Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 577

Ambas fueron a un supermercado. Claudia recogía todos los artículos para críar bebés y los ponía en el carrito de la compra. Pero Doria los sacaba.

Dijo con una sonrisa:

—Son todos para niños de dos a tres años. Mi bebé todavía no puede comerlos.

Claudia suspiró emocionada:

—Ya tiene un año. Yo, como su madrina, no le he hecho ningún regalo. Me siento muy avergonzada al mencionar esto, pero los niños siempre crecen rápido y a veces lo hacen en un abrir y cerrar de ojos.

—Lo sé.

Claudia continuó:

—Por cierto, me enteré por Ismael de que llevaste al bebé al hospital y lo examinaron esta mañana. ¿Qué te dijo el médico?

—El médico ha dicho que goza de buena salud. Aunque nació prematuramente, se le cuidó muy bien. Ahora su único problema es que su crecimiento era más lento que los otros bebés, pero los demás indicadores son todos normales.

—Tengo que admitir que ese gilipollas se ha ocupado bien del bebé.

Doria la corrigió con voz suave:

—Se encargó de él la señora Roxana.

A excepción del tiempo en la empresa, Édgar había pasado la mayor parte del tiempo con ella. Además, según sus características, se podía decir que había sido tan misericordioso si no hacía llorar al bebé cuando lo cuidaba.

—Entonces, ¿dónde está la madre de Édgar? Para ser sincera, creo que el bebé se ha acostumbrado a ser cuidado por la Sra. Roxana. ¿Le gustaría...?

Doria negó con la cabeza:

—La Sra. Roxana ha dejado Ciudad Sur.

Claudia se sorprendió y preguntó:

—¿No está en la ciudad?

—Ismael me ha dicho que Édgar ha ordenado a sus hombres que la lleven fuera de la ciudad hace varios días. —Dijo Doria.

—¿Por qué?, —preguntó Claudia.

—Aunque Agustina haya muerto, la familia Santángel no piensa acabar así con este asunto. El padre de Édgar quería quedarse con el niño, pero el objetivo de Agustina era... —respondió Doria.

Su objetivo era la Sra. Roxana.

En tal circunstancia, si Roxana se quedara en Ciudad Sur, tendría que enfrentarse a mucho más peligro.

Además, sería fácil llamar su atención si se quedaba con el bebé. Si volvían a conspirar contra ellos, serían confinados como lo que ocurrió la última vez. Así que para evitar que el accidente se repita, Édgar dispuso que Roxana abandonara la ciudad.

Claudia lanzó un largo suspiro:

—Entonces, ¿cuál es la situación de la familia Santángel?

—El padre de Édgar quedó totalmente paralizado tras la muerte de Agustina y ha sido llevado a la mansión de los Santángel. —Doria hizo una pausa y luego añadió—. Entre los Santángel, sólo Israel puede tomar una decisión ahora.

Claudia preguntó:

—¿Le guardará rencor a Édgar por esto? Después de todo, Agustina era su madre y Édgar causó indirectamente su muerte.

Doria recordó lo que Agustina dijo antes de morir cuando escuchó la pregunta de Claudia. Sus palabras fueron tan crueles como una maldición.

Doria estaba un poco perdida.

Al ver que Doria guardaba silencio, Claudia extendió la mano y la agitó frente a ella:

—Doria, ¿estás ahí?

Doria volvió a la realidad y curvó los labios en una ligera sonrisa:

—Estoy bien. Ya he recogido las cosas que quiero comprar, vámonos.

***

Cuando llegaron, Claudia se encontró con varios camiones abajo y preguntó con curiosidad:

—¿Quién se está mudando?

Doria también miró y comentó:

—Esa persona parece tener muchas cosas. ¿Podrán caber en el apartamento?

Los apartamentos de este recinto eran todas de pequeño tamaño y normalmente solo tenían una o dos habitaciones.

Doria adivinó que en un apartamento con dos dormitorios no cabrían las cosas de los camiones.

Claudia soltó un suspiro:

—Hay mucha gente rica en el mundo, pero ¿por qué no puedo formar parte de ellos?

Después de subir, se encontraron con que las puertas del ascensor vecino se abrieron al mismo tiempo.

Las cajas fueron sacadas del ascensor una a una y luego las trasladaron al apartamento contiguo a la de Doria.

Había cuatro apartamentos en esa planta.

Claudia alquiló una de ellas y Doria también alquiló una. El resto ya fueron alquiladas anteriormente.

A juzgar por la situación actual, parecía que las dos restantes fueron compradas por la misma persona.

Al ver esto, Claudia dijo significativamente:

—Parece que conozco a este tipo rico.

Doria se quedó sin palabras.

Doria apretó los dientes, ya que nunca había visto una persona tan descarada.

Probablemente, Édgar percibió que Doria estaba a punto de enfadarse. Tras unos segundos de silencio, se levantó y le puso el bebé en los brazos:

—Vendré mañana. Si me echas de menos, puedo venir a buscarme.

Poco después de que Édgar se marchara, el bebé empezó a tener sueño. Se frotó los ojos, bostezando.

Doria le preparó un poco de leche. Después de chupar varios bocados, el bebé se quedó dormido con el biberón en la mano. Parecía que tenía mucho sueño.

Doria se preguntaba por qué estaba tan animado en ese momento.

Doria le quitó el biberón al bebé con delicadeza, luego pusó al bebé en la cama, le tapó con una manta y salió a limpiar el salón.

En ese momento, Ismael también salió de su habitación.

Doria dijo:

—He encontrado una niñera adecuada y vendrá aquí mañana, así que tú volverás a la universidad.

Ismael respondió con un sonido gutural:

—Entonces, iré mañana por la mañana.

Después de empacar sus cosas, Ismael preguntó:

—¿Édgar se mudó aquí?

Doria solo respondió tras varios segundos de silencio:

—No lo sé.

Ismael curvó los labios en una sonrisa:

—Entonces vendré los fines de semana. Ten cuidado, creo que este asunto no llegará a su fin tan fácilmente.

—Está bien. —Doria hizo una pausa y luego preguntó—. Ismael, tengo curiosidad por algo. ¿Daniel...?

Daniel le dijo la última vez que fue Ismael quien le dijo que el bebé seguía vivo.

Pero Doria tenía el presentimiento de que no era algo tan sencillo. Su conversación no era simplemente sobre esto.

Ismael no tuvo ninguna reacción extraña y se limitó a preguntar:

—¿Qué cosa?

Mirando a Ismael, Doria se tragó las palabras que quería decir y cambió de tema:

—No importa. No es nada especial, descansa bien.