¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 42

Eduardo siguió a Mateo, salió del hospital y subió su coche.

Mateo lo miró con satisfacción. A él le gustaba cada vez más este niño.

-¿Quieres comprar algo para Adriano? -

Actualmente, sólo quería quedarse con Eduardo por un tiempo, pero no podía encontrar una razón adecuada. Siendo el presidente del Grupo Nieto, podía decir a cualquier persona para comprarle lo que quisiera.

Eduardo estaba ligeramente aturdido. También creía que era mejor comprar el regalo. Entonces, lo asintió.

Después, los dos fueron al centro comercial.

-¿Qué le gusta a Adriano? -

Debido a que Eduardo acababa de regresar a la Ciudad H, no sabía mucho sobre Adriano. Todo lo que sabía era que era el hijo de Mateo, pero esta identidad también le angustiaba mucho.

Sin embargo, Mateo estaba aturdido por su pregunta.

¿Qué le gustaba a Adriano?

Él tampoco no lo sabía.

Siempre le dio lo mejor. Independientemente de los nuevos juguetes o la ropa, siempre y cuando fueran los mejores, los compraría para Adriano. Sin embargo, nunca lo había preguntado qué quería realmente.

Al ver la apariencia actual de Mateo, Eduardo se burló y dijo -¿Eres realmente su padre? Ni siquiera sabes lo que le gusta a tu hijo, ¿así que puedes ser considerado un padre? -

Mateo sentía mucha vergüenza por su burla.

¿Por qué este pesado siempre le hizo avergonzarse?

En seguida, recordó lo que había pasado en el aeropuerto, así que se le preguntó sin querer.

-¿Lo hiciste a propósito en el aeropuerto? -

-¿De qué hablas? No lo entiendo. Ay, ese juguete se ve general -

Eduardo fingió estar estupefacto y rápidamente corrió hacia la juguetería. En actual, era muy saber que se sentía culpable según su comportamiento extraño.

Efectivamente, todavía era un niño, y no podía calmarse totalmente.

Mateo sacudió la cabeza con una sonrisa, y lo miró suavemente.

Luego, siguió a Eduardo a la juguetería. Había pensado que buscaría los juguetes para los niños de cuatro o cinco años, pero él fue directamente a la zona del robot Lego y comenzó a jugar con un juguete relacionado con la programación.

-¿Sabes cómo programar? -

Esto sorprendió a Mateo.

Sin embargo, Eduardo dijo casualmente -A mí me gusta mucho desde pequeñito. Además, Mamá me ha comprado muchos juguetes de Lego -

Mientras hablaba, ya había cambiado la programación del juguete al instante para que tuviera más funciones adicionales.

Al ver eso, Mateo se quedó atónito, pero permaneció en silencio.

-¿Te gusta? Te lo compro si quieres -

-Estoy harto de jugar con esto, pero a Adriano le gustaría. Vamos a comprar esto -

Después, Eduardo entregó el juguete al vendedor, sacó una tarjeta bancaria de su bolsillo y se la entregó.

-Lo pago yo -

Mateo tomó su tarjeta y estaba a punto de sacar su cartera. Pero Eduardo lo detuvo.

-Mi mamá dijo que no puedo pedir cosas y dinero a extraños. Además, compro esto para Adriano, así que no necesito que lo pagues. Este es mi ahorro, es suficiente para comprar un juguete -

No obstante, Mateo se sentía descontento por sus palabras.

-¿Extraños? -

-Así es, aparte de ser el jefe de mi mamá y el padre de Adriano, para mí, eres un extraño -

Después, entregó su tarjeta.

Mateo solo se sentía inquieto y amargado.

Pensó, "Aunque este mocoso tiene razón, ¿por qué me siento tan incómodo?"

-¿Tu mamá ha hablado de tu papá contigo? -

De repente habló.

Eduardo se detuvo un momento y dijo indiferente -Sí. Mamá dijo que papá estaba muerto, pero mi padrino nos trató bien. Si es posible, espero que pueda ser mi papá. Además, mamá lo quiere mucho estos años -

Después de decir eso, sonrió dulcemente a Mateo.

En ese momento, Mateo estaba cada vez más amargado.

-¿Tu padrino? ¿Carlos? -

-¿Lo conoces? Es muy poderoso, ¿no? Es el presidente de una compañía tan grande y la monta muy bien. Lo más importante es que, no importa qué dificultades encontremos, él llegará más rápido. Además, me enseñó a caminar, a leer e incluso a hablar. Para mí, es mi papá. Asimismo, trata bien a mi mamá. Se casará con ella mientras mamá esté de acuerdo -

Dijo Eduardo con orgullo. Cuando habló de Carlos, se volvió alegre, lo que hizo a Mateo sentirse cada vez más inquieto.

¿Por qué quería golpear a alguien sin ninguna razón cuando escuchó esto?

-Si tengo una oportunidad, conoceré a tu padrino para saber si es tan perfecto como lo que has dicho -

-Claro que tienes la oportunidad. Eres el papá de Adriano, cuando mi mamá y padrino se casen, pediré a ellos que te invite -

Mientras hablaba, tomó las manos de Mateo. Lo que molestaba más a Mateo.

-Vamos, Adriano está esperando -

-Sí -

Al ver a Mateo irse, Eduardo hizo una mueca detrás de él.

Pensó, "¡Imbécil!

Sé que quieres estar con mi mamá de nuevo.

Pero ya has perdido la dignidad de ser mi papá por lo que los habías hecho hace cinco años."

Luego, lo miró con desaprecio.

Después de que Eduardo hizo una mueca, salió del centro comercial con el juguete en la mano.

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