Hizo una pausa repentina. Las caras de ella y de Carmelo cambiaron sutilmente al mismo tiempo.
Carmelo se sorprendió aún más. Era imposible que Doria conociera a Alana. ¿Pero cómo sabía ella que su apellido era Berganza?
Cuando se encontró de nuevo con los ojos de Doria, Carmelo vio una advertencia en ellos.
Reaccionó rápidamente. Le dijo a Alana - Te piden que vengas a charlar. Tengo que estar con mi novia. -
-No es gran cosa tener novia. -Alana retiró la vista. De mala gana se fue.
Carmelo se dirigió a Claudia -No te enfades, cariño. Ella es así. Le gusta bromear. Pero la culpa es mía. No te presenté claramente. -
Claudia apartó la mano con un manotazo - No estoy enfadada. Está bien, está bien. Ve a estar con tus amigos. No te preocupes por mí. -
-No se merecen mi compañía. Estoy contigo, por supuesto. -Carmelo susurró algo al oído de Claudia y tiró de ella hacia fuera. Claudia dio unos pasos y se volvió. -Doria, espérame. Enseguida vuelvo. -
-De acuerdo.-
Poco después de que se fueran, Alana reapareció junto a Doria, con dos vasos de vino en la mano -Uy. Lo siento mucho. Tomaré una para mí. -
Dijo Doria - Yo no bebo. -
Alana retiró torpemente la mano - Me enteré por Carmelo que eres diseñadora de joyas. Seguro que eres muy buena. ¿Cuándo me diseñarás una a mí también? Te ayudaré a promocionarlo entre mis amigos y a presentarles tu negocio. -
Doria sonrió - Claro. Un modelo personalizado comienza con 200,000 euros. Si lo necesitas. Puedes pagar el depósito ahora. -
Al oír esto, el rostro de Alana se ensombreció-¿Doscientos mil?-
No es que sea una diseñadora famosa. Ella pensó que sólo serían 10,000 o 20,000 euros como máximo. ¡Pero fueron 200,000!
Doria sonaba muy amable - Y eso es sólo la cuota de diseño. Sin contar los materiales de joyería. -
Alana sostuvo su vaso pero su actitud obviamente no era tan buena como antes. Dijo perfunctoriamente - Déjeme pensarlo. -
Estaba a punto de marcharse cuando la voz de Doria llegó por detrás de ella - Alana, esta es una forma muy barata de romper las relaciones de los demás. -
Doria terminó su frase y la ignoró. Se fue enseguida.
Se dirigió a la puerta. Justo a tiempo para encontrarse con Carmelo que regresaba con Claudia.
Claudia fue obviamente engatusada. Preguntó - Doria, ¿a dónde vas? -
-Voy al baño. -
-Iré contigo. -
En cuanto Claudia lo dijo. Carmelo se puso visiblemente nervioso. Se apresuró a decir - Te dije que te llevaría a conocer a mis amigos y colegas. Ellos no te han conocido... -
Claudia lo miró con extrañeza - Iré al baño con Doria y luego volveré para conocerlos. ¿Cuál es la diferencia?-
Los nervios de Carmelo estaban tensos en ese momento. Cuando ella le preguntó, no encontró nada que decir.
Doria miró a Carmelo como si estuviera luchando en su corazón. Sus labios estaban fríamente enganchados. Cuando la engañaba no tenía miedo. Ahora, cuando veía que lo iban a pillar, por fin sabía que tenía miedo.
Doria lo ignoró pero miró a Claudia. -Voy a ir yo sola. Vuelvo en un momento. -
-Está bien. -Claudia la amonestó. -El camino hacia el baño está un poco resbaladizo. Ten cuidado entonces.-
-De acuerdo.-
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