¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 270

Al principio, Rosaría no quiso hablar nada, pero la conversación con Mateo le recordó algo importante.

Viendo que estaba dormida Abril, le dijo en voz bajita -Vamos afuera -

No estando de acuerdo con ella, Mateo se quedó inmóvil.

"Si no fuera por Abril, Rosaría no llegaría a tal situación en que se caería en cualquier momento con un mal estado de salud. Y la desgraciada está ahora descansando tranquila, mientras Rosaría tiene que salir afuera para no despertarla. ¡Injusto!" Pensándolo, con mucha furia, Mateo estaba dispuesto a echarla afuera.

Viéndolo inmóvil, Rosaría se dio cuenta de su intención, y lo detuvo diciendo -No hace falta que te enfades con una niña -

-Sólo tú la tratas como una niña -

Al final Mateo tuvo que obedecer trasladándola envuelta de la manta encima para afuera.

Apenas salieron, se despertó Abril, quien quería hablar algo cuando los vio alejándose, pero se calló, y volvió a dormirse.

Mateo se dio cuenta de lo que hizo recién Abril, pero la ignoraba, pensando, "Sólo Rosaría está ciega preocupándose por Abril."

Suspiró y le dijo -Tonta, sabes que tu bondad te ciega los ojos. ¿Cómo podrás seguir viviendo si no estoy a tu lado cuidándote? -

Escuchando sus burlas, Rosaría protestó -No soy tan tonta -

-Y lo peor de ti aún no lo he dicho -

-¿Entonces por qué me sigues amando si soy tan gilipolla? -

Rosaría estaba ahora muy deprimida.

La contestó con orgullo -¡Qué remedio tengo yo enamorándome de ti! Quizás soy demasiado potente para todo, y me quedará mejor una mujer como tú, vulnerable y con menos capacidades, así ¿no te parece que nos complementamos? -

-Te voy a matar, Mateo -

Rosaría se sintió muy indignada de sus palabras.

Luego extendió la mano para hacerle cosquillas.

Sonrió Mateo amenazando -Si sigues así, soltaré las manos, y te caerás definitivamente al suelo -

Hasta entonces se dio cuenta de lo peligrosa que era su situación.

Resopló y le dijo -Por ahora te dejo en paz -

-Entonces debería estarte agradecido -

Luego Mateo la dejó suavemente encima de una piedra.

Le complacía verlo así, tierno y tranquilo. "Si se lo permite, me gustaría pasar unos días de luna de miel con él aquí mismo." Pensó Rosaría.

En este momento, el sol se había levantado del horizonte, cuyo calor se transmitió por todas partes. La oscuridad y lo malo se habían desaparecido por la brillante luz. Bajo su seno, Rosaría ya se olvidó de los sufrimientos y las adversidades.

Abrazándola, feliz y contento, le dijo -Quisiera vivir aquí contigo para el resto de mi vida, sin que nadie nos molestara ni separara. Contigo me basta -

Escuchando sus palabras, Rosaría sintió de repente mucho dolor en el corazón.

-Nadie podrá separarnos, nunca -

-Pero con el caos que se predomina en nuestra vida, nunca sabemos qué pasará -

Le respondió Rosaría con un sollozo en la voz.

La abrazó fuerte y dijo suavemente -Me siento muy culpable por los sufrimientos que habías pasado. Si te hubiera casado con un hombre normal, nunca hubiera sufrido tanto. Te levantarás temprano y trabajarás arduo para mantener la vida, lo cual será mucho mejor que ahora, conmigo -

-¿Te has arrepentido por haberte casado conmigo? -

Lo miró con una sonrisa feliz, lo cual le hizo a Mateo aún más culpable.

Sacudió la cabeza y susurró -Estarás libre sin mi casamiento. Pero una vez casada conmigo, nunca te dejaré escapar de lo peligro que estaremos, ni del infierno que pasaremos -

-Eres tirano, bárbaro, y particularmente irracional -

Sonrió felizmente.

La besó de repente y dijo -¿Acaso no sea por mi modo de ser por lo que te enamoras de mí? -

-¡Sin vergüenza! -

Rosaría estaba ahora de buen humor a pesar de no poder respirar por los besos.

En realidad, no disfrutaba mucho tiempo como ahora con él.

Bajo su seno, sintiendo el latido acelerado de su corazón, le preguntó -¿Cómo conociste a Isaac? -

Escuchando su nombre, Mateo se detuvo por un rato, luego la explicó -Estábamos alistado en el ejército en el mismo año, y habíamos luchado varias veces juntos en la batalla. Aunque nos retiramos ya del ejército, seguimos siendo mejores amigos para siempre -

-¿Si te traiciona este mejor amigo? -

Sorprendido, inmóvil, de repente templó Mateo porque se dio cuenta de algo.

-¿Es él? -

Le pareció increíble.

Cualquiera de la base podría traicionarle, nunca se le ocurriría que fuera Isaac quien le hubiera traicionado.

Viéndolo sorprendido con un rostro lívido, Rosaría estaba aún peor.

-Fue él -susurró ella -Lo escuché yo misma -

Se lo contó todo lo que se había enterado.

Por mucho tiempo Mateo no pudo abrir la boca, y la abrazó aún más fuerte.

"¡Casi le hago daño a mi esposa!"

"Nunca se me ocurriría que fuera Isaac." Pensó Mateo.

Matero sabía que su esposa ya se había divorciado con él, y se marchó con los hijos, pero no sabía que fuera controlada por tanto tiempo bajo la señora Anabel.

Se sintió tan indignado ahora que la quería matar a Anabel con sus propias manos.

"¿Por qué me toca que Anabel es mi madre biológica?"

"¿Y por qué es tan mala?" pensó Mateo.

Viendo que Mateo estaba callado, Rosaría lo abrazó con fuerza para que sufriera menos.

En este caso, nadie podría ayudarle a salir de esta situación, sino él mismo.

Cualquiera que tenía un amigo con quien había luchado juntos en las batallas donde pusieron en peligro su vida, no aceptaría que le hubiera traicionado este mismísimo compañero.

En este caso, solo él mismo, pudo aliviar los dolores.

Pensándolo, de repente recuperó la conciencia y le dijo a Rosaría -Siento mucho haberte puesto en el peligro -

-No es nada. Me basta con que estés a mi lado ahora -

Lo acarició suavemente.

Mateo se sintió aún más culpable.

-En realidad, me sentía tan incómodo y preocupado que decidí volver a la base, a pesar de haber salido. Luego vi todo en el caos y en la base no quedaba nadie, hasta entonces me di cuenta de que había pasado algo grave porque no podía encontrar ni a ti, ni a Isaac. Por eso salí a buscarte -

Aunque lo dijo ahora con tranquilidad, Mateo estaba rígido de espanto.

"Si no hubiera sido la incomodidad que me sentí del corazón inquietante, en este instante habría llegado a la Ciudad H para preparar la operación de Laura. Quizás así perderé siempre a Rosaría." Pensó Mateo.

Pensándolo, Mateo se quedó pálido de miedo.

El miedo de perderla para siempre lo hizo ahogarse.

-Lo siento de verdad, nunca pensé que... -

-Nadie lo esperaba. Pero ¿Isaac no sabe este lugar? -

Le preguntó preocupada.

Mateo sacudió la cabeza y dijo -Puede que sea aquí el único lugar que no conoce él. Había pensado regalarle esta isla, incluso con los documentos preparados ya. Apenas lo regalé, ocurrió esta tragedia -

Dijo deprimido, con un tono triste.

Comprendió completamente su tristeza por haber sido traicionado. "Ojalá lo sufra yo por él." Pensó Rosaría.

-Todavía me tienes a mí y a los hijos -

-Lo sé -

A pesar de haberla abrazado fuerte, el frío le recorrió todo el cuerpo.

"¿Quién más puedo confiar si hasta él me traicionó?" pensó Mateo.

Pero no pudo acusarle.

"Si me encontrara en el mismo lugar donde me amenazan con mis familiares, ¿qué haría yo?" Pensó Mateo.

"Quizás haría lo mismo." Sin embargo, Mateo se sintió aún muy triste por su traición.

Viendo que Mateo estaba más tranquilo, Rosaría le dijo -Otra cosa más que te quería contar -

-Dime -

Se dio cuenta de lo informada que estaba Rosaría en tan solo corto tiempo. Para él, era difícil entender las mentiras ocultas y escondidas bajo la amabilidad y la simpatía.

"¿Acaso es por eso existe el Imperio de la Noche?" Pensó Mateo.

Tenía un poco miedo de recibir más noticias malas, porque no sabía si podría asumir la consecuencia.

Pero con Rosaría a su lado, se sintió más fuerte.

Era un hombre con una familia entera por cuidar, no debería renunciar sus deberes.

Pensándolo, sintió más apoyos.

Hasta que Mateo recuperó la fuerza, le dijo Rosaría en voz baja -Anabel quería matar a Laura, y Alana había mandado a alguien para matarla en la operación -

-¿Cómo? -

Con mucha indignación, se levantó de repente.

La familia era el límite de Mateo, pero Anabel la quería perjudicar con más de una vez.

Mateo quería en este instante interrogar a ella por qué les trataba así con tanta malicia.

Le explicó -Supongo que ella no quiso que donaras tu riñón a Laura -

-¡Pero es mi propia hija que lo recibe! ¡Mi hija biológica! -

-En este sentido, tú también eres su hijo. Yo estoy también indignada de su comportamiento, pero pensando en la relación entre vosotros, no me sorprenderá que te quiera proteger a toda costa. Eres lo único que tiene. Pero me preocupo mucho por Laura -

Pensando en Laura, sus ojos llenaron de la tristeza.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡No huyas, mi amor!