Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 461

Doria ha estado bastante ocupada estos últimos días. Además del asunto del estudio, Édgar le ha encontrado otro trabajo.

Se trataba de comunicar cada día con el diseñador los detalles de la decoración de la Mansión Estrellada.

Era sólo una excusa en ese momento, pero no esperaba que Édgar aceptara. Ella había querido seguir la idea de Édgar y cambiar la distribución de la habitación, pero lo que Édgar le había pedido al diseñador era que cambiara toda la Mansión Estrellada.

Además del interior, también incluía el jardín.

Cada detalle tenía que ser revisado y estar de acuerdo exactamente con el estilo que Doria le gusta.

Para Doria fue una obra enorme.

El diseñador espera fuera todos los días antes de que abra el estudio y no se va todo el día, cuando la ve libre, se acerca con su tableta y no la deja ir hasta que Édgar viene a recogerla al final del día.

Doria sospechó por un momento que:

«Édgar lo hace a propósito. No, definitivamente lo hace a propósito.»

Cuando Doria se metió en su despacho, Claudia la siguió:

—Doria, quería preguntarte hace dos días por qué pensabas redecorar la casa.

Doria se rio remisamente:

—Olvídalo, sé lo que significa pagar las maldades que he cometido.

Claudia se sentó frente a ella:

—Pero parece que gilipollas está muy interesada en esto, y está haciendo todo lo que tú quieres.

—Eso no es ser atento, es torturarme.

«Así que estoy demasiado muy ocupada ni puedo hacer nada.»

Claudia suspiró:

—Yo también quiero ese tipo de tortura, tú gastas y él paga, qué bien.

Al oír eso, Doria hizo una pausa antes de preguntar:

—¿Te ha buscado Daniel en los últimos dos días?

—No, ¿por qué querría verme? —Claudia se inclinó sobre la mesa—Tendría que invitarle a cenar si lo hiciera, así que es mejor no venir.

Doria guardó silencio y no dijo nada más.

Los últimos días Carmelo Nores tampoco había venido.

El estudio estaba bastante tranquilo.

Habría sido perfecto sin el diseñador que Édgar había enviado.

Claudia dijo:

—Si vas a salir a cenar esta noche, dile a tu señor Édgar que no te recoja.

Llegó el momento de reuniones del estudio.

Doria asintió:

—Bien.

No podía esperar a alejarse de Édgar por un tiempo.

Por la tarde, cuando Doria salió a hacer café, el esperado diseñador se acercó:

—Señorita Doria, tengo una nueva idea para el local que hemos discutido esta mañana y me gustaría hablar con usted de ella ...

Doria dijo:

—Haz lo que quieras, estoy a favor.

—No, el señor Édgar me explicó que todas partes de la casa deben ser las que te gustan.

El ceño de Doria se frunce:

—Adelante, entonces.

El diseñador se apresuró a repasar los resultados de la discusión de la mañana, además de las nuevas ideas de diseño.

Doria estuvo ensimismada todo el tiempo, y cuando el diseñador terminó, asintió:

—Me parece bien, hagámoslo.

El diseñador se sintió aliviado:

—Entonces señorita Doria, el resto del lugar ...

Doria se retractó de sus pensamientos:

—Por cierto, esta noche tenemos una reunión con la gente del estudio, y como puedes ver, el estudio está lleno de chicas, así que no te invitaré, para que puedas salir temprano del trabajo hoy.

—Este ...

—Llamaré a Édgar más tarde —dijo Doria, añadiendo lentamente—Hoy sólo me quedo en el estudio, no voy a ninguna parte, y no tienes que vigilarme.

El diseñador se secó el sudor de la cabeza y soltó dos carcajadas:

El ceño de Édgar se arrugó ligeramente:

—la familia Alcocer.

Vicente asintió:

—Sí. También he oído que el presidente Lucián no ha vuelto a la familia Alcocer desde hace mucho tiempo, y que Mónica se fue al extranjero hace unos días y puso a la venta la mansión de la familia Alcocer a un precio muy bajo, presumiblemente sólo para venderla.

Édgar resopló y se sentó en su escritorio:

—Briana es tan inteligente y engreída que nunca pensó que caería en manos de Mónica.

Vicente dijo:

—¿El señor Édgar quiere decir que el paradero de Briana, fue filtrado por Mónica?

—¿Quién más podría ser sino ella? —Édgar dio golpecitos con sus largos dedos sobre la mesa—Parece que los dos no tienen ninguna vinculación entre sí, además la familia Alcocer tuvo problemas hace poco. Por eso, cuanto más pase, menos se le ocurrirá a nadie investigar a la familia Alcocer.

—Si Mónica ya había acogido a Briana, ¿por qué volvió a vender la casa?

—Es sólo de boquilla, Mónica tampoco es una persona que ayude a otra con bondad, Briana solía estar muy orgullosa, nunca pensó mucho en Mónica, ahora Mónica está esperando a ver qué hace Briana, no la habría ayudado sinceramente.

Vicente no pudo evitar suspirar:

—Las mujeres son terribles.

Édgar enarcó las cejas, recordando a la mujer de su casa que le había hecho pasar un mal rato en los últimos días, y dijo, en un raro momento de acuerdo:

—Exacto.

Tras un momento, Édgar añadió:

—¿Tiene alguna noticia de Rivera?

—No hay noticia de Rivera, pero he oído que William estaba fuera de la ciudad esta mañana.

—¿A dónde fue?

—Eso no está claro, pero volvió en el mediodía, como si hubiera ido a buscar algo, pero no encontró nada.

Édgar dijo lentamente:

—Parece que ha sido engañado por Armando, aún no hay pistas sobre la tumba de la madre de Doria.

Vicente negó con la cabeza:

—La señora Santángel dijo que su madre había muerto en el parto mientras daba a luz a Ismael, he investigado todo de esa época y lo único que he encontrado es el certificado de defunción.

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