Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 255

Édgar Santángel dijo, —Contéstame primero.

Doria Aparicio frunció el ceño y dijo después de unos segundos, —Cuando Armando murió, encontré algo en la caja que estaba debajo de su cama.

—¿Qué había?

—Unas fotos, un reloj de bolsillo y un diario de Armando.

—¿Cómo es el reloj de bolsillo?

Doria respondió, —Es un reloj de bolsillo ordinario, ¿existe alguna diferencia?

Édgar dijo, —Claro que existe diferencias, el fabricante y el número de lote de producción son pistas útiles.

Después de escuchar esto, Doria abrió la boca, pero no dijo nada.

Édgar la miró fijamente durante unos segundos y dijo frunciendo sus finos labios, —¿No quieres encontrarlo?

Después de un rato, Doria agachó la cabeza y dijo, —No creo que tenga ningún sentido.

—Doria, esto no es una cuestión de si tiene sentido, sino que debes conocer la verdad del pasado.

—¿De nada sirve saber la verdad, no? Solo quiero vivir una vida en paz.

Esto había sido el mayor deseo de Doria desde niña.

En el pasado, Armando Aparicio hizo que toda la familia estuviera viviendo en la miseria. De vez en cuando, los acreedores gritaban en la puerta, ella solo podía cerrar la puerta con fuerza y abrazar fuertemente a Ismael Aparicio, no se atrevía para hacer ningún sonido.

Más tarde, conoció a Édgar y su complicada vida empeoró más aún.

Aquel hombre era extraño para ella y no tenía memoria sobre él. En lugar de investigar por qué su madre la había llevado y se había casado con Armando hacía más de veinte años, era mejor vivir en paz.

Édgar dijo, —Esta no es la excusa para que te escapes, aunque a veces la verdad suele ser más cruel que la realidad, pero siempre estaré a tu lado.

Doria se sorprendió un poco, ¿por qué este gilipollas cambiaba tan rápido de tema?

Édgar continuó, —Aunque no te importe la verdad, ya no sería posible que te libres de la serie de asuntos implicados.

—Señor Édgar, no entiendo lo que quieres decir.

—¿Viste a Rivera hoy?

Doria no sabía por qué de repente mencionó al padre de Briana Collazo, se detuvo antes de responder, —Lo vi.

Édgar dijo, —¿Has pensado alguna vez por qué tu hermano ha estado enviado aviso de búsqueda durante tanto tiempo, pero no recibías ninguna noticia?

Doria frunció el ceño y estaba aún más confusa.

Antes de que Ismael hiciera esto, ella no había tenido esperanzas en recibir ninguna noticia.

Pero cuando lo mencionó Édgar, parecía que el asunto era un poco extraño.

Después de pensarlo, ella no respondió a la pregunta, sino que le preguntó, —Señor Édgar, ¿y cómo lo supiste?

Los largos dedos de Édgar golpearon ligeramente sus rodillas, —¿No te lo dije? Con el dinero, no hay nada imposible en este mundo.

—Entonces, no tengo nada que decir al señor Édgar, adiós.

Cuando Doria se levantó, Édgar agarró su mano y rio diciendo, —Está bien, no bromeo más. Me enteré cuando estaba investigando a Rivera.

Al ver la duda que mostraba Doria, Édgar continuó, —La verdad del asunto puede que no signifique mucho para ti, pero debes saber lo que ha sucedido en el pasado para estar preparada para lo desconocido.

—Señor Édgar... ¿Puedes expresarlo con un lenguaje humano?

Ella quería saber qué tenía que ver Rivera Collazo con este incidente.

Édgar dijo, —Aún no sé por qué Rivera hizo esto, pero lo que está claro es que conoce al hombre de la foto, es decir, a tu padre biológico. Él ha estado impidiendo la difusión de la noticia y no quiere que encuentres a esta persona.

Al escuchar eso, Doria frunció el ceño con fuerza y estuvo pensativa.

Doria no tenía una impresión fuerte del padre de Briana, pero parecía ser una persona gentil y tranquila. Ella realmente no podía asociarlo con este asunto relacionado con su padre biológico.

Édgar dijo, —No tienes que pensar en otras cosas, te lo digo solo para que lo sepas y no caigas directamente en las trampas ajenas.

Doria estaba disgustadas al oír esto, —¿Cuándo me he caído en una trampa ajena?

—Te fuiste con Stefano sin saber lo que estaba pasando esta noche.

—Pero, no me ha ocurrido nada. Además, aunque no fuera con Stefano, ¿no tendría que acompañarte? ¿Existe alguna diferencia?

Édgar dijo, —Por supuesto.

Doria se burló, —¿Dónde?

Édgar se rio de repente, —Doria, ¿sabes por qué Rivera solo te impide encontrar a tu padre biológico, en lugar de hacerte algo?

—Yo...

—Eso es porque sabe que estoy detrás de ti y no se atreve a tocarte.

Doria se quedó en silencio.

“¿Desde cuándo el gilipollas se convirtió en su trasfondo?”

Antes de que ella pudiera responder, Édgar continuó, —Usa tu cerebro, piensa por qué Rivera nunca ha pensado en casar a Briana con Israel durante tantos años y recientemente tomó la iniciativa de proponer una alianza matrimonial con la familia Santángel. Adivina, ¿qué crees que tiene miedo?

Doria no se había dado cuenta de lo que sucedió hacía un momento y de repente él cambió el tema al compromiso matrimonial de Briana e Israel Santángel. Doria dijo tras un silencio, —Tal vez, no les gustas.

Édgar dijo, —Estoy hablando contigo de algo serio.

—Pues, dilo, ¿qué haces dando rodeos?

Y encima, quería que lo adivinara. ¡Cómo sería posible adivinarlo!

Los labios finos de Édgar estaban fruncidos y dijo más tarde, —Te doy un tiempo más preciso. Le propuso el matrimonio a la familia Santángel después de que tu hermano publicara el aviso de búsqueda.

—¿Quieres decir que este asunto tiene algo que ver conmigo?

—O mejor dicho, tu presencia lo asustó.

En cuanto a por qué tenía miedo, solo el propio Rivera sabía lo que había hecho.

El corazón de Doria se hundió poco a poco y comprendió lo que Édgar quería decir.

Rivera no solo conocía a su padre biológico, sino que era muy probable que algo había sucedido entre ellos, que hizo a Rivera recordar el pasado cuando vio que Ismael estaba buscando a alguien con una foto.

No tendría miedo a ella, sino a su padre biológico, mejor dicho, a la verdad de hacía veinte años.

Por eso, Rivera quiso unir definitivamente la familia Collazo y la familia Santángel.

La mirada de Édgar se posó en la mano que la sostenía y la frotó suavemente diciendo, —¿Aún no te interesa la verdad?

Doria retiró sus pensamientos lentamente, lo miró y luego se deshizo de él ágilmente diciendo, —Señor Édgar, gracias por decirme esto. Ahora estoy interesada, tan interesada que deseo volar a la casa de Briana y preguntar a su padre qué cosas enloquecedoras había hecho.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO