Mi mate es una guardiana romance Capítulo 47

Termino de saciar mi sed, me limpio la boca y me levanto miró el animal si vida lo único que puedo pensar es en correr lo más rápido para irme de ahí.

No entiendo cómo es que yo hice eso, al salir de mi transe estoy para en el edificio donde rento aún no entiende como llegue rápido.

Así que entro sin que nadie me vea y voy hasta mi apartamento, entre cierro con llave entro al baño para darme una ducha y limpiarme.

Dejó mi ropa en el piso me miró en el espejo, veo mi boca manchada de sangre me la limpio, pero después miro algo en mi cuello tengo dos letras E. V.

Viene a mi memoria lo que me dijo ese chico con muchos tatuajes,

Eduardo - sabes también como sé que eres tú - negué con la cabeza - ella tiene una marca en su cuello con mis iniciales E. V.

Me quedo paralizada al recordar lo que él me dijo, entonces si soy yo, pero porque no puedo recordar nada.

No saben lo que daría por recordar de mi vida pasada, sobre todo lo que soy o quera, es como tener la mente en blanco ver a las personas que dicen conocerte, pero tú no sabes nada de ellos.

Bueno Araceli no le des tantas vueltas a esa cabeza, solo espero recuperar mi memoria entro al baño para darme una ducha y relajarme un poco.

Al terminar salgo del baño con una toalla enrollada en mi cintura, voy a unos de los cajones tomo mi pijama y mi ropa interior, regreso al baño.

Salgo del baño cambiada y me acuesto en la cama para dormir un rato, mañana quiero ir al supermercado para comprar comida.

(......)

Al día siguiente me levanto por la luz del día que entra por la ventana, miro la hora ya que hay un reloj pegado en la pared son las 7, brinco de la cama porque a las 7:30 am entro a la cafetería.

Tomó lo primero que encuentro ya que se me hace tarde para entrar a trabajar, agarro unos leggins negros, un top deportivo, una sudadera rosa y mi tenis blanco.

Al terminar de vestirme, me pongo un poco de maquillaje y me hago una coleta, tomó mi bolsa y salgo del edificio.

Empiezo a caminar rumbo a mi trabajo, no quiero llegar tarde en mi segundo día, después de un rato llego a la cafetería las chicas están afuera esperando.

Ara - hola chicas

Todas - hola

No pasa mucho y llega a Andrés para abrir la puerta y empezar a trabajar.

Andrés - hola chicas

Todas - hola

Andrés me mira y me sonríe yo le regreso el gesto amablemente, abre todas entramos cada quien hace su parte, yo saco las sillas y las limpio.

Pero algo llama mi atención es la empresa enorme que está a unas cuantas cuadras de la cafetería, la miró por unos segundos y vuelvo a lo mío.

Es una sensación rara no sé cómo explicar, creo que ya me estoy volviendo loca.

Mía - hola, ¿eres Araceli verdad?

Ara - sí, y ¿tú?

Mía - soy Mía

Ara - mucho gusto Mía

Mía - el fin de semana las chicas y yo iremos a la disco, me preguntaba si quieres ir con nosotras.

Ara - claro que si

Mía - ok, dame tu dirección y paso por ti

Se lo anotó en un papel y se lo doy, ella la mira por un segundo.

Mía - ok, pasó por ti a las 8

Ara – okey

Regresamos a trabajar para que no nos regañe, la mañana paso algo tranquila es hora de irme a casa temprano, dejo mi mandil.

Tomo mi bolsa para irme, me despido de mis compañeras, pero hay una chica que no le caigo bien y ella a mí.

Ara - nos vemos mañana Andrés

Andrés - ok, te cuidas y nos vemos mañana en la tarde

Ara - gracias, claro que si

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