Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 84

Doria se paró inconscientemente delante de Édgar, -Nada, Roxana, un amigo, yo...-

Pero con tanta prisa, se olvidó por completo de que Édgar era mucho más alto que ella y no podía tapar nada poniéndose delante de él.

Roxana miró hacia ella, pero no a ella, sino a la persona que estaba detrás de ella.

Después de unos segundos de silencio, Doria de repente escuchó sonar la voz fría de Édgar, -Me voy.-

-¿Eh?-

Si antes no se iba ni con esas palabras que había dicho, ¿por qué cambió de opinión tan rápido?

Mientras Édgar dio unos pasos con sus largas piernas, Roxana volvió a hablar, -Édgar...-

Édgar hizo oídos sordos y se alejó.

Doria se quedó aturdida en su lugar, sin entender la situación.

Al ver que Roxana tenía mala cara, fue tras él sin siquiera pensarlo.

Vicente, que esperaba fuera, también estaba muy confundido, ¿por qué cuando había entrado todo estaba bien, pero a la hora que salía tenía una pinta aterradora?

¿Por qué se peleaban tanto esas dos personas todos los días?

Tan pronto como Édgar llegó al coche, Doria salió por detrás y gritó, -¡Gerente Édgar!-

Édgar hizo ninguna reacción, solo abrió la puerta del coche, se inclinó y se subió.

Vicente miró a Doria con cara de perpleja.

Doria respondió con otra cara de perpleja.

Obviamente, ninguno de los dos había entendido lo que estaba pasando Édgar.

Pero como Édgar ya estaba en el coche, Vicente no se atrevió a retrasarse, así que dio una vuelta para ir al asiento del conductor.

Doria sólo pudo quedarse allí, viendo cómo se marchaba el Maybach negro.

Sin saber el tiempo que pasó, la voz un poco cansada de Roxana llegó desde la puerta, -Doria.-

Doria retrajo la mirada y se acercó a ella, -Roxana.-

Roxana miró hacia donde se fue Édgar, -Éd... ¿Él es tu amigo?-

-... En realidad no.- Doria preguntó en voz baja, -Roxana, ¿lo conoces?-

Roxana estaba sumergida en sus pensamientos un poco aturdida, tardó unos segundos en reaccionar y forzó una sonrisa débil, -Es el presidente del Grupo Santángel, lo vi en el periódico.-

Si no dijera eso, Doria tampoco habría llegado a pensar en eso, pero...

Hasta ahora, finalmente supo por qué Roxana leía un periódico financiero todos los días.

Lo de que su hijo vivía con su padre y que no lo había visto desde hacía 20 años.

Más lo del hijo ilegítimo que le contó Israel.

Doria dijo tras un silencio, -Roxana, nunca ha habido ninguna foto de él en el periódico.-

Roxana parecía estar en trance aún, -Ah... ¿Sí?-

-Roxana, Édgar... ¿Es tu hijo?-

Roxana no respondió, solo bajó los ojos.

Doria no supo cómo consolarla por un tiempo, porque la actitud de Édgar hacía un momento era realmente hiriente.

Dudó un rato antes de decir, -Roxana, no es mi amigo, es mi... ex marido.-

Roxana se sobresaltó. La miró y luego de repente miró su vientre ligeramente abultado.

Las dos se quedaron en silencio.

Doria no se había imaginado nunca que, recorriendo sobre mil kilómetros de la Ciudad Sur hasta aquí, iba a encontrarse con la madre biológica de Édgar.

Era algo muy fuerte.

Finalmente, Roxana se apretó las sienes, -Se hace tarde, ve a la cama.-

-Entonces no te molestaré. Puedes irte a la cama de nuevo.- Lourdes levantó la cesta, se inclinó y susurró, -Debes tomártelo en serio lo que te he dicho de emparejar a Raimundo y Doria.-

Roxana sintió que le dolía aún más la cabeza.

Poco después de que Lourdes se fuera, Doria bajó del segundo piso.

Roxana se cubrió la frente y dijo, -El desayuno está en el sartén.-

Doria asintió, volvió a la casa y sacó el desayuno.

Sentada junto a Roxana, le susurró, -Roxana, ¿no te sientes bien?-

Roxana hizo un gesto con la mano, -Nada, dolor de cabeza, ya lo tengo desde hace mucho tiempo.-

-¿Qué tal si luego vas al médico? Te acompaño.-

-No pasa nada, tomaré un poco de medicina y se me pasará.- Roxana la miró, -¿Vas a salir?-

Doria se quedó pasmada durante unos segundos antes de decir, -Creo que... no.-

-Como quieras, entraré para acostarme un rato.- Cuando Roxana estaba a mitad de camino, se dio la vuelta y preguntó, -¿Qué quieres comer luego?-

Doria mordisqueó los bollos al vapor, -Quiero beber sopa de pescado.-

-Justamente Lourdes acaba de traer dos carpas anoche. Te prepararé la sopa en un rato.-

-Gracias, Roxana.-

Roxana movió los labios, como si quisiera decir algo, pero al final solo suspiró en silencio y regresó a la habitación.

Después de desayunar, Doria sintió que no podía comer la comida de Roxana sin devolverle nada a cambio.

Así que luego de estar un rato sentada, volvió a llamar a Vicente.

Vicente dijo que el gerente Édgar no había salido de la habitación y mucho menos había comido desde que volvió anoche.

Doria dijo “Vale” y colgó.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO