Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 17

Mergulhe nos cativantes capítulos de Mi pretendiente es mi EX-MARIDO, um envolvente romance Internet escrito pelo talentoso Internet. Com sua trama intricada, profundidade emocional e personagens inesquecíveis, este romance promete uma jornada de suspense e conexões sinceras. Seja você um amante de enigmas misteriosos ou de contos que aquecem a alma, Internet teceu uma narrativa que se gravará em sua memória. Explore as páginas de Mi pretendiente es mi EX-MARIDO, começando com Capítulo 17: ¿Se los llevo a la Madame ahora?, e deixe a magia se desdobrar.

La mano de Doria se detuvo un momento, pero su expresión no cambió.

-Hace un rato estuve hablando con una clienta sobre una asociación, y la llevé a unos cuantos eventos. -

- Por supuesto. -

Édgar la agarró de la muñeca y perdió un poco la paciencia, - ¿Te he explicado todo y todavía sigues con esta actitud? -

Doria le miró fijamente a los ojos y le dijo con seriedad, -Te agradezco que me expliques esto, pero… en realidad no tienes que explicármelo, de todas formas, ya estamos en proceso de divorcio.-

- ¿No es la razón por la que quieres divorciarte de mí porque crees que está embarazada y piensas que te estoy engañando? -

Antes, siempre había pensado que Doria quería el divorcio por otro motivo, pero Vicente dijo que era posible que estuviera enfadada con él y le propuso que la consolara.

En ese momento no se le ocurría nada por lo que pudiera enfadarse Doria.

Hasta que hoy ha aparecido su hermano.

Al ver que Doria no hablaba, Édgar añadió, -Doria, ¿tanto desconfías de mí? No dejaré que ninguna mujer lleve a mi hijo, incluida tú. ¿Entiendes? -

Sus últimas palabras fueron como una aguja que clavó en el corazón de Doria.

Por supuesto que lo entendió.

En los tres años de matrimonio, sin importar las circunstancias, nunca se olvidaría de usar anticonceptivos.

Doria también sabía que no sólo Édgar Santángel no quería tener hijos, sino que todo aquello era más bien una burla de él, ya que los había utilizado como medio para casarse con él en aquel entonces.

Tras unos segundos de silencio, Doria dijo de repente, -Estoy embarazada. -

Las pupilas de Édgar se tensaron de repente, la fuerza de sus manos aumentó, su voz se enfrió al instante y hasta el ambiente de la cabina se volvió malo, - ¡Doria Aparicio! -

-Siempre me preguntas qué es lo que realmente quiero, Édgar Santángel, estoy embarazada y tengo que planificar el futuro del niño, quiero la mitad de todos los bienes a tu nombre y las acciones del Grupo Santángel …… -

Édgar la apartó de un empujón, - ¡Ya basta! -

Doria sabía que él no la creía y sacó la prueba de embarazo de su bolso y se la entregó.

Como era de imaginar, Édgar Santángel ni siquiera le echó un vistazo y se limitó a destrozar el informe, - ¿Cuántas veces tienes que usar esa excusa para que sea suficiente? - Doria Aparicio, ¿crees que soy realmente tan estúpido para dejarme engañar por ti una segunda vez? -

Doria miró los trozos de papel dispersos y exprimió una pequeña sonrisa, -Lo has descubierto tan rápido, parece que la próxima vez tendré que hacer un truco diferente. -

-No hay una próxima vez. -

Édgar se levantó, de mal humor, -Mañana a las diez, presentaremos la demanda de divorcio, y esta vez no quiero más excusas tuyas. -

Doria no dijo nada hasta que Édgar Santángel salió de la cabina, y sólo entonces se agachó y recogió lentamente los trozos de papel del suelo.

Doria aún conocía bastante bien a Édgar Santángel, al fin y al cabo, llevaban tres años casados.

Sabía… que el embarazo era un tema tabú para Édgar.

Si alguien lo mencionaba delante de Édgar, éste se enfadaba al instante.

En la puerta del salón privado.

Habían pasado diez minutos y Claudia andaba apurada, pero el gerente que estaba en la puerta no la dejaba entrar, como si fuera una ladrona.

Claudia estaba a punto de llamar a la policía cuando la puerta de la cabina se abrió de repente y Édgar Santángel salió de ella con el rostro frío y un mal humor por todo el cuerpo, alejándose a grandes pasos.

Ahora no sólo Claudia, sino incluso el gerente, no se atrevieron a preguntar qué pasaba.

Poco después de la salida de Édgar, salió también Doria.

Claudia respiró por fin aliviada, -Doria, ¿qué pasa? ¿Por qué está ese hombre malo, pues, … Édgar Santángel ahí? -

-Hablaré contigo cuando vuelva. - Doria volvió a mirar al gerente, - ¿Dónde está mi hermano? -

El gerente dijo, -Señorita Doria, por favor, sígame. -

...

Después del accidente, Ismael había sido encerrado en el almacén del Club Crepúsculo, y no hizo ningún ruido.

No fue hasta que escuchó la puerta abrirse que se levantó, pero se sorprendió al ver a Doria de pie en la puerta.

Frunció el ceño y dijo, - ¿Qué te trae por aquí? -

Claudia, que seguía a Doria, fue la primera en acercarse, muy conmocionada, -Hermano Ismael, ¿por qué estás así de herido, te ha pegado aquel hombre malo? -

Ismael giró la cabeza y no dijo nada.

Doria le miró, en lugar de que Édgar fuera golpeado por Ismael, fue Ismael el que intentó golpear a Édgar, pero fracasó, y fue golpeado por su guardaespaldas.

La cara de Ismael estaba llena de moratones, varios más que la de Édgar.

Doria susurró, -Ismael, vamos. -

Antes de salir, Ismael se dirigió a los vestuarios para recoger sus cosas y se dirigió de nuevo al gerente.

Al oírle decir que lo dejaba, el gerente se sorprendió un poco, pero le pareció normal.

Después de todo lo que había pasado esta noche, el gerente por fin había averiguado sus desordenadas relaciones, y antes no sabía que Ismael era el hermano de la esposa del Gerente Édgar, y ahora que sabía quién era Ismael, no se atrevía a quedar a Ismael trabajando en el Club Crepúsculo.

Ismael se disculpó con el gerente, -Siento lo que ha pasado hoy, perdóname, asumo todos los daños. -

El gerente le dio una palmadita en el hombro, -Ismael, eres muy amable al decirme eso, si tuviera que decir el daño sería el golpe que le diste al Gerente Édgar, pero ahora que el Gerente Édgar no lo toma en cuenta, entonces no hay problema. Aún así, te pagaré los últimos días. -

Ismael frunció los labios y no volvió a rechazar, sólo se inclinó ligeramente y le dio las gracias de nuevo antes de marcharse.

Al salir del Club Crepúsculo, vio a Doria y Claudia esperándole en la puerta.

Ismael se acercó a ellos, inclinando la cabeza y admitiendo su error, -Lo siento. -

Doria se rió, -Qué haces disculpándote conmigo, todo esto no es culpa tuya. -

- ¿No te divorciaste con él porque te engañó? -

-Cómo decirlo …… no fue todo por eso, sino que me explicó que él y Amaya Gaona no tenían ese tipo de relación. -

Ismael frunció el ceño, le costaba creerlo, - ¿Te crees tanto lo que dice? -

Doria dijo, -Nada de eso importa, él y yo nos divorciaremos pronto de todos modos. -

En ese momento, Claudia los interrumpió a tiempo para cambiar de tema, -Bueno, bueno, basta de hablar de esa gente desagradable, Ismael, me enteré de que entraste a la mejor universidad del país y todavía no he tenido oportunidad de festejarte. ¿Por qué no te celebramos hoy, tú eliges el restaurante y yo te invito a cenar? -

Ismael tenía poco interés, -No, todavía tengo que volver a buscar trabajo. -

Sólo faltaba un mes para que empezaran las clases y ya no era posible seguir trabajando en el Club Crepúsculo, tenía que encontrar un nuevo trabajo.

Claudia no entendía por qué Ismael quería tanto un trabajo, podría haberle dado a Ismael el dinero que necesitaba, pero Doria le tocó tranquilamente el brazo y las palabras que salieron de la boca de Claudia se convirtieron inmediatamente en, - Vale, otro día entonces. -

Casi se le olvidaba que Ismael era terco desde niño, y no aceptaba ni un peso de Doria Aparicio, y mucho menos del de Claudia.

Doria Aparicio amonestó, -Acuérdate de cuidar la herida cuando llegues a casa o se inflamará. -

Claudia Freixa añadió, -Vamos, sube al coche y te llevaremos a casa. -

-No vivo en casa, está Armando. -

Doria Aparicio se quedó atónita antes de preguntar, - ¿Ya no le persiguen por la deuda? -

-No, parece que la ha pagado. -

-¿De dónde sacó el dinero? -

-No sé, viendo que ha sido bastante feliz últimamente, debe tener mucho dinero. - Ismael recogió su bolsa, -Yo me voy, vosotros volved. -

Con eso, se fue en la dirección opuesta a ellas.

Claudia le miró la espalda y suspiró, -El chico, cada vez es más terco, es igual que tú. -

Doria sonrió, -Vamos. -

Dentro del Rolls Royce.

Vicente miró a la figura de enfrente, luego a la caja de regalo bellamente envuelta que estaba en el asiento del copiloto, y preguntó en un susurro, -Gerente Édgar, estos, ¿se los llevo a la Madame ahora? -

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO