy yo con Tom, otra donde estas dos personas más... Hasta que Tom habla y me saca de mis pensamientos.
Tom - aquí estamos con nuestros padres.
Ara - ¿qué paso con ellos? - le miro
Tom - mamá murió ya hace mucho tiempo y tu papá biológico está vivo, él era la pareja de nuestra madre.
Ara - ¿qué paso con él?
Tom - falleció hace unos días, el día que tu tuviste el accidente
Ara - sabes que hacía antes o si trabajaba
Tom - se todo, pero necesitas descansar hoy, mañana te contaré todo
Yo solo afirmo, dejo la foto y empiezo a caminar por toda la casa para ver si recuerdo algo, pero nada
Es como si mi mente estará en blanco, nada se me hace familiar, después de terminar de dar el pequeño recorrido a la casa, voy a la sal y me siento.
Ara - ¿le dijiste a Eduardo que necesito hablar con él?
Tom - sí, solo se fue a duchar - afirmo
Gabi - amor, le mostraste algunas fotos tuyas con ella y tu familia - el negó
Ara - tienes fotos de nosotros
Tom - sí, pero son algunas resientes y algunas antiguas
Tom saca su celular y me muestra algunas fotos, pero nada, en eso tocan la puerta y Gabi abrió la puerta dejando ver a Eduardo, en su mano trae un enorme ramo de rosas color rojo.
Gabi - hola Eduardo
Eduardo - hola Gabi
Gabi - pasa
Eduardo - gracias - entra camina hasta donde estoy
Tom - Alpha - le hace una reverencia, los miró extraño y ¿por qué le llamo Alpha?, sí que son extraños.
Eduardo - Tom, Araceli te traje este ramo de rosas
Ara - gracias no te hubieras molestado - se la agarro
Gabi - dame Ara la vamos a poner en agua
Ara - gracias
Tom - los dejamos para que hablen a gusto
Yo solo afirmo, el meda un beso en la frente y se levanta del sillón para irse con Gabi.
Eduardo - bien de qué quieres hablar - lo miro por un rato para poder recordar algo de él, pero nada
Ara - ¿necesito que me digas de donde nos conocemos?
Eduardo - bueno es una larga historia
Ara - tengo mucho tiempo para escucharte
Eduardo - ok, es un poco complicado de explicar
Ara - pues empieza por el principio, por ejemplo, tu yo éramos algo
Eduardo - sí, sé que lo que te voy a decir sonara raro
Ara - pues dime, soy toda oídos
Eduardo - nosotros no somos humanos
Ara - ¿qué quieres decir con que no son humanos? Y ¿qué son?
Ara - lo que haya sido te perdono, pero no me vuelvas a buscar por favor has tu vida, que yo haré lo mismo, lo siento mucho por no ser la chica que tú crees que soy, me estás confundiendo con otra chica
Eduardo - no te estoy confirmando y sabes ¿por qué? - yo negué, se acercó a mí me tomo de la cintura y me miró a los ojos.
Ara - ¿qué haces? - no dice nada se fue acercando a mi despacio, hasta llegar a mi oído, pensé que me iba a besar.
Eduardo - mi corazón y mi mente nunca se le va a olvidar la noche que hicimos el amor y te entregaste a mí por primera vez
Al escuchar su voz mi cuerpo se estremeció, así que cerré los ojos por un momento, de repente siento un beso en mi cuello.
Eduardo - sabes también como sé que eres tú - negué con la cabeza - ella tiene una marca en su cuello con mis iniciales E. V.
Se retira de mi cuello para mirar me a los ojos, están algo cristalizados, refleja una gran tristeza.
Ara - lamento mucho lo que estas pasando, como me gustaría recordarte, pero lamentablemente no me acuerdo de ti, es mejor que te olvides de mi
El me suelta y se da la media vuelta para salir de la casa, pero antes de irse me mira por última vez.
Eduardo - nunca te vamos a olvidar mi luna
Cierra la puerta, le iba a preguntar porque dijo " vamos" él y quien más, me siento en el sillón...
Tom - Ara todo está bien
Niego Tom me abraza yo le acepto el abrazo con mucho gusto.
Ara - gracias Tom, pero quiero estar sola por favor - me suelta para mirarme
Tom - ¿segura? - afirmo - okey, nos vemos mañana preciosa
No dijo nada él se levanta del sillón, le habla a Gabi, ella se despide de mí y se van los dos, me vuelvo a sentar un momento.
Pará pensar y procesar todo lo que ha pasado, pero sé que estando aquí y no saber quién soy no me ayuda en nada.
Voy a mi habitación preparo una maleta, con un poco de ropa, pero antes de irme le dejo una carta a Tom.
Al terminar la carta la dejo sobre la cama y salgo de mi casa, camino para tomar un taxi....
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi mate es una guardiana