130 mil euros de repente se convirtieron en 200 mil, lo que hizo que Yara se llenara de alegría de inmediato, no podía creerlo.
Inmediatamente, le preguntó a Pedro con sorpresa -¿Estos dos millones son realmente para mí?-
Pedro asintió la cabeza y dijo, -¡Claro que es todo tuyo!-
-¡Eso es genial!-Yara se emocionó enormemente.
¡Vieron que Yara consiguió 200 mil euros! ¡70 mil más que la capital inicial! Los otros ancianos también se emocionaron. Pensaron que sus dinero también serían devueltos con la ganancia original, ¿no?
Algunas personas tomaron la iniciativa para preguntar, -Pedro, ¿y qué es de nuestro dinero?-
Pedro miró apresuradamente a Manuel.
Aunque Manuel no estaba dispuesto a tirar el dinero que ya se había tragado. Pero esta vez se toparon con el Señor Arango, además del dinero tal vez podrían perder la vida, por lo que no le importaba, y dijo bruscamente, -¡Para! ¡Retirada! Gracias al señor René, ¡tendréis todo el dinero devuelto con las ganancias!-
Todos de repente vitorearon con entusiasmo.
René dijo de repente con frialdad en este momento, -Manuel, esta gente no tiene nada que ver conmigo, ¿qué quieres decir con gracias a mi? ¿Juegas conmigo al chantaje emocional?-
Manuel se sobresaltó y soltó, -Señor René, ¿qué quiere decir? Estoy un poco confundido, no entiendo...-
René dijo, -El dinero de esta gente no tiene nada que ver conmigo. Si quieres reembolsar, puedes reembolsar, pero si no quieres reembolsar, no reembolsarás. Pero si te atreves a decir que es por mi bien, ¡no me culpes de enfadarme ahora!-
“Estos viejos, se han estado burlándome con Yara hace un momento, ¿por qué los tengo que ayudar ahora con las deudas?”
Por el contrario, no solo no los ayudaría con las deudas, sino que también le dejaré claro a Manuel que, si lo resolviese y les devolviera el dinero a estos viejos, ¡ofendería a él!
Manuel comprendió de inmediato, y espetó, -¡Señor René, no se preocupe, lo entiendo!-
Después, le dijo a Pedro, -¡Sólo devuélvale el dinero a la suegra del Señor René, nada más!-
-¡¿Qué?!-los ancianos que hace un momento estaban en plena alegría, de repente se volvieron locos, algunos incluso lloraron y se lamentaron.
Otros le rogaron a René que fuera misericordioso, pero René se hizo oídos sordos.
“Este grupo de viejos irrespetuosos, ¿hace un momento cómo burlaban e insultaban de mi? Ahora vieron que puedo controlar la situación, ¿así quieren que les ayudo?”
“¡Joder!”
Al ver el jaleo de estos viejos, Manuel estalló de repente, -¡Callaos la puta boca! ¡Quién diablos dice una cosa más, que le moleste al señor René, a quién diablos le mataré!-
Estos viejos no se atrevieron a decir nada...
Manuel miró a Maluma, que estaba atónito, y espetó, -Señor René, este hombre, ¿es su amigo?-
René miró a Maluma, y Maluma suplicó apresuradamente, -¡René, René! ¡René, sálvame! ¡Dígale al señor Manuel que somos buenos amigos! ¡Te lo ruego!-
René resopló con frialdad y le dijo a Manuel, -No conozco a esta persona, sigue cumpliendo tu promesa y déjalo ir después haberle dado la suficiente paliza.-
Manuel comprendió de repente, y ordenó a sus hombres, -¡Malditos, sigue dándole, este hijo de puta, me enfada solo con verle!-
Maluma gimió horrorizado, -¡René! ¡Te había faltado el respeto! Te ruego que me ayudes, te lo ruego...-
Después de todo, dio un paso y se fue.
Todos se arrepintieron cuando escucharon las palabras.
Se culparon a si mismo, ¿para qué se habían burlado de René?, ahora... La oportunidad de recuperar el dinero ganado estaba completamente perdida...
Pensando en esto, había gente que se dieron dos bofetadas a sí mismo, y otras se desplomaron en el suelo llorando desesperadamente, ¡Este dinero era lo último que tenían! ¡si lo perdiesen, se acabaría todo!
Sin embargo, no tenían otra forma, culpaban a sus propias bocas, y también culpaban de no tener un buen yerno como René.
De camino a casa, Yara le preguntó a René con una sonrisa halagadora, -René, ¿cómo conoces a ese Manuel? ¿Por qué es tan cortés contigo?-
René se hizo el tonto y dijo, -¿Cómo puedo conocer a una persona como él? Solo llamé a un compañero y él sí que es capaz de pedirle a la compañía que le devuelva el dinero.-
Cuando Yara escuchó esto, se sintió decepcionada.
Pensaba que René tenía algún poder que no conocía, pero resultaba que también iba pidiendo favores a la gente.
Así, el entusiasmo se derrumbó en un instante.
Pero, afortunadamente, había recuperado el dinero y encima ganó 70 mil euros de extra, lo que la hizo verle con otro ojo a René.
Le dijo a René, -René, lo que ha pasado hoy, tienes que guardarme el secreto, y no le digas a nadie. Aunque ya soy vieja, pero también paso vergüenza, ¿no?-
René sonrió impotentemente y no tuvo más remedio que estar de acuerdo y dijo, -Lo sé, mamá.-
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