¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 146

Rosaría sabía que si salía ahora, no habría esperanza de que recuperara su relación con Mateo.

Si hubiera sido en el pasado, no habría esperado que a Mateo le gustara. Ella solo regresó por Laura. Pero ahora, después de ver el jardín privado y enterarse de que él estaba profundamente enamorado de ella, ya no quería dejarle ir.

Ignorando el dolor en el dorso de su mano, Rosaría agarró la mano de Mateo y dijo -¡Créeme esta vez! ¡Sólo esta vez! Mis sentimientos por ti nunca han cambiado. Mateo, no niego que te he odiado y he deseado que mueras. Pero si de verdad un día mueres, realmente no podré soportar el dolor, no lo puedo. También me tienes en tu corazón. No seas afectado por las palabras de los demás, ¿de acuerdo? Vivimos nuestras vidas y ya, ¿está bien? -

Él miró a Rosaría con los ojos llenos de lágrimas.

Eran tan claros y preciosos sus ojos, llenos de cariño, que no podía evitar querer creer y decir que sí. Pero no podía olvidar las palabras de Jaime, ni mucho menos las palabras dichas por la propia Rosaría de que ella era un diablo proveniente del infierno.

Pensaba, "¿Volverán los diablos con amor?"

Él podía soportar cualquier cosa, menos el hecho de que la mujer que más amaba ya no lo amara.

Esto era lo peor que la muerte.

Mateo miró a Rosaría y preguntó seriamente -Dime que esta vez solo has vuelto por mí, no fue por nadie ni nada más, que no me usarás, tampoco me engañarás ni me ocultarás nada. Rosaría, mientras me lo digas esto, te creeré. Quiero oírte decírmelo -

Rosaría de repente sintió un dolor en su corazón.

¿Qué diría?

¡No podía decírselo!

En ese clave momento, ella no era capaz de enfrentar a Mateo con franqueza.

Sentía que era una malvada.

Ella no regresó solo por Mateo.

Mucho menos por su amor.

Quería otra cosa de él, la cual era probablemente la más preciosa de él.

Mordiéndose el labio inferior, las lágrimas corrieron de sus ojos.

-Lo siento -

Mateo de repente levantó la cabeza con los ojos llenos de ira.

-¡Lárgate! -

La voz de Mateo no era alta, como si hubiera agotado todas sus fuerzas. Pero se podía notar profunda tristeza en ella.

-Mateo, te lo puedo explicar. Realmente tengo... -

-¡Lárgate ya! -

Dio empujón a ella.

Las lágrimas que salieron de esos ojos preciosos, fueron rápidamente limpiadas por él.

-¡Vete de aquí antes de que me enfade! De ahora en adelante, no quiero verte, ni oír tu voz, ¡no quiero saber nada de ti! Rosaría, dime lo que quieres de una vez, e inmediatamente te lo daré. Sólo te lo ruego, que no me hagas más daño, ¿vale? -

Cada palabra que Mateo decía dio un pinchazo en su corazón como si fuera una daga.

Sus lágrimas cayeron tal como las perlas cayeron de un collar roto.

-Mateo, tengo mis razones -

-Ya no quiero escucharlas más. Te he dado demasiadas oportunidades. No quiero oír nada más de las tonterías. Mi esposa, Rosaría, ya se murió hace cinco años. ¡Ya está muerta! Anabel tiene razón, mi esposa nunca me haría tanto daño como tú. Lo siento, señorita Catalina, necesito descansar. Por favor, sal de mi habitación -

Cuando Mateo dijo la palabra Catalina, Rosaría echó a llorar.

Sabía que no importaba lo que dijera, nunca le perdonaría de nuevo.

-¡Lo siento! -

Rosaría se dio la vuelta y salió corriendo de la sala.

Mariano lo escuchó todo con claridad desde afuera. Al ver que Mateo y Rosaría estaban peleando como tal, entró apresuradamente y dijo -Señor Mateo, no es tal como piensas. Señora Rosaría acaba de ir a su jardín privado, y su expresión era muy feliz y sorprendida -

-Así que fue al jardín privado. Así que sabe muy bien cómo pienso yo. Es por eso que era tan inescrupulosa, ¿verdad? Tan inescrupulosa para herirme, para usarme. Mariano, también soy un ser humano, ¡también siento dolor en el corazón! ¿Sabes? -

Mariano rara vez le vio tan frágil.

El actual Mateo parecía que iba a caer con solo un empujón cualquier.

¿Cómo podría esa persona ser el mismo Mateo con fama de ser fuerte?

¿Cómo él podría ser el mismo señor que dominaba la Ciudad H?

Entonces, cualquiera frente al amor se volvería terriblemente vulnerable.

Mariano tenía muchas ganas de defender a Rosaría, pero no pudo encontrar ninguna excusa.

Mateo respiró hondo y dijo -Llévale a la mansión de la familia Nieto y pídele a Isaac que les proteja bien a ellas tres. Y luego encuéntrame un médico. Quiero cambiar de hospital -

Mariano pensaba que Mateo aún no podía quitar a Rosaría de su cabeza cuando escuchó la primera parte de sus palabras. Pero justo cuando creía que ya no hacía falta preocuparse por este asunto más, le escuchó decir que quería cambiar de hospital y se quedó sin palabras.

-Señor Mateo, todavía le importa su esposa. ¿Por qué quieres cambiar a otro hospital? -

-Quiero estar tranquilo por unos días. ¡No digas a nadie sobre el cambio de hospital, mucho menos a Rosaría! -

Los ojos de Mateo mostraban indiferencias, como si hubiera recuperado su compostura en solo un segundo. Pero Mariano sabía que todo esto lo fingía él.

Mariano dio un suspiro y se dio la vuelta para irse.

Rosaría no salió del hospital, sino esperaba en la entrada del hospital.

Ella tampoco sabía lo que estaba esperando, ¿tal vez era para esperar a que Mateo saliera?

Al escuchar los pasos detrás de ella, Rosaría se dio la vuelta rápidamente, pero se decepcionó cuando vio a Mariano.

Ella sentía que era demasiado ridícula.

Sabía muy bien que una persona tan arrogante como él, después de sufrir tantos daños que le dio ella, no saldría para alcanzarle.

Sabía que solo esperaba que ella estuviera lo más lejos posible.

Con mucho dolor en el corazón, le preguntó a Mariano -¿Qué va a hacer conmigo? -

Mariano miró a Rosaría y pudo sentir su amor por Mateo, pero no entendía por qué no dijo nada antes a Mateo.

-Señora, Señor Mateo me pidió que te llevara a la mansión de la familia Nieto. Si últimamente no hay nada más que hacer, puedes quedarte en la mansión y servir a los dos señores. Señor Mateo dijo que necesita estar tranquilo para la mejora de su enfermedad, así que no quiere molestarte estos días -

Sus palabras destrozaron la última esperanza de Rosaría.

Pensaba, "Él quiere que no vaya a ningún lugar, ¿verdad?"

Él odiaba su engaño y explotación, pero no era capaz de dejar de preocuparse por ella. A pesar de que estaba enfurecido, todavía no se olvidó de pedir a Mariano que le acompañara a casa.

¿Cómo podría lastimar a un hombre así?

¿Podría ser que el incendio hace cinco años de verdad había erradicado su conciencia?

Sus ojos estaban llenos de lágrimas de nuevo, pero no dijo nada más. Se dio la vuelta y subió al coche.

Mariano suspiró y dijo -Señora, Señor Mateo siempre es una persona con orgullo. Ya se dará cuenta de todo después de un rato. Por favor esté tranquila estos días -

-Gracias, Mariano -

Soltó una sonrisa débil, pero al final, no pudo mantener su rostro sonriente.

Volvió la cabeza, con los ojos llenos de lágrimas, queriendo llorar.

-¿Puedo ver a mis padres? -

Sabía que Mateo no permitió que ella saliera, pero en este momento, realmente tenía muchas ganas de hablar con un pariente suyo.

Mariano le respondió -Espera unos días, señora -

Rosaría ya no hablaba.

El auto llegó a la mansión de la familia Nieto.

Había más guardias de seguridad y patrullas que antes.

Cuando Rosaría bajó del auto, Isaac salió para darle la bienvenida.

-Señorita Rosaría, has regresado -

Isaac miró a Rosaría con cortesanía, igual que antes. Pero ella sabía que algunas cosas habían cambiado.

Cuando Eduardo se enteró de que Rosaría había regresado, rápidamente salió corriendo de la habitación.

-¡Mamá! -

Corrió con toda rapidez y se metió directamente en el abrazo de Rosaría.

Rosaría estaba un poco distraída. Ella dio un paso atrás y casi se cayó. Sin embargo, todavía fingía ser feliz y dijo -¿Me has echado de menos? -

-Por supuesto que sí. Lo hago todos los días. Mamá, ¿regresaste para acompañarnos? Mateo dijo que tenemos que estudiar más últimamente. Así que te pidió que volvieras y nos ayudaras con nuestra tarea, ¿es así? -

Eduardo miró a Rosaría. Descubrió que sus ojos estaban un poco rojos e hinchados.

-Mamá, ¿Mateo te maltrató? ¡Iré a buscarle! -

Al terminar de hablar, Eduardo corrió hacia afuera, pero fue detenido por ella.

-No, él no me ha maltratado. Es que acabo de ver un programa de televisión. Fue demasiado conmovedor. No pude evitar llorar -

Rosaría sí que tenía ese problema. Cuando veía pasar algo conmovedor, no podía contenerse de llorar.

Sospechando de sus palabras, él miró hacia Mariano.

-¡No me mientas! ¿Mateo realmente no ha maltratado a mamá? -

Mariano se sintió muy avergonzado y respondió apresuradamente -Señorito Mateo, piénsalo. Señor Mateo aún está en el hospital. ¿Cómo puede maltratar a la señora? -

-Tienes razón. Tampoco creo que se atreva a hacerlo. Mamá, si Mateo te maltrata, debes decírmelo. ¡Voy a vengarme de él por ti! No lo olvides, ¡tienes un hijo que siempre te apoyo! -

Al escuchar lo que dijo su hijo, Rosaría tenía ganas de llorar de nuevo.

¡Mateo no la maltrató!

¡Fue ella quien maltrató a Mateo!

Abrazando a Eduardo y susurró a su oído -Sé amable con él en el futuro. Después de todo, te dio la oportunidad para poder vivir en este mundo -

-¡Pero así no puede maltratar a mamá! -

Envolvió fuertemente el cuello de Rosaría con sus brazos.

En este momento, ella estaba pensando en muchas cosas, pero no podía mostrarlas frente al niño. Solo podía soportarlas con fuerza, pero sentía que se estaba ahogando de dolor.

Después de entrar en la mansión de la familia Nieto, Adriano no salió. Isaac dijo que tenía un resfriado recientemente, todavía estaba descansando. Por eso no le molestó.

Rosaría se sentía muy incómoda, pero no quería que Eduardo se diera cuenta. Así que dijo -Mi hijo, estoy un poco cansada estos días. Necesito tomar un descanso. No me molestes, ¿de acuerdo? -

Eduardo sintió que algo estaba mal con Rosaría, pero al saber que Rosaría no descansaba bien, obedientemente asintió preocupado -Mamá, descansa. Te veré más tarde -

-Vale -

Rosaría sonrió débilmente, pero no pudo evitar que el dolor que sentía en su corazón se extendiera.

Regresó a la habitación donde vivía con Mateo, sintiendo dolor de nuevo.

Todas las cosas de ahí demostraron el amor de él por ella. Sabía que nadie le culparía por ser demasiado emocional cuando acababa de regresar. Después de todo, había mucho malentendido durante el incendio de hace cinco años. Sin embargo, al ver a un Mateo tan débil, su corazón se destrozó.

Quería hacerle una llamada, pero de repente se dio cuenta de que su número había sido bloqueado por él.

No pudo contener más las lágrimas y se echó a la cama con tremendo dolor en el corazón.

¿Cómo podría recuperarlo todo?

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