El gesto de Gabriel era muy feo, estaba extremadamente furioso.
En este momento, ¡finalmente se sentía con mucha vergüenza por la traición de esa maldita mujer!
Ya no podía aguantar más, como un loco golpeaba ferozmente a Eugenia y maldijo, - ¡Eres una prostituta, me has estado mintiendo! ¡Me has traicionado, te mataré! ¡Te mataré! -
Eugenia gritó por el golpe, su cabello estaba desordenado y se derrumbó y lloró.
Gabriel golpeó y regañó, - ¡Vamos a divorciarnos! ¡Sal de la casa, ni podrá llevar nada de mi casa! ¡De lo contrario, encontraré a alguien para matar a tus padres y a tu hermano, y los hundirán en el río! -
¡Eugenia se derrumbó por completo!
Había hecho todo para podía casarse con la familia Palafox, pensaba que podía gozar la vida, pero hoy, ¡su sueño estaba destruido completamente!
¡Todo esto era por René!
Odiaba a René, pero René sonrió con desdén en ese momento y le dijo a Amelia, -Mi amor, vámonos, dejan ellos a pelearse. -
Después de hablar, tomó la mano de Amelia y caminó hacia el ascensor.
Los hermosos ojos de Amelia temblaron, se sorprendió y no podía creerlo ¿Cómo René encontró a los escándalos de Eugenia?
Pensando en esto, miró a René, como no podía creerlo, por eso lo preguntó, - ¿Mandaste a alguien a investigar a Eugenia? -
-No es posible, no tengo ese poder. -René bromeó y dijo, -Un compañero mío de clase fue herido gravemente por Eugenia antes, ha estado investigando los escándalos de Eugenia, pero no esperaba que sirviera en este momento. -
Diciendo en eso, René la había llevado al ascensor.
Después de entrar el ascensor, René apretó el botón del piso superior y Amelia le preguntó apresuradamente, -René, ¿presionaste el piso equivocado? ¿El piso superior no es de los jardines colgantes? -
René sonrió levemente -Mi amor, ¡el lugar dónde vamos ahora es los jardines colgantes! -
¡Tan pronto como salieron estas palabras, Amelia se quedó pasmada, parecía que le cayó un rayo!
¿Los jardines colgantes? ¿cómo podía pasar eso?
Toda la Ciudad J, todo el mundo sabía que Los jardines colgantes de esta noche fue reservado por un hombre misterioso.
Incluso si René tenía mucho poder, ¡era imposible reservar un puesto en jardines colgantes para celebrar el tercer aniversario de bodas!
Pero enseguida, de repente apareció una idea increíble en la mente de Amelia, -O sea… ¿René era el hombre misterioso que había reservado por completo a los jardines colgantes?
Aunque esta idea como si fuera una fantasía, en este momento, ¿existían otras explicaciones razonables?
Pensando en esto, Amelia preguntó, -René, ¿reservaste por completo los jardines colgantes? -
René sonrió levemente y dijo, -Sí, ¡hoy quiero darte una enorme sorpresa! ¡Bríndate una boda de prosperidad que nadie pueda copiar! -
- ¿Qué? -
Amelia se quedó atónita, parecía que le había perdido su pensamiento.
Si realmente esto fue una enorme sorpresa que René se le había preparado.
Entonces, ¿ella sería la mujer más feliz de la Ciudad J esta noche?
Al pensar en esto, la respiración de Amelia se aceleró y casi perdió la capacidad de pensar.
Lo único lamentable era que todos los vidrios de Los jardines colgantes se habían difuminado, solo podían ver a una pareja que estaba dentro, las flores hermosos y las escenas inolvidables.
Al ver los corazones rojos que seguían apareciendo en el suelo, incontables mujeres decían con nostalgia, -¡Esto es muy romántico! Nunca había visto una escena tan romántica en mi vida ...-
-¡Si yo fuera esa mujer, incluso me dejaría morir ahora!-
-¡Dios mío! ¡La figura de ese hombre parece un misterioso rico!-
-¡Qué lástima que no pueda ver la cara! ¡Qué pena!-
Las escenas en los jardines colgantes sumergieron por completo a las personas que vieron por las paredes de cristal.
Miles de personas lo admiraban en este momento, los ojos de todos estaban llenos de bendiciones, contemplando a este gran jardín que parecía estar suspendido en el aire.
Innumerables mujeres se echaron a llorar y se sentían celosas incontrolables, estaban aún más abrumadas, y estaban lastimado que no era la protagonista de esta enorme boda en esta noche.
Aunque la gente no podía ver a los rostros reales de esta pareja, todavía podían sentirse la felicidad de la pareja.
René se le acercó a ella paso a paso, señaló la vista nocturna de la Ciudad J fuera de la ventana y dijo con cariño, - ¡Amelia, te amo! No podía darte una boda en ese momento. ¡Espero que hoy esta boda solo con nosotros dos, te gustará! -
Amelia se reaccionó, tapándose la boca, y se cayeron sus lágrimas preciosas, las lágrimas como las perlas, se estaban cayendo de su lindo rostro.
Después de escuchar estas palabras, Amelia ya no podía aguantar su emoción, se adelantó y le abrazó a René, llorando dijo, - ¡Me gusta! ¡Me gusta mucho! ¡Gracias René! ¡gracias! -
Hablando de esto, Amelia lloró mucho, ¡En ese momento, se sentía que todos los agravios que había sufrido en los últimos tres años valían la pena!
No importaba cómo René hizo todo esto, al menos por ahora, se sentía muy feliz, ¡y esta noche ella era la mujer más feliz de la Ciudad J!
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