Al mismo tiempo... en el hospital...
Édgar se despertó a las siete y media de la mañana, y miró a su alrededor.
Solo Roxana y Vicente estaban en la sala, pero Doria no estaba.
Vicente se acercó:
—Sr. Édgar, ¿cómo se siente?
Édgar dijo con voz tranquila pero ronca:
—Estoy bien.
Vicente le ayudó a sentarse en la cama y dijo:
—Pediré al médico que venga.
Tras la marcha de Vicente, Roxana se acercó y se sentó en el sofá junto a la cama:
—Doria se llevó al bebé.
Édgar no se sorprendió por ello y respondió con un sonido gutural.
Roxana soltó un ligero suspiro y preguntó:
—¿Qué piensas hacer ahora?
—Hablemos de ello más tarde.
Ahora estaba hospitalizado y no podía hacer nada.
Édgar hizo una pausa y luego preguntó:
—¿Se han hecho daño ella o el bebé?
—El bebé se asustó, pero no fue un gran problema. En cuanto a Doria... creo que podría tener un problema psicológicos por lo sucedido. Me enteré por Vicente que la niñera arreglada por Agustina habría asfixiado al bebé si Doria no hubiera llegado a tiempo.
Édgar cerró suavemente los ojos:
—Fue mi error.
Sabía por qué Saúl quería quedarse con el bebé, así que nunca pensó en la posibilidad de que alguien hiciera daño al niño. Además, intentaron matar al niño delante de él.
Al repensar este asunto, Édgar se dio cuenta de que Agustina se había preparado para morir en ese momento. Esta era la razón por la que no tenía escrúpulos.
Roxana continuó:
—Lo mejor es que el pequeño está bien. En cuanto a otros asuntos... Usted tendrá que quedarse en el hospital durante varios días, y así puede dar a Doria algún tiempo para que se calme.
Édgar dijo con voz ronca:
—Probablemente no me perdonará.
Todavía podía recordar lo que Doria le había dicho antes y conocía muy bien su personalidad.
Originalmente, él planeó contarle a Doria la verdad después de salvar al niño de la Mansión de los Santángel. Al menos podría tener un atisbo de oportunidad para justificarse en ese caso. «¿Cómo podía saber que las cosas no irían según mis planes?».
Roxana dijo:
—No puedo ayudarte en este asunto. Así que lo único que puedo hacr es desearte buena suerte.
Vicente entró en la sala con un médico después de un rato.
Tras examinar el estado de Édgar, el médico no pudo evitar decir:
—Eres tan audaz que te demoraste mucho en venir después de recibir el disparo. Si hubieras venido al hospital unos minutos después, perderías el brazo.
Édgar respondió:
—Quizá sea porque tengo buena suerte.
—Es cierto.
Roxana dijo:
—Saldré a comprar el desayuno para ti.
Después de que el médico y Roxana salieran de la sala, Édgar preguntó:
—¿Cómo está todo fuera?
Saúl se ha despertado, pero su estado no es bueno. Solo puede poner los ojos en blanco. El médico dijo que sufrió un derrame cerebral debido a la estimulación y que podría estar postrado en la cama por el resto de su vida.
Édgar no tuvo ninguna reacción y se limitó a preguntar con voz tranquila:
—¿Cuál es el estado de la mansión Santángel?
—Llovió durante toda la noche y el cadáver de Agustina no fue trasladado hasta esta mañana. Vicente continuó:
Édgar abrió los ojos tras varios segundos y preguntó:
—¿Y que pasó con Gonzalo?
—Julieta le mordió la mano antes y encontraron tejido de piel de Gonzalo en sus dientes. Las pruebas son irrefutables y este caso llegará a juicio pronto.
Édgar preguntó:
—¿No te parece raro?
Alex asintió con la cabeza:
—En efecto, es extraño. Si Saúl exigió a Gonzalo que matara a Julieta personalmente porque no se fiaba de él, ya que Gonzalo había seguido su orden, significaba que había dejado claro temporalmente su lealtad. Bajo esa condición, no hubieran hecho aparecer el cadáver de ésta, aunque Saúl quisiera retractarse de sus palabras. Él no elegiría hacerlo esemomento porque si Gonzalo era atrapado por la policía, éste haría todo lo posible por involucrar a Saúl para salvarse. Así que Saúl no buscaría problemas para sí mismo.
Édgar dijo:
—El cadáver de Julieta no fue revelado por los hombres de Saúl.
Alex frunció las cejas:
—¿Quiere decir que hay otra persona detrás de esto?
—Tengo que vigilar lo que ha dejado Agustina tras su muerte. Aunque nos hemos deshecho de sus hombres, todavía no sabemos quién ha estado apoyando a Agustina hasta ahora.
—Emmm... Incluso si alguien estaba respaldando a Agustina, ¿cómo podría hacerlo en el territorio de Saúl? ¿Qué beneficios podría obtener de esto si Saúl se enteró de la muerte de Julieta antes de que llegáramos a la Mansión Santángel?
—Este es el punto ingenioso de esta trama. Todo estaba entrelazado y cada parte fue perfecto —Édgar continuó—. Además, Agustina estaba decidida a morir anoche. Intentó enfurecerme para que la matara, pero no esperaba que yo no estuviera dispuesto a hacerlo, así que al final optó por suicidarse.
Alex sintió de repente que se le erizaban los pelos:
—¿Qué demonios tenía planeado?
Édgar se burló:
—Ella quería plantar una semilla de odio en mi corazón y en el de Israel. Ella pensaba que mientras ella muriera, Israel y yo nos odiaríamos a muerte.
—Así que Israel también formaba parte de su trama. ¿Pero no temía que te deshicieras de Israel para evitar posibles riesgos?
—Agustina conoce este aspecto de mí mejor que tú.
Alex se quedó atónito y luego se dio cuenta rápidamente.
Probablemente Agustina estaba segura de que Édgar no mataría a Israel pasara lo que pasara. Por lo tanto, planeó este complot sin ningún escrúpulo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO
Quiero el finall...