Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 303

Cuando Carmelo se fue, Doria suspiró levemente y vio un Rolls-Royce negro delante suya al darse la vuelta.

De inmediato, la ventanilla del coche bajó lentamente, revelando los rasgos faciales sombríos del hombre, que la indicó ligeramente con la cabeza,

—Sube.

Doria miró a su alrededor, abrió la puerta del coche y se sentó dentro.

Édgar le preguntó,

—¿Está todo resuelto?

Doria asintió y dijo tras un silencio,

—Me mudaré a la familia Collazo en dos días.

Édgar la miró y apretó sus delgados labios con fuerza.

Doria lo miró en secreto y susurró,

—Tendré cuidado, no te preocupes. Además, después de que tanta gente lo sepa, Rivera no podría…

—Me has puesto un gran problema.

Doria estaba un poco confusa,

—¿Qué?

Las piernas alargadas del hombre se superpusieron y dijo sin prisa,

—Puede ser que no sea bienvenido para la familia Collazo, así que probablemente no pueda mudarme a vivir contigo.

«¡Lo sabía! ¡El gilipollas está pensando todos los días en cosas inapropiadas!».

Doria se burló,

—Señor Édgar, te subvaloras. No es que a la familia Collazo le disguste tu presencia, sino que querrán echarte con una escoba.

Édgar arqueó las cejas y dijo,

—Entonces, también debes tener cuidado.

—¿De qué tengo que cuidarme?

—Rompí el compromiso de matrimonio por tu culpa.

—Señor Édgar, eres muy bueno echándole a otro la culpa.

—Es la mera realidad.

Doria no le hizo más caso, porque hablar con el gilipollas era tan molesto que acortaba su esperanza de vida.

Después de un tiempo, ella dijo de nuevo,

—¿Invitaste a Carmelo?

—No necesitas dar me las gracias, ya sabes qué hacer.

«¡Sé que te quiero pegar!».

Doria no quería hablar con él, así que cerró los ojos y fingió estar dormida.

Édgar no fue cortés y la abrazó directamente.

De hecho, Doria estaba un poco cansada y no se molestó en hacer más esfuerzos.

Después de un tiempo, el coche se detuvo frente a la tienda.

Vicente miró por el espejo retrovisor y susurró,

—Señor Édgar, dentro de media hora habrá una reunión.

Édgar miró de reojo a la mujer que dormía en sus brazos, echó un vistazo a su reloj y dijo,

—No hay prisa.

Vicente no habló más, se bajó del coche cortésmente e hizo las preparaciones de retrasar la reunión.

En el coche, Doria se despertó pocos minutos después, movió el cuello rígido, entrecerró los ojos y miró por la ventana diciendo,

—¿Cuándo llegasteis? ¿Por qué no me llamaste?

—Ya se ha reducido mucho tu oportunidad de dormir a mi lado, debes apreciarlo más.

Doria se quedó sin palabras. «¿Tienes alguna enfermedad mental?».

Cogió cosas y estaba a punto de salir del coche. No obstante, Édgar la arrastró hacia atrás y dijo mientras frotaba su pelo,

—¿Sabes lo que significa para ti entrar en la familia Collazo?

Doria habló tras un silencio,

—Lo sé.

Significaba que ella sería afectada de todas maneras por el futuro de la familia Collazo.

Además, ella había dejado mal a Rivera delante de tanta gente. Él la odiaría a fondo, por mucho que fingiera ser gentil, prepararía innumerables trampas a escondidas.

Y ya no era ni necesario explicar lo mucho que la odiaba Briana.

Pero, si ella se echara atrás por esto, la verdad de hacía veinte años quedaría oculta para siempre.

Aunque Carmelo no le había respondido directamente, Doria estaba casi segura de que el presente Rivera era Marcos y el verdadero Rivera, su padre biológico, habría muerto en aquella explosión.

En el pasado, no quiso investigar la verdad, porque no quería romper su vida pacífica, pero Édgar tenía razón, su vida nunca había sido pacífica.

Ya casi tocaba la verdad, ¿cómo podría detenerse?

Además, quizás encontrar la verdad en sí misma no era lo más importante, sino era más importante revelar el verdadero rostro de Rivera.

Después de mucho tiempo, Doria dijo,

—Este debería... ser el camino que tengo que seguir.

Édgar frunció ligeramente los labios y dijo lentamente,

—Mantén el teléfono encendido en cualquier momento, llámame si me necesitas.

Doria asintió levemente, pensó un momento y habló nuevamente,

—Señor Édgar, tengo que pedirte una ayuda.

—¿Qué?

—Briana mencionó a mi hermano y había incriminado a Ismael anteriormente, me temo que hará daño a Ismael.

Los dedos alargados de Édgar se enroscaron casualmente para jugar con un mecho del cabello de Doria y dijo a la ligera,

—No te preocupes, tu hermano es mucho más listo que tú.

Doria lo apartó enfadada, pero accidentalmente se tiró de su pelo.

Édgar vio un mechón de cabello roto en su mano y guardó silencio.

Doria apretó los dientes y dijo furiosamente,

—¡Vete a la mierda!

Doria cogió las cosas y cerró la puerta del coche de un golpe.

Vicente, que esperaba afuera, tembló de repente.

«Si la cosa iba bien, ¿no? ¿Por qué se ha vuelto a enfadar?».

Vicente dejó un minuto para aliviar esta atmósfera extraña, luego se subió rápidamente al coche y preguntó,

—Señor... señor Édgar, ¿hace falta retrasar la reunión?

En breve, sonó la voz indiferente de Édgar desde atrás,

—Todavía quedan veinte minutos, hay tiempo. Informa a todos que se preparen para la reunión.

—Sí.

Al llegar al Grupo Santángel, tan pronto como Édgar bajó del ascensor, un asistente se adelantó apresuradamente,

—Señor Édgar.

Édgar avanzó con sus piernas largas,

—¿Qué pasa?

—El presidente Saúl... está esperándolo en la oficina para que venga inmediatamente después de regresar.

Édgar siguió caminando hacia la sala de reuniones y dijo,

—No tengo tiempo, que espere.

El asistente no sabía que hacer, por lo que miró pidiendo ayuda a Vicente y éste susurró,

—Dile al presidente Saúl que el señor Édgar tiene una reunión muy importante, irá allí cuando termine.

El asistente se fue al escuchar esto.

Vicente cogió los informes y entró con Édgar a la sala de reuniones.

En la oficina del presidente, después de escuchar el reporte del asistente, el rostro de Saúl Santángel estaba pálido por la ira, pero no podía mostrarlo e hizo un gesto para que saliera el asistente.

Édgar ya era suficientemente maduro y poderoso, no le sorprendía que pudiera hacer esto.

Saúl acariciaba el bastón y preguntó solemnemente,

—¿Cómo va la investigación?

—La familia Collazo evitó hablar de eso, pero según el reportaje presencial recibido, Carmelo también fue y es muy probable que sea cierto esta noticia.

Saúl se burló,

—Doria parece ser una mujer ambiciosa y muy astuta, que ha podido meter la mano en la familia Collazo. Ya no me extraña por qué no quiso nada cuando se divorció.

—Señor Saúl, ¿seguimos investigando?

—¡Sí, averigua qué secretos de Rivera los tiene Doria a mano! ¡Esta vez destruiré al Grupo Collazo y a la familia Collazo!

Dicho esto, Saúl pensó en algo y ordenó en voz baja para que fueran a investigar al mismo tiempo otra cosa.

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