Miserable Matrimonio (COMPLETO) romance Capítulo 14

—Estás hermosa Liviana. — dijo Jayne –

—¿Tú crees? Es al primer baile al que asisto después de tres años. — dijo Liviana mirándose aun en el espejo —

Era innegable, estaba realmente hermosa, ambas lo estaban, Liviana había decidido volver a presentarse en sociedad con un hermoso vestido rojo pasión con algunos detalles negros, era un diseño algo escotado dejando un poco libre sus hombros, aunque  su oscuro cabello peinado con hermosos ondas caían como cascada sobre ellos, su cuello  lo acompañaba una gargantilla a juego con el vestido dándole un toque encantador. Mientras que Jayne iba con un vestido parecido pero este era dorado con detalles blancos, su cabello tenía un recogido hermoso dejando suelto algunos mechones haciéndola ver más juvenil y encantadora.

—No te mentiría Live, Marcus se quedará fascinado contigo.

—A Marcus no le fascina nada de mí. Nos podemos llevar bien, pero eso no significa que el sienta algo por mi o siquiera le guste un poco, porque eso sería mentirme a mí misma.

—Creo que lo mejor que hiciste fue aceptar la anulación, este matrimonio solo te hace daño, y su indiferencia te hace más daño. — Detalló Jayne — Eres joven Liviana, podrás encontrar un buen hombre que sabrá amarte y valorarte.

Liviana sabía que su amiga tenía razón, por ese motivo había aceptado darle la libertad a Marcus. Suspiró hondo y sonrió a su amiga.

—Lo mismo digo para ti, Jayne, aun sigues siendo joven para encontrar un buen matrimonio. ¿Piensas que tu amor del pasado asista al baile?

—No lo sé, y no debería de importarme tampoco, de seguro ya debió de haber contraído matrimonio con una dama a su altura. — dijo Jayne mirando un punto fijo —

—¿Una dama a su altura? Jayne, eres hija de los duques de Devonshire ¿Quién en su sano juicio no querría casarse contigo?

—Al parecer el título no importa mucho cuando no entras en el estereotipo de belleza que buscan los hombres.

Ambas se quedaron pensativas ante esas palabras, ¿Por qué la sociedad tenía tantos prejuicios con la apariencia?

—Mejor vámonos. —  dijo Liviana —

—¿No esperaremos a Marcus?

—Es difícil que aparezca, desde anoche que salió no ha regresado,  y no creo que lo haga. — respondió Liviana —

—Pero debe pasar por ti e ir juntos al baile. — dijo Jayne frunciendo el ceño. — Eres su esposa.

—Por poco tiempo, no me molesta asistir sola al baile. Así que andando.

Salieron de la residencia y entraron al carruaje que las llevaría al baile. Platicaron un poco durante el trayecto imaginado cómo reaccionarían los aristócratas  al volver a verlas nuevamente en sociedad. Al llegar, amas bajaron y miraron la residencia donde una vez vivió Jayne con sus padres y sus hermanos, pero ya no lo consideraba un hogar, no desde que sus padres la echaron y la exiliaron al campo sin remordimiento alguno. Por la mente de Jayne desfilaban imágenes de como seria recibida por sus padres una vez estuviesen enterados de que su hija está presente en el baile.

—¿Crees estar preparada para esto? — Le preguntó Liviana —

—Creo que sí, esto tendría que pasar tarde o temprano, tengo que darle frente a mi pasado para dejarlo ahí, en el pasado. Los últimos días he estado pensando que si quiero vivir el presente y un futuro tengo que dejar de vivir en el pasado. —Respondió Jayne —

—Quiero que sepas que estoy contigo en cualquier decisión que tomes.

—Gracias. — Liviana sonrió a su amiga y ambas decidieron dar el paso y entrar —

Liviana estaba nerviosa, no podía negarlo, muchos pares de ojos las miraban. Nuevos rostros estaban presentes y ninguno que recordase, pero también tenía que recordar que estaba el hecho de que no disfrutó tanto como quería de su primera temporada. Rápidamente reconoció al grupo de hombres que hablaban animadamente en el salón, pero le extrañó no ver a Marcus con ellos, sus amigos no habían cambiado mucho, estaban como ella los recordaba, pero tenía que reconocer que estaban más guapos.

—Ahí están los amigos de Marcus. — Apuntó Liviana al grupo mientras ignoraba muchas miradas puestas sobre ella y su amiga —  Vamos a saludarlos.

—¡Espera! – Jayne la detuvo — Ahí están mis hermanos. —Liviana volvió a mirar y fue cunado cayo en cuenta de que Logan y Leonardo William eran integrantes del grupo y a la vez hermanos de su amiga — No sé si ellos me recibirán.

—¡Claro que sí! Son tus hermanos, además ya han pasado cinco años desde que no se ven, deben de extrañarte.

—No es lo que me dieron a entender, aunque recibo su ayuda económicamente, nunca se dignaron a visitarme. Puede que no les agrade mi presencia aquí.

—No tengas miedo. — Liviana no dejó que Jayne respondiera y la arrastró hacia el grupo que había conocido años atrás —

—Buenas noches. —Llegó a ellos y saludó, los hombres dejaron de parlamentar para mirar a las damas, todos se quedaron  sorprendidos y maravillados al reconocer a Liviana y a Jayne —¿No me recuerdan? Soy Liviana, la esposa de Marcus.

—Claro que sí, Lady Liviana, solo nos sorprende verte aquí, te hacíamos en el campo. — dijo Anthony tomando su mano para saludarla, lo mismo hizo con Jayne – Lady Jayne, tampoco sabíamos de su regreso.

—Marcus no nos dijo que habías regresado.  – Dijo Christian, quien trataba de ignorar la presencia de Jayne —

—Retornamos ayer, de mi regreso nadie sabía, pues no pude avisar a tiempo. – respondió Liviana —

—¿Hermana, como has estado? — Preguntó Logan a Jayne, se acercó a ella y tomó sus manos —

—Bien. — respondió tímidamente y Liviana frunció el ceño, nunca había visto a su amiga tímida ni mucho menos nerviosa—

—Me alegra que estés bien hermanita, te he extrañado mucho en estos años. — esta vez habló Leonardo quien no dudo en abrazarla —

—Si me disculpan, iré a invitar a algunas damas a bailar.  — dijo Christian —

—Eso debiste de haber hecho desde que llegaste, aunque realmente no sé qué haces aquí. — le dijo Logan a Christian —

—Deberías de dejar los rencores en el pasado, mi querido amigo. Lady Jayne al parecer así lo hizo. — dijo Christian mirando por primera vez a Jayne —

—Deberías de lavarte la boca antes de nombrar a mi hermana imbécil — dijo Leonardo acercándose con intención de ponerlo en su lugar pero fue detenido por su hermana —

—Déjalo, por favor, no queremos arruinar el baile  de… nuestros padres. — dijo Jayne y Liviana miraba la escena sin entender —

—Me alegra verte nuevamente Liviana. — dijo Christian sonriendo y con eso abandonó el grupo, Liviana miró a su amiga quien no puedo dejar de mirar a Christian con dolor y rencor–

Entonces Liviana cayó en cuenta de la verdad frente a ella: El amor del pasado de Jayne es… Christian.

—¿Y cómo les fue su estancia mientras estuvieron en el campo? — preguntó Anthony aligerando el ambiente —

Pasado unos minutos todos empezaron a conversar animadamente olvidando lo que había pasado. Jayne enseguida se relajó pero seguía algo tensa ya que no había visto a sus padres y no sabía si ellos reaccionarían tan bien como sus hermanos. Liviana estaba algo sorprendía, ya que muchas damas se acercaron a ella a preguntarle cómo se sentía y para decirle lo hermosa que estaba, y algo que la sorprendió más fue saber de su supuesta enfermedad, dado que Marcus había mencionado que su esposa se había marchado a vivir un tiempo al campo porque el doctor se lo había recomendado por su problema en los pulmones. Lady Lilian se acercó a saludar también y a preguntarle por su hijo, pero ninguno tuvo una respuesta clara para dar.

Al poco rato fueron anunciados Marcus y su acompañante, Lady Emma, todos en la sala miraban la pareja, Liviana se sentía devastada pero no lo dio a demostrar, se mantuvo firme y neutra aunque por dentro se estaba derrumbando. No podía creer que Marcus la hiciera pasar tal humillación, sabía que había aceptado la anulación pero pensaba que mientras el proceso se llevara a cabo, él la respetaría un poco.

—Solo por papel, y no por mucho tiempo. — Señaló Liviana y Marcus sintió que ardía, sus palabras hicieron eco en su cabeza —

Claramente le estaba diciendo que quería estar lejos de él, y entonces se preguntó si Liviana no sentía lo mismo que él, si no sentía la atracción, el deseo que había entre ellos, ¿O era solo él quien lo sentía?

—Veo lo ansiosa que estas por verte libre querida, lástima que tendrás que esperar mucho para eso. – Marcus pensó que le estaba dañando los planes a Liviana pero la realidad era que al escuchar sus palabras Liviana sintió un gran alivio, estaría más tiempo cerca de él, aunque eso significase seguir sufriendo, sí que era una masoquista —

—¿Y por qué tardaría? — Preguntó, y él le explicó que el proceso de la anulación tardaría en ser arreglado —  Pensé que sería más rápido.

—Igual yo querida, pero estaremos encadenados por más tiempo. — Ambos quedaron callados — Veo que ya eligió a alguien para casarse una vez que estemos separados. —No supo porque decir aquello le hizo sentir un sabor amargo —

—¿A qué te refieres? — preguntó ella, no sabía porque este baile era más largo que los anteriores—

—Hablo de Logan William.

—¿Y volvemos a lo mismo? Lord William solo es amable, notó mi cara de aburrimiento y decidió sacarme a bailar. — Marcus no hizo más comentario respecto a Logan, no quería pensar en las miradas de deseo con la que miraba a su esposa—

—Está bien, pero no quiero volver a verte cerca de él.

—¿Qué? —  Liviana estaba sorprendida ante la prohibición de su esposo, ¿Cómo se atrevía a prohibirle hablar con alguien cuando él era el primero que la traicionaba? — ¡Marcus no tienes derecho!

Marcus la arrastró fuera del salón y la llevó disimuladamente a otra habitación, más precisamente la biblioteca.

—¿Qué hacemos aquí? No podemos dejar el baile así, se darán cuenta. — expuso Liviana —

—¿Y qué si se dan cuenta? Estamos casados. — respondió el con simpleza — Y hasta que este matrimonio no quede totalmente disuelto tú sigues siendo mi esposa y yo tu esposo, por lo tanto tienes que hacer lo que yo te diga, Liviana.

No sabía porque tanta posesividad con ella de repente, no cuando tenía a otra.

—¿Marcus qué te pasa? Nunca te importó con quien hablaba o bailaba, hasta me dijiste que podía tener mis amantes siempre y cuando fuera discreta. — Marcus se puso rojo, ahora que ella lo decía lo recordaba, pero ya no quería que Liviana fuera de otro —

—Pues ya no.

—¿Sabes qué? Yo me voy, tanto alcohol te ha afectado el celebro. — pero Liviana no había dado dos pasos cuando Marcus la tomo por un brazo y la jalo hacia el haciendo que sus cuerpos chocaran y quedaran pegados, paso una mano por su cintura haciendo que quedaran más pegados— ¡Suéltame! — el solo la miraba y no dejaba de pensar en lo hermosa que era, ahora que la miraba bien podía ver que era una mujer bella, y no sabía porque pensaba aquello cuando su belleza era ordinaria, pero le atraía como loco, su cabellos oscuro y sedoso, su piel tan suave, y sus labios rellenos y rosados que lo incitaban a besarlos hasta que quedaran hinchados, deseaba besarla y probarlos. — Marcus…

Y no pudo más, tuvo que hacerlo, pegó sus labios a los de ella y sintió estar en el cielo, ella tardo un poco en corresponderle pero cuando lo hizo pudo saber que ella no tenía tanta experiencia como él, y eso lo volvió más loco, saber que en todo ese tiempo ella no fue de nadie lo hizo ser más posesivo, su beso fue aumentando de intensidad, Marcus la acorraló contra una mesa que había ahí y la sentó encima de esta, sus besos bajaron a su cuello y ella guiada por el momento le facilitó el trabajo al mover su cabeza. Sus manos fueron al bordillo de su vestido y lo levanto levemente metiendo la mano dentro para poder acariciar sus muslos, esos con lo que había estado soñando despierto desde que los vio, sintió como pequeños y suaves gemidos salían de la boca de Liviana, y eso hacía que su erección creciera aún más.

La deseaba, y como un demonio que la deseaba, quería desnudarla ahí mismo y hacerla suya, poder hundirse en su interior, saborear su cuerpo, verla retorcerse en su brazos por el placer que él le daba. Volvió a besarla pero esta vez más necesitado, su otra mano fueron a sus pechos donde acaricio por encima de la tela hasta que los liberó y dejó a su vista, los observó y sintió que se corría dentro de sus pantalones nada más tenerla así, no quería ni imaginar que pasaría si la tuviera desnuda completamente.

—Eres tan hermosa, perfecta… — y volvió a besarla tocándola, acariciándola, la quería ahí y ahora… pero la imagen de Emma se le apareció en su cabeza, y también recordó que no podía consumar su matrimonio porque no podría anularse después, así que sin más se separó de ella bruscamente, dejándola confundida, la miró y ¡Por Dios! se resistió de no volverla a besar y tomar ahí mismo cuando vio su estado, sus labios estaban hinchado y probablemente los de él igual, sus pechos fuera del vestido lo incitaban a tocarlos y darle el placer que merecían esas preciosuras, y su falda estaba levantada mostrándole gran parte de sus piernas desnudas. – Esto es un  error. — Su voz sonó ronca — Esto no debió de haber pasado, no puede volver a pasar, te pido disculpas.

Liviana lo miraba incrédula, primero le reclamaba por estar cerca de Lord William, después la besaba y tocaba como él quería, para después decirle que fue un error y que no volverá  a pasar. Realmente la bebida le había hecho efecto. Así que se acomodó y volvió a su estado, se revisó una última vez para salir de la biblioteca sin decir nada y dejándolo solo repitiendo sus mismas palabras.

Eso había sido un error.

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