Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 276

Al mismo tiempo, en la familia Collazo.

Rivera miró las noticias en el periódico y su elegante rostro mostraba disgusto.

Su subordinado dijo, —Señor Rivera, los familiares del empleado que tuvo el accidente fueron trasladados antes de que llegáramos. Todavía tienen a mano todos los informes del proyecto que dejó el empleado y una vez que fueran descubiertos, nos enfrentaremos a pérdidas de miles de millones.

Lo que habían publicado eran solo cosas superficiales.

Este informe era lo que realmente podía arruinar al Grupo Collazo.

Rivera dejó el periódico, —¿Has averiguado quién se los llevó?

—Todavía no... Pero supongo que debería ser alguien que esté involucrado en esta serie de hechos.

Rivera se rio fríamente y dijo, —De los hechos recientes, no sólo se ve una mano detrás.

—Señor Rivera, ¿quiere decir que hay otras personas involucradas en este incidente?

—Édgar no es una buena persona, no es de extrañar que haya tomado parte —Rivera continuó—. Ahora que el asunto se ha estallado, hay que responder lo antes posible. Busca algunos responsables relacionados con este proyecto para hacer las investigaciones y los despidos necesarios.

—En cuanto al informe, ya debería estar en sus manos, dado que no han optado por publicarla directamente, significa que tienen otros fines y lo podemos dejar de lado por el momento.

Después de que su subordinado se fue, Rivera abrió el cajón frente al escritorio y miró el viejo reloj de bolsillo, con una pizca de hostilidad destellando en sus cejas.

Parecía que su presentimiento era el correcto. Tras la aparición de Doria, vinieron todos los desastres.

En ese momento, alguien llamó a la puerta del estudio y sonó la voz de Briana, —Papá.

Rivera dejó su reloj de bolsillo y mostraba su estado habitual, —Briana, ¿qué te pasa?

Briana frunció el ceño y preguntó, —¿Qué debo hacer ante esta situación?

Rivera dijo a la ligera, —No te preocupes, no tienes que hacer nada, solo tienes que esperar tranquila hasta a finales del mes para el compromiso.

—Daniel dijo que, si papá necesita ayuda, puede acudir al señor Carmelo Figueroa en busca de ayuda. Al fin y al cabo, Carmelo tiene mucho prestigio en la Ciudad Sur, mientras sea su petición micha gente se ofrecería ayudar, papá...

—No hace falta, en los últimos veinte años he pasado todo tipo de dificultades y esto no es suficiente para derrotarme.

—Pero...

Rivera la interrumpió diciendo, —Briana, sé lo que estás pensando, pero cuanto más complicada sea la situación, más cuidado debemos tener al actuar. Porque si nos relajamos, es fácil caernos en la trampa de los demás, ¿entiendes?

Briana volvió a decir, —Lo sé, pero también deberías saber que mucha gente está alejándose de la familia Collazo. Creo que tal vez la familia Santángel está reconsiderando el compromiso matrimonial.

Tan pronto como Briana terminó de hablar, sonó el móvil de Rivera, era una llamada de Saúl Santángel.

Rivera lo cogió y en pocas palabras, su rostro se sombreó.

Desde el principio hasta el final, la familia Santángel solo quería aprovechar la fuerza de la familia Collazo para recuperar el poder de Édgar. La situación actual de la familia Collazo era ya complicado de mantenerse a salvo, aunque lo consiguiera, sería difícil recuperar sus fuerzas.

La forma más razonable era deshacerse de la familia Collazo rápidamente. Édgar estaba luchando contra la familia Secada y si aprovechara esta oportunidad para involucrar a la familia Santángel en el tema de la familia Collazo, solo saldrían perdiendo.

Después de colgar el teléfono, Briana sonrió diciendo, —Papá, tengo razón, ¿cierto?

Rivera entrecerró los ojos y no dijo nada.

La familia Collazo y la familia Santángel se había unido únicamente por el interés y no había nada de amistad entre ellos, de modo que, no era de extrañar que la familia Santángel optara por protegerse en este momento.

Briana repitió, —Parece que la familia Santángel teme demasiado a Édgar, pero Édgar está preocupado por otros asuntos.

Rivera la miró y supo a qué se refería.

Édgar envió a mucha gente para proteger a Doria, lo que era suficiente para mostrar su importancia.

Al rato, Rivera dijo, —Briana, salte primero, tengo algo más que hacer.

Cuando Briana se fue, Rivera marcó un número, —Haz me un recado.

***

La familia Collazo ya estaba abrumada por el incidente y Albina Montenegro se apresuró a hacer una declaración adelantándose a Doria, dando por finalizado el caso sobre el fraude de la tienda.

Sin embargo, ninguno de los que habían insultado ferozmente por Internet salió a disculparse.

Claudia suspiró mientras comía uvas y dijo, —Así es la gente de ahora, hablan sin asumir consecuencias a través de Internet y lo que importa no es la verdad, sino su libertad para estar criticando.

Doria sonrió cuando escuchó sus palabras y dijo, —Descansa pronto, que mañana hay que trabajar.

Claudia se estiró diciendo, —El tiempo vuela tan rápido, aún no me he divertido lo suficiente.

—Cuando haga más calor, salgamos de viaje.

—¡Genial! —tan pronto como dijo esto, Claudia se interesó y dijo tras una pausa—. Por cierto, ¿el gilipollas no te ha venido a buscar en los últimos días?

Doria se quedó sin voz.

Cambió de tema muy rápido.

Ella dijo después de un rato, —¿Por... por qué tiene que venir a buscarme? Ojalá parase un rato.

Claudia se acercó, —¿En serio?

Doria apartó la mirada de forma rígida, abrió la boca, pero no pudo hablar.

Claudia no estaba obsesionada con su duplicidad, sino continuó diciendo, —Hablando de eso, Stefano tampoco te ha buscado, parece que realmente se rindió. Pero es bueno, así no tienes que preocuparte más.

Doria dijo, —Ya, ve a la cama.

Tumbada en la cama, Doria hojeó las noticias recientes sobre el Grupo Collazo, tratando de encontrar informaciones útiles en ellas.

Aunque sabía que Daniel y Stefano estaban detrás de este incidente, todavía no podía entender la partida, más bien no sabía cuál era su propósito.

La familia Collazo había sufrido un duro golpe, pero después de todo, tenía un fondo tan poderoso que, aun siendo un problema tan grave, no iba a arruinarse por ello.

Doria pensó que Rivera estaría ocupado en mantenerse y no tendría tiempo para actuar contra ella.

Era un buen momento para investigar la verdad del pasado.

Doria dio la vuelta a las fotos del reloj de bolsillo en ese momento y comenzó a buscar informaciones relevantes en Internet.

Mientras se concentraba investigando, su teléfono sonó de repente y el nombre de Édgar apareció en la pantalla.

Doria tardó unos segundos en cogerlo y dijo, —Señor Édgar, ya es muy tarde, ¿me buscas para algo?

Édgar dijo, —¿No puedo llamarte sin ningún motivo?

Inmediatamente, llegó la voz insatisfecha del gilipollas, —Si no te llamo, ¿nunca me llamarías? Doria, tienes un corazón de piedra.

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