Sin embargo, Ismael dijo con mala cara, -Acabas de ser dada de alta del hospital, no puedes comer comida picante.
Expuso sin ceremonias sus mentiras.
Las chicas no supieron qué decir en un momento.
Claudia volvió la cabeza y susurró, -Tu hermano debe haber pertenecido a la Agencia de Inteligencia en su vida anterior, no se le puede ocultar nada.
Doria asintió estando de acuerdo, -Yo también lo creo.
Ismael las ignoró y salió directamente después de que se abrió el ascensor.
No estaba enojado porque le estaban ocultando algo, y sabía que Doria tenía miedo de que fuera a buscar a Édgar cuando lo supiera. Con su habilidad actual, realmente no podía hacerle nada.
Pero una cosa tan importante como eso, él no sabía nada sobre ello.
Ni siquiera se atrevía a preguntarle a Doria qué le pasó al bebé que tuvo.
Por lo general, Claudia solía pedir comida al domicilio cuando vivía allí, de manera que no había frutas ni verduras en casa. Ismael miró el refrigerador y luego se volvió para salir.
Después de que se cerró la puerta, Claudia exhaló un suspiro de alivio, sintiendo que había vuelto a la vida de nuevo, -El genio de Ismael es exactamente el mismo que el tuyo, que le da demasiado miedo a la gente.
Doria no sabía qué decir, obviamente se creía muy gentil.
Después de un tiempo, Claudia no pudo evitar preguntar, -Está muy agresivo, ¿no será de que va a buscar a Édgar para discutir?
Doria dijo, -No.
Ella conocía a Ismael, que no era una persona impulsiva e imprudente.
Claudia se palmeó el pecho diciendo, -Menos mal, menos mal.
En poco tiempo, Ismael trajo dos bolsas grandes de frutas y verduras frescas y fue directamente a la cocina.
Claudia peló una naranja y entregó la mitad a Doria. Luego exclamó, -¡Es genial tener un hermano menor! Si tuviera un hermano tan guapo que sabe cuidar a los demás, no buscaría un novio en mi próxima vida. Eh, dime, a Ismael le gustan las chicas mayores o jóvenes que él. ¿Ves si tengo...? ¡Uhhhhhhhh!
Doria metió una pieza de naranja a su boca y sonrió, -Déjalo, tú observaste cómo crecía desde pequeño. ¿Cómo puedes hacer eso?
Claudia se tragó la naranja y chasqueó los labios, -Entonces, si no me permites tomar acciones, al menos puedo pensarlo, ja,ja,ja...
Doria se quedó sin palabras.
Después de un tiempo, Claudia volvió a decir, -Oye, ¿sabes que vendí mi casa no? Ahora no quiero comprar otra nueva. Planeo montar mi propio negocio y abrir un estudio. ¿Qué tal si lo hacemos juntas?
Doria hizo una pausa y preguntó, -¿Conmigo?
-Claro, abramos un estudio. Tú estás a cargo del diseño de joyas y yo estoy a cargo de la promoción con la fotografía. Cuando conozcamos a un cliente muy importante, también podemos regalarle un conjunto de retratos personales. ¡Qué bien!
Doria después de un rato dijo, -Lo pensaré.
-Está bien, puedes pensarlo despacio.
Claudia también sabía cuáles eran sus preocupaciones. Después de todo, cuando regresó, la editorial de Joyería SG le dio un puesto y una oportunidad.
Rápidamente, una tarde pasó.
Ismael hizo una olla de sopa y el olor se esparció por toda la sala.
Claudia se acercó con una bolsa de papas fritas, se paró a la puerta de la cocina y dijo, -Ismael, cuando tengas novia, no te olvides de mí y de tu hermana, y vuelve a casa a menudo.
El chico no sabía qué decir.
Durante la comida, debido a que Doria no podía beber alcohol, en realidad era porque Ismael se negó a dejarla beber, Claudia tomó también su parte. Antes de que terminara de comer, ella estaba con un pie encima de la silla y empezó a gritar que los hombres eran una mierda.
Sentada en el borde de la cama, Doria pensaba que ciertamente la gente tenía que empezar de nuevo. De qué servía aferrarse a esas cosas que sucedieron en el pasado.
De hecho, ese final era esperable.
Era solo que había estado soñando esa suerte que no le pertenecía.
Pensando en eso, Doria exhaló y se dio unas palmaditas en la cara, haciendo que su rostro se sonrojara un poco.
Dado que sobrevivió de este desastre, y tenía que vivir bien.
***
Al mismo tiempo, en la Ciudad Sur.
Después de la reunión, Vicente dio unos pasos hacia delante enseñando el teléfono móvil, -Señor Édgar, es una llamada de la señorita Briana.
Después de hablar, agregó en voz baja, -Ya es la vigésima tercera llamada del día.
Édgar se pellizcó la nariz y tomó el teléfono sin expresión.
Tan pronto como atendió la llamada, escuchó la voz de Briana, -Édgar, ¿dónde estás?
-¿Tengo que informarte siempre dónde estoy?
Briana se quedó sin palabras. Después de un rato de silencio dijo, -Solo quiero decirte que nuestra boda será dentro de una semana. Tu padre no podía contactarte y todos me estaban preguntando...
Édgar dijo sin mucha expresión, -Cancela la boda.
-¿Por qué?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO
Quiero el finall...