Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 77

Al día siguiente, en cuanto Édgar bajó las escaleras, Vicente se apresuró a entrar, -Gerente Édgar, ha pasado algo.-

Ya fuera antes o después del compromiso, la actitud de Abraham hacia Aitana siempre había sido fría. Además, la familia Santángel y la familia Valerio solo consideraban ese matrimonio como una cooperación empresarial, no se preocupaban en absoluto por si había amor entre ellos.

La única que se tomaba en serio ese compromiso era Aitana.

Si ella se había comportado bien antes porque temía que Abraham la odiara y no aceptara ese matrimonio, entonces, después del compromiso, se la podía describir como que ya no temía nada.

El embarazo de Doria era algo que no se lo podía quitar de la cabeza. Por eso culpó a Doria la indiferencia y el distanciamiento que Abraham le había dado.

Además, todavía pensaba que era muy raro que Doria no se había quedado embarazada después de casarse con su primo durante tres años, pero justamente se quedó embarazada después del divorcio. Pensó que era muy probable que ese hijo fuera de Abraham.

Por lo que, de buena mañana, Aitana empezó a armar jaleos en la mesa del comedor. Sin embargo, era muy inteligente y no mencionó nunca el nombre de Doria, solo dijo que había una mujer que estaba embarazada del hijo de Abraham y que Saúl dijera algo por ella.

Así, incluso si luego Saúl se enterara de que esa persona era Doria, tampoco tendría nada que ver con ella.

Saúl se enfureció tan pronto como se enteró. No era importante que no hubiera amor entre ellos, pero ese asunto era algo que implicaba la reputación de la familia Santángel. Sin mencionar que ese tipo de cosas sucedió pocos días después del compromiso. Si la familia Valerio había hecho algo tan descarado en ese momento crucial, también era algo que afectaría la cooperación que había entre ellos.

Vicente dijo, -Saúl quiere una explicación, y la gente de la familia Valerio ya está en camino hacia la casa vieja.-

La expresión de Édgar permaneció sin cambios, y habló a la ligera, -¿Cómo se enteró Aitana de eso?-

-Aún no está claro, lo comprobaré ahora.-

-No es necesario.- Édgar salió con las piernas largas, su voz un poco fría, -Estará claro si voy a preguntar.-

...

En la antigua casa de la familia Santángel.

Saúl estaba sentado en el sofá sujetando la punta del bastón con ambas manos, no dijo nada con la cara fría.

Enfrente, Aitana seguía llorando allí.

A largas, Saúl se impacientó, -¿De qué sirve llorar si las cosas ya han sucedido? ¿No eras tú quien armaba jaleos por casarse con Abraham? Si no le gustas, tarde o temprano tendrá amantes.-

Aitana dijo agraviada, -Pero obviamente es la mujer la que ha estado molestándolo, y encima ahora está embarazada. No les importan mis sentimientos en absoluto.-

Saúl dijo enojado, -¡¿Y qué si está embarazada?! ¡No creo que Abraham se atreva a dejar que ese niño tenga su apellido!-

En ese momento, Agustina miró hacia la puerta y de repente dijo, -Sí, después de todo, no todos los hijos ilegítimos tienen tanta suerte.-

Inmediatamente, la voz de la sirvienta sonó, -Señor Édgar.-

Édgar asintió con indiferencia, no se podía ver las emociones en sus fríos rasgos faciales.

Toda la habitación se quedó en silencio por un instante, la temperatura del ambiente caía en picado.

Al ver venir a Édgar, Aitana ya no se atrevió a llorar, por lo que solo pudo sollozar en voz baja.

Cuando Israel bajó las escaleras y vio una escena así, suspiró en silencio, -Édgar, empújame al jardín a dar un paseo. Resulta que tengo algo que decirte.-

Cuando se fueron, Saúl frunció el ceño y dijo, -¡¿Tienes que provocarlo justo en este momento?!-

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