¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 403

Rompiéndose la cabeza, Mateo no pudo averiguar a quién le faltaba de los presuntos que protagonizaron el escándalo hace cinco años.

Dominado silencio entre los dos, Rosaría volvió a mirar la foto y dijo en voz baja, -Tal vez sé quién es -

-¿Quién es? -

Mateo se puso de repente nervioso.

Después de una inmóvil observación, Rosaría dijo -Estela me dijo que Anabel no era la única que protagonizó todo, tenía cómplice, que era Cecilia -

Con Cecilia no tenía mucho contacto Rosaría, pero ella le obstaculizó en algo cuando Rosaría regresó al país.

Y cuando Estela murió, Cecilia desapareció también, con el desvanecimiento del negocio de la familia Gómez en la Ciudad H.

Se creía que había desaparecido Cecilia por la muerte de su hija, pero ahora parecía que no era así.

Quizás a Rosaría la culpó por la muerte de su hija Estela.

Y se escondía para vengarse de ella.

Escuchando sus palabras, Mateo no vaciló en contactar con Mariano.

-Que nuestros hombres ubiquen a Cecilia con cuál manera que sea. Quiero saber si todavía está en la Ciudad H -ordenó Mateo.

-¡Sí! -dijo Mariano.

Aunque no supo por qué la buscó a Cecilia, Mariano actuó sin ninguna demora.

Mientras Rosaría se quedó un poco trastornada.

Si su enemigo era Cecilia, no la dejaría en paz hasta que consiguiera lo que deseaba.

-Pensé que todo terminaría con la muerte de Estela. ¿Pero nunca he pensado que habría involucrado su madre -

-Nadie lo ha pensado, además, es nada más que mi sospecho, porque muy pocas personas lo sabían. De todas maneras, hay que confirmarlo con Jaime y Alana -

Sus palabras alertaron a Mateo.

Los que estaban enterados serían aquellos que habían estado involucrados en el caso.

Mateo quiso llamarles por teléfono, pero lo detuvo Rosaría -Mejor hágalo en persona. A veces el teléfono engaña -

-Tienes razón, pero no puedes quedarte aquí por largo plazo. Además, con lo complicado que es el personal, tú... -

A penas terminó su discurso, Rosaría echó a reír.

-¿Te refieres a Víctor? ¿Vas a retarlo siempre y cuando me quede aquí? -

-¿No me lo permites? -

De su boca brotó algo celoso.

Y Rosaría se río aún más fuerte.

-¿Por qué antes no me di cuenta de lo celoso que eras? Sabes que entre Víctor y yo no hay nada, pero sigues teniéndolo en cuanta -

-No me cae bien ese tipo. Aunque no lo tomas en serio, él a ti sí, y mucho -

Cada vez que recordó que la escondía Víctor a Rosaría aquí sin que la encontrara, Mateo se sentía todavía enfadado.

Rosaría no dijo nada más, acariciando su cabeza -Estoy un poco cansada. El resto te lo dejo a ti. Quiero descansar un rato -

-¿Aún no te recuperas del resfriado? Te la acaricio yo -

Mateo se sentó al lado de Rosaría y le acarició suavemente las sienes.

Apoyada en su seno, escuchando su respiración y sintiendo su suavidad, Rosaría se quedó dormida sin darse cuenta.

De hecho, con todo lo que había pasado, ¿cómo podría Rosaría dormir tranquila? Incluso bajo la protección de Víctor, tuvo que mantenerse despierta todo el tiempo, porque nadie le garantizaría la seguridad.

Pero con Mateo a su lado, se quedó por fin relajada, y las olas de agotamiento se la empujaron una tras otra, que le hicieron dormirse.

Mateo se sintió fatal por el estado cansado de Rosaría.

Era su mujer, a quien debería proteger, pero la dejó en una situación así.

La dejó a Rosaría en la cama y la cubrió con una manta encima. Quería irse, pero al final se sentó al lado de la cama, pensando que lo necesitaría en cualquier momento cuando despertó.

Estaba ahora extremadamente insegura.

Siempre fingió fuerte delante de todos, pero era ella más frágil y delicada de todos.

Al final, Mateo se quitó los zapatos y se metió a la cama, abrazándola fuertemente a Rosaría.

Con los acostumbrados calor y aroma rodeados de ella, Rosaría se durmió profunda.

Cuando Mariano llamó a Mateo, éste le colgó con rapidez, fue al balcón y volvió a llamarlo.

-¿Qué pasó? -

-Señor Mateo, algunos periodistas han llegado aquí. No sé por ti o por otros -dijo Mariano.

Mateo se quedó un poco trastornado.

-¿Tienen otros propósitos? -

-No estoy seguro. Puede que vengan por ti después de saber que has ganado -respondió Mariano.

-O puede que vengan por Rosaría. De todas maneras, ella no puede estar aquí -añadió Mariano.

Después de colgar el teléfono, Mateo despertó apresuradamente a Rosaría.

-Rosaría, despierta -

-¿Qué pasó? -murmuró Rosaría.

Rosaría se quedó confundida cuando abrió los ojos.

Por mucho tiempo pudo confirmar su ubicación.

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