Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 117

En la oficina del presidente.

Édgar se sentó en una silla, jugando con su teléfono con sus dedos largos, y sus cejas se levantaron sin dejar rastro.

Esa mujer podía considerarse un poco concienzuda, aún estaba preocupada por si había comido o no.

Miró la hora, luego volvió a mirar el teléfono, mirando el número en la pantalla y se tocó la sien con dos dedos delgados, y cuando estaba a punto de marcar, alguien llamó a la puerta.

Édgar dejó el teléfono, tomó la carpeta y el bolígrafo, se puso serio, -Adelante.

La puerta se abrió y al segundo siguiente sonó la voz de Amaya, -Gerente Édgar...

Édgar le echó una mirada fría, dejó el bolígrafo y se enfrió un poco sus sombríos rasgos faciales, -¿Qué estás haciendo?

Amaya explicó sus intenciones y dijo, -Gerente Édgar, lo anterior fue culpa mía, prometo que no lo haré otra vez, si me puedes dar esta oportunidad, definitivamente la aprovecharé bien.

-¿Por qué crees que quiero darte esta oportunidad?

Amaya se mordió el labio, -Yo...

El tono de Édgar era frío, -Dije que no me gusta la gente que juega trucos frente a mí, ¿de verdad crees que no sabía que fuiste a Doria y le pediste que se divorciara de mí?

Amaya en un principio pensó que ese asunto ya había pasado, pero no esperaba que él volviera a mencionarlo, estaba asustada con un sudor en la espalda y tartamudeó un buen rato antes de decir, -Yo también estoy por tu bien. Dicen que el gerente Édgar la odias mucho, por eso yo...

-Basta -la interrumpió Édgar, -Incluso la odio, es mi propio asunto y no tiene nada que ver con otras personas.

Amaya no se rindió, -Pero gerente Édgar. Es cierto que Doria usó un embarazo falso para obligarte a casarte con ella, tengo claro que al gerente Édgar no te gusta que los demás te amenacen y toman decisiones por ti, solo quiero ayudar al gerente Édgar a resolver este problema, si no fuera por la conciencia culpable de Doria que sabía que la posición de la esposa del presidente Édgar se obtuvo por medios indebidos, no habría estado de acuerdo en divorciarse del gerente Édgar solo por mis unas palabras.

Al escuchar esto, el rostro de Édgar se volvió más frío, -Fuera.

-Gerente Édgar…

-No quiero decirlo por segunda vez.

Amaya apretó el labio inferior y se fue con la cara pálida.

El silencio inundó la oficina.

Édgar miró por la ventana con gesto impasible, y de repente se dio cuenta de que la razón por la que Doria solicitó el divorcio no era por Amaya.

Sino que ella tenía esta idea hacía mucho tiempo.

Amaya solo le dio la oportunidad a Doria de hablar con él del divorcio.

En este matrimonio, Doria siempre había desempeñado el papel de una buena esposa.

Pero solo estaba actuando, así que pudo irse sin dudarlo.

Él le dio la oportunidad de volver a casarse con él una y otra vez, pero ella se negó sin pensar.

En resumen, la persona que ella amaba nunca fue él.

Ella simplemente le preguntó casualmente si había comido, y él estuvo aquí esperándola hasta la medianoche.

Édgar tomó el teléfono y se levantó, y llamó a Alex mientras caminaba, -¿Dónde estás?-

***

Doria dijo que solo estaba de paso, por supuesto, el guardia de seguridad no pudo dejarla entrar.

Solo pudo retirarse fuera de la puerta y encontró un banco para sentarse.

Doria llamó a Vicente y quiso pedirle que bajara a recoger la comida, pero desafortunadamente la llamada no se conectó.

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