Miserable Matrimonio (COMPLETO) romance Capítulo 31

Emma no paraba de sonreír, su plan había salido como planeó, por fin viviría en la residencia de Marcus y muy pronto seria la duquesa de Agnes, solo esperaba que Marcus no descubriera sus faltas.

—Estoy tan feliz Marcus, por fin viviremos juntos. — dijo Emma con una inocente sonrisa, pero ya no engañaba a nadie —

Marcus solo la miró sin decir una palabra, Emma estaba loca si pensaba que la llevaría a su residencia donde vivía con Liviana, además, no podía hacerle eso a ella, sería como terminar con su matrimonio de una vez y hacer que Liviana lo odie aún más, todavía no se perdona el sufrimiento que le ha causado en los últimos meses, sin contar los tres años que estuvo lejos. Miró el vientre de Emma y frunció el ceño, no se tragaba el cuento del embarazo, y de ser así, no era suyo, estaba más que seguro de eso. 

Quería un hijo, pero con Liviana.

Al llegar a la residencia que Marcus tenía cerca de Hyde Park se bajó del carruaje esperando que Emma hiciera lo mismo pero no lo hizo, la miró e hizo una seña para que bajara.

—¿Qué hacemos aquí Marcus?

—Aquí es donde vivirás. — Respondió con simpleza—

—Pero…

—No puedo llevarte a mi residencia, Emma.

—¿Pero por qué no?

—Porque ahí vivo con mi esposa, y seria escandaloso que te llevara a vivir bajo el mismo techo que Liviana.

—Pero…

—Pero nada Emma, te quedas aquí o te regresas con tu madre y tu tía y no me ves nunca más. — dijo Marcus seriamente dejando a Emma perpleja —

—Yo… ¿Por qué me tratas de esa forma Marcus? — preguntó ella en un hilo de voz apenas audible —

Marcus apretó las manos en puño por la ira, ¿Cómo era capaz de preguntarle eso? Sí que era sínica y una perfecta actriz.

—Entiende que estoy casado con Liviana, ella es mi esposa y la duquesa de Agnes, soy un duque Emma, y llevarte conmigo sería un problema y gran escándalo.

—Antes no pensabas eso. — dijo Emma haciendo que Marcus se tensara—

«Porque antes era un reverendo idiota» — pensó él, mejor era dejar las cosas así antes de que la ira le hiciera decir algo que lo perjudicara a él o a su familia.

—Entremos.

Cuando entraron a la residencia estaba un poco sucia y llena de polvo, la había comprado hace un año para vivir junto a Emma cuando lograran casarse, no pensó que todo se torcería de tal forma que la venda de sus ojos se caería para ver la realidad.

—Enviaré sirvientes para que limpien y te sirvan. — dijo Marcus mientras Emma hacia una mueca de disgusto — Aquí estarás cómoda.

—Pero yo quería estar contigo Marcus.

—Emma, ya hablamos de eso.

Después de convencer  a Emma que era lo mejor salió de ahí para reunirse con Diego, el esposo de su hermana.

—Lord Livingston. — Saludó Diego y Marcus hizo lo mismo — Los documentos del divor…

—Olvídalo, no voy a separarme de mi esposa. — interrumpió Marcus y Diego le dio una pequeña sonrisa —

—Me alegra que te hayas dado cuenta que lo mejor es seguir casado con tu esposa. — dijo Diego —

—Ya… este, no le digas a mi hermana por favor, estoy segura que irá y le dirá a mamá.

—Vale.

—Pero aun preciso de tus servicios.

—Tú dirás. — dijo Diego—

—Apenas llegue hablaré con él. 

—¿Y si Marcus sigue adelante con el divorcio? — preguntó Jayne —

—Aun así no me casaré con tu hermano, no se merece cargar con un hijo que no es de él, Jayne.

—Siempre pensando en los demás, ¿Cuándo empezaras a pensar en ti?

—La última vez que lo hice, Marcus y yo terminamos en este matrimonio, el me odió por tres años y yo sufrí aún más por no ser correspondida, solo espero que Marcus acepte a nuestro hijo, de no ser así, mi padre me dio la idea de irnos a vivir a la casa de campo de Hampshire, solo fui una sola vez y es hermosa.

—Veo que tienes un plan de escape.

—Solo era una opción, pero viendo el comportamiento de Marcus conmigo puede que no tenga que utilizarla.

En la noche Liviana y Jayne esperaban a Marcus para ir a la cena que sus padres organizaron. Liviana usaba uno de los nuevos vestidos que la Sra. Jayson le había hecho, aunque le quedaba hermoso, sentía que se veía más gorda, pero era eso o que se dieran cuenta de su embarazo.

Jayne iba con un hermoso vestido rosa que le hacía ver como una niña buena.

—Estoy segura que el embarazo te sentará muy bien.

—No lo digas tan alto, Marcus puede bajar y  escucharte. — dijo Liviana en un susurro —

—Cierto, aun no le dices a Marcus, en realidad no sé qué esperas, ¿imaginas que Emma vaya y le diga primero la mentira que te dijo a ti?

—No hablemos de eso, por favor. Y esta noche le diré, realmente quiero decirle pero no sé cómo.

—Solo dile: Marcus, estoy embarazada.

—¿Estas embarazada?

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