NADIE COMO TÚ romance Capítulo 44

Hoy cuando Aitor vio las fotos que le enseñó Vicente, estaba muy enojado, aunque no lo mostró por la expresión.

¡Enojadísimo!

Al ver esas fotos ya sabía que lo había hecho a escondidas con cámara oculta. Si no se equivocaba, sería cuando pasó lo de hacía dos años.

AunqueValeria se lo había explicado y sabía que no era la culpa de Valeria, aun sentía rabia en en fondo al ver las fotos de Valeria con un aspecto tan coqueteada.

Cada vez que pensaba que Valeria había hecho el amor con el otro hombre, ¡se enojaba tanto que quería matar a ese maldito hombre!

Más exactamente, si estos años no hubiera aprendido a controlarse a sí mismo, ahora no podría quedarse con Valeria tranquilamente.

Estaba enojado también por Vicente.

¿Vicente le enseñó las fotos porque quería vengarse de Valeria por su engaño o simplemente quería poner a Valeria y a Aitor en discusión?

Pero fuera como fuera, no sería apropiado para Valeria trabajar con Vicente. Si no, pasaría lo mismo que había ocurrido en la Ciudad Q.

Por eso quería que Valeria cambiara de trabajo, pero esta lo rechazó tan rápido que ni se lo pensó.

Aitor no entendía por qué Valeria quería seguir en ese trabajo.

«¿Acaso quiere estar con Vicente?»

Aitor mismo parecía que este pensamiento era demasiado tonto, pero no podía parar de pensar, al contrario, creía así cada vez más.

Al recordar las fotos que había visto hoy, Aitor se enfadó por completo, dejó los cubiertos y añadió,

—¿Por qué no quieres separarte del editor Vicente?

Valeria se sorprendió.

Ella nunca había imaginado que Aitor dijera eso.

«¿Él cree que aún estoy enamorada de Vicente e voy a ser infiel con él?»

Aunque su matrimonio con Aitor había empezado de una forma extraña, Valeria respetaba su matrimonio, a su pareja y nunca sería infiel con Aitor.

Y lo que dijo Aitor ahora, parecía que la estaba sospechando y eso le dolía a Valeria.

—Aitor, qué quieres decir —ella lo dijo fríamente—. ¿Estás pensando que Vicente y yo tenemos algo?

Valeria admitió que ella estaba muy sensible en ese momento.

Pero no podía aguantar más, los insultos y las sátiras de Vicente en estos días, las fotos de hoy, todo eso la estaba dejando en un colapso emocional.

Al principio pensaba que por lo menos Aitor confiaba en ella, ¿pero ahora él también estaba sospechando que ella le pondría los cuernos?

Aitor tampoco esperaba que Valeria reaccionara tanto, frunció un poco el ceño diciendo.

—No quería decir eso, venga, a comer.

Lo que quería decir Aitor era acabar la conversación aquí pero Valeria dejó los cubiertos y dijo en voz baja,

—Estoy llena, con permiso.

Quería irse después de decir esta frase.

Pero aún no se puso de pie, Aitor se levantó, la encerró en la silla con las dos manos en los lados de la silla.

—¡Qué quieres hacer!

Valeria estaba un poco asustada, viendo que el hombre estaba muy cerca de ella.

No podía saber en qué estaba pensando Aitor, miró la mujer asustada y dijo,

—Valeria, ¿tienes algo que decirme?

Era la segunda vez que Aitor la besaba, comparando con el beso de la última vez, que parecía un castigo, esta vez era más cariñoso y afectuoso.

Al principio Valeria se estaba esforzando en empujar a Aitor, pero cuando le empujó, ni siquiera se movió ni un poquito.

Después de un ratito, Valeria sentía que casi no podía respirar, con la cara roja, no podía ni moverse y mucho menos defenderse.

No sabía cuánto duró el beso, Aitor soltó a Valeria cuando vio que ella estaba quedándose sin aliento.

Aitor se puso recto y el beso parecía que había expresado sus celos.

Cuando vio los labios de Valeria que estaban un poco hinchados por el beso, sintió un poco de pena, acarició sus labios y dijo en voz baja,

—Lo siento, ¿te he hecho daño?

Valeria mordió el labio sin responder.

—¿Qué pasa? —vio a Valeria con esa actitud, Aitor volvió a enfadarse—. ¿Tanto odias que te toque?

Aitor se sentía mal cuando se acordó de la última vez en la cama con ella.

Valeria no le podía responder, se sentía agotada, quitó las manos de Aitor y se fue del comedor.

Aitor miró su espalda, pero finalmente no la siguió.

Esa noche, Aitor no volvió a la habitación mientras que Valeria se quedó sola sin dormir.

Al día siguiente, Aitor había salido muy pronto. Cuando Valeria se despertó ya no estaba.

Desayunó sola y se fue a trabajar, cuando llegó, ni se había sentado y vio a Vicente saliendo de su despacho rápidamente.

Valeria frunció el ceño, cuando justo quería irse al baño para evitar a Vicente, este último la habló.

—Valeria, ¿tienes tiempo por la tarde no? Vaya conmigo al Grupo Lustre a hacer una entrevista.

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