¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 345

Javier estaba sorprendido por lo que había dicho Mateo.

-¿Es verdad? -

Miró a Rosaría con angustia.

Sin embargo, Rosaría dijo con indiferencia -Me parece que no puedo ser un miembro de la familia Suárez, por lo que es posible que Marta sea la mejor persona, que merece la pena la identidad de la familia Suárez. Aunque no tengo ni identidad aquí, Mateo puede ayudarme sin duda -

Después de decir eso, Rosaría se dio la vuelta y se fue.

-Rosaría, espera un momento. La señora Verónica no sabría esto. Entra, por favor. Se lo explicaremos a la señora Verónica -

Al ver Rosaría estar punto de irse, Javier estaba nervioso.

¿Cómo podría no tener la identidad de la familia Suárez ella?

Sin embargo, Mateo estaba tranquilo. Miró a Javier y dijo con indiferencia -La señora Verónica puede ser loca por la enfermedad grave. En el futuro, tienes que educarle a tu hija adoptiva bien. Si no os gusta a Rosaría, al revés, soy yo quien cuida bien de ella -

Con eso, Mateo siguió los pasos de Rosaría y se fue. No hicieron caso a Javier.

Rosaría se enfadaba y se quejaba de esto mucho.

No mantenía una relación buena con Marta. Ahora incluso la señora Verónica quería Marta siendo el miembro como la hija adoptiva, luego vivían juntos en la familia Suárez.

Marta había dicho que quería obtener todo lo que quisiera.

Rosaría andaba cada vez más rápida. Estaba muy enfadada de lo que pasó de hoy día. En ese momento, fue empujada por un abrazo fuerte, luego un coche pasó del lado de ella.

-¡Cuídate! -

El conductor maldijo enojado y se fue.

Parecía que Rosaría no sabía qué pasó ahora. Mateo dijo con preocupación -No vale la pena que pienses en esa persona, ya estás en peligro -

Rosaría estaba consciente de la temperatura familiar.

De repente se le levantó la cabeza y vio los ojos preocupados de Mateo. De repente se sintió un poco arrepentida.

-Lo siento -

-No tienes que disculparte conmigo. Sé que te sientes mal. Dime, ¿cómo te hago feliz? -Mariano me dijo antes que cuando una mujer está de mal humor, o va de compras o come algo. ¿Qué es lo que quieres? -

Mateo dijo con mima, por lo que Rosaría estaba más feliz que antes.

No le importaba si la familia Suárez le gustara o no.

Y el mundo también.

Mateo era el apoyo de ella.

Mateo hizo todo lo posible para alegrarle a ella.

Rosaría se sonrió de repente. Ella ignoró a las personas en la calle y envolvió directamente sus manos alrededor del cuello de Mateo. Ella susurró -¿Y si a mí tampoco me gustan los dos? -

Soplaba sobre el cuello de Mateo como un gato acariciaba el corazón.

En el último mes, Mateo casi todos los días se dormía abrazando con ella. Ahora ella hizo esto, ¿no se preocupaba por que él no podía contenerse?

Mateo de repente tiró de su cintura hacia su lado, y Rosaría se sonrojaba de la sensación familiar.

-Mateo, ¿por qué eres tan pícaro? -

-¿Soy pícaro? Pero me provocas en la calle, ¿no? Rosaría, ¿qué quieres hacer? -

Mateo miró a ella con la mirada profunda y ardiente. Rosaría sentía vergüenza al verlo.

-Sólo estoy cansada, ¿no lo puedo? -

Un hombre normalmente aceptó la coquetería de su amor.

Mateo sonrió.

-¡Claro! Todo está bien. Ahora te llevo a un lugar -

-¿A dónde vamos? -

Rosaría fue encantada por Mateo.

Mateo vio que ella se sonrojaba ahora aquí. Bajó la cabeza y besó profundo a ella. Luego escuchó silbidos de los alrededores.

Solo entonces Rosaría recordó dónde estaban, y estaba tan avergonzada que casi escondió su cara en el abrazo de Mateo.

Mateo se sonrió, por lo que Rosaría estaba más avergonzada.

Ella golpeó a Mateo y fue agarrada por la muñeca de Mateo. Ella dijo en voz baja -Está bien, estamos en la calle -

-¡Qué odioso! -

Rosaría sintió que las personas estaban viendo a ellos. Tiró la mano y corría juntos con Mateo.

Mateo se rio felizmente, pensando que Rosaría estaba muy linda.

Un momento después, Rosaría se detuvo sin aliento. Echó un vistazo a los desconocidos al alrededor y dijo -¡Qué avergonzada! -

-No te preocupes. Está bien que los novios hagan algo cariño como esto. Pero, Rosaría, nuestro coche está muy lejos desde aquí -

Las palabras de Mateo recordaron a ella.

-¿Por qué no lo dijiste antes? -

-Me parece que quieres entrenarte y acompañarte -

Mateo sonrió y Rosaría se quedó sin palabras -

-¿Qué debemos hacer ahora? -

-Tomamos un taxi -

De todas maneras, Mateo quería estar con Rosaría.

Sin embargo, Rosaría miró a Mateo y le pidió que tomara un taxi. Era un poco raro.

Los dos intentaron un taxi, pero no se paró. Mateo estaba un poco sorprendido.

-No hay personas en su coche, ¿por qué no se paró? -

-Yo sé que nadie está -

Rosaría sonrió.

Parecía que Mateo sabía lo que pasó.

-¿Sabes por qué? -

Mateo extendió su mano hacia la axila de Rosaría.

Rosaría ya estaba preparada, así que se huyó ahora mismo.

-¡Para! -

Mateo le persiguió a ella enseguida.

Los dos corrían en la calle con la risa de Rosaría. Era tan especial que los otros veían a ellos. El aire estaba muy dulce.

Al final, Mateo ya alcanzó a Rosaría. Luego abrazó a ella. Rosaría dijo -ahora ya no hay personas que reserva el auto directamente agitando la mano -

-Entonces, ¿cómo podemos hacer? -

No hacía falta llevar la vida de esa manera, por eso Mateo estaba muy confundido.

Rosaría sacó su teléfono y encontró la aplicación de taxi. Ella sonrió y dijo -Mira, ahora todo es de manera de reserva en Internet.. El taxi te recogerá en el lugar designado. Así que ves que no hay clientes en el coche. Tal vez es reservado ese taxi. Es normal que te ignore. ¿Crees que sigues siendo el jefe del Grupo Nieto? ¿Todos tienen que ser educados contigo? -

Rosaría dijo con orgullo. Mateo no se enfadaba de ella y dijo -Por favor, mi amor, ayúdame -

Rosaría no sabía cómo responderle, porque era la primera vez que Mateo estaba muy humilde.

-Vale ¿a dónde vamos? Dime, reservé un coche en línea -

Rosaría se sonrojaba de nuevo.

Mateo miró su operación, tomó su teléfono y escribió la destinación.

Un momento después, llegó el taxi.

Rosaría y Mateo se subieron al auto y fueron al Hospital Central.

Cuando llegó a la entrada del hospital, sonó el teléfono de Rosaría. Miró y vio que era de la familia Suárez. Frunció un poco el ceño y no sabía si debía responderlo.

Al verla así, Mateo recogió directamente el teléfono.

-¡Oye, mi teléfono! -

Sin embargo, Mateo no le hizo caso. Dijo directamente con el otro lado. Era la voz de la Señora Verónica.

-Rosaría, ¿dicen que te fuiste después de llegar a la casa de Suárez? ¿Qué pasó? ¿Te olvidaste de traer algo? ¿Te sientes mal? -

Rosaría no sabía cómo responderle a la señora Verónica.

Mateo se burlaba y dijo -Señora Verónica, ¿por qué dice esto? Me parece que Javier ya le dijo todos a usted. No hace falta fingirse como si no supiera la verdad. Rosaría no quería molestarle a usted ya, por lo que nos vamos -

La señora Verónica no sabía cómo responder las palabras de Mateo.

-Mateo, digas educado conmigo. Soy abuela de Rosaría -

-Depende de que usted cómo trata con Rosaría. Ella no ha tenido la identidad que le merece, pero ahora quiere adoptar a otra chica. Ella no sabe nada sobre esto. ¿Crees que ella debe entrar en la familia de Suárez sin duda? Lo siento, ella puede elegir cómo vivir. Si usted quiere los otros ser el miembro de la familia primero, Rosaría no regresará nunca -

Mateo colgaba el teléfono y lo apagaba.

Rosaría le agitó la cabeza y dijo -¿Cómo sabes que te permito hacer de esa manera? -

-¿No es así? ¿Estoy equivocado? ¿Quieres vivir con Marta? -

Rosaría sacudía la cabeza -Vale, tu respuesta es la mía -

-Es cierto que son tus parientes, pero tienes el derecho de seleccionar. No podía dejarles intimidarte -

Mateo tomó la cabeza de Rosaría.

En este momento, Rosaría se mejoraba mucho.

-Ya veo -

Ella sonrió a Mateo e iba a probar olvidándose de las quejas.

Bajando del coche, según la indicación de Mateo, Rosaría fue a hacer un examen corporal completo. El resultado era perfecto. Mateo estaba muy feliz.

Cuando los dos salieron del hospital, Mateo de repente dijo misteriosamente -Te llevaré al otro lugar. Debería gustarte el lugar sin duda -

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