NADIE COMO TÚ romance Capítulo 224

Valeria hizo clic en alguna noticia y vio muchos comentarios de los seguidores fanáticos de Aitor.

—¡¿Aitor está discapacitado en las piernas?! ¡No me digas!

—Qué la señora Cabrera esté salva, el señor Aitor es tan majestuoso, quisiera casarme con él...

Valeria se alegró al ver los comentarios. Los rumores eran una pura tontería, a ella no le gustaba ver a la gente especulando y comentando sobre sí misma y sobre Aitor sin ninguna base.

Ahora que todos sabían la verdad, el estado de ánimo de Valeria se mejoró.

—Por cierto, Valeria, ¿el señor Aitor no tiene hoy una rueda de prensa? He oído que se transmitirá en directo, creo que empezará pronto.

Valeria miró la hora, sólo faltaba media hora para el comienzo de la rueda de prensa. —Bueno, ya casi está, falta media hora para empezar.

—Eso es bueno, vamos a verlo contigo aquí —con eso, Lola cogió el mando a distancia, accionó el interruptor de la televisión de la sala y sintonizó el canal en directo.

—Eh, mira, mira, está empezando —gritó Lola con entusiasmo.

—¿Por qué estás tan emocionada? —todo el mundo no podía evitar sentir un poco de gracia al ver la cara de Lola.

—No tengo tanta suerte como Valeria de encontrar a un hombre como Aitor, pero no puedo mirarlo en la televisión —replicó Lola.

Valeria sólo pudo reírse y sacudir la cabeza al escuchar las palabras de Lola.

Tras unos momentos de bromas entre ellos, todos empezaron a concentrarse en la prensa.

En la televisión, Aitor, que hoy llevaba un traje gris, “se levantó” finalmente frente al público dejando a muchos medios quedarse impresionados. También dejó boquiabiertos a los que estaban frente al televisor.

—Qué guapo, Valeria, qué suerte has tenido —dijo Lola a Valeria.

—Sí, Valeria, eres muy afortunada.

Las orejas de Valeria enrojecieron de vergüenza al escuchar a ellos. Ella tampoco había visto nunca a Aitor sin su silla de ruedas de cara al público, y efectivamente era bastante guapo.

Bajo las luces intermitentes, Aitor estaba sentado bajo la protección de sus guardaespaldas, con un micrófono de sobremesa colocado frente a él.

—Hola a todos, el motivo de esta rueda de prensa de hoy es explicarles y aclararles una serie de cosas que nos han ocurrido a mí y a mi esposa recientemente. En primer lugar, la gente siente mucha curiosidad por mi vida. De hecho, no es mi intención ocultárselo, pero personalmente considero que los logros de una persona tienen poco que ver con sus antecedentes familiares, por lo que no se lo he dicho. Sin embargo, no esperaba que diera lugar a malas especulaciones de algunas personas. Ahora, puedo decirles todo. De hecho, soy miembro de la familia Cabrera, el segundo nieto de Julián Cabrera.

—Señor Aitor, ¿por qué se hizo pasar por discapacitado durante tantos años? —preguntó con curiosidad un periodista.

—Sí, señor Aitor, ¿es conveniente que nos diga por qué? Todo el mundo tiene muhas curiosidad por esto.

—¿Señor Aitor nos podría decir si su fingimiento de discapacidad está relacionada con el incendio de hace diez años?

Los reporteros que estaban en el escenario no paraban de preguntar a Aitor por qué fingió estar discapacitado en las piernas, sabiendo que detrás de eso había algunos secretos.

Pero considerando la fuerza del Grupo Lustre y el estilo de actuar de Aitor, los periodistas no se había atrevido a tomar la delantera para hacerle tal pregunta. Ahora que alguien ya tomó la iniciativa, los periodistas de la conferencia empezaron a lanzar preguntas una tras otra a Aitor.

Cuando Aitor escuchó la especulación, no se ofendió, sino que se limitó a decir con voz ligera:

—¡Estoy tan celoso y envidioso!

Cuando Aitor regresó, ya era de noche y Valeria había terminado de cenar en el hospital y ya quería acostarse.

Aitor no se fue a dormir a la cama del lado, sino que se acurrucó con Valeria en la misma cama.

Al pensar en lo que Aitor había insinuado tan obviamente en el lanzamiento de hoy Valeria preguntó:

—Diego debería estar muy enfadado hoy. Ahora todo el mundo sospecha que te ha puesto trampas para apropiarse de la herencia familiar. Un colega de la revista me ha dicho hoy que las acciones de su empresa han caído mucho.

—Por supuesto —contestó Aitor en voz baja, y al momento siguiente hubo un resplandor en sus ojos—, pero se lo merece.

Al escuchar el evidente resentimiento en el tono de Aitor, Valeria se sintió un poco insegura y no pudo resistirse a preguntar:

—¿Realmente odias a Diego?

Después de todo, Diego era su hermano mayor.

—Por supuesto, no puedo perdonar lo que me hizo hace diez años de ninguna manera.

—¡¿Qué quieres decir?! —al escuchar las palabras de Aitor, Valeria se quedó boquiabierta.

«¿Es posible que el incendio de hace diez años tenga realmente algo que ver con Diego?»

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: NADIE COMO TÚ