¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 448

Mariano estaba muy preocupado viendo que Rosaría tocaba la mesa repetidamente. Tal comportamiento y su expresión eran muy similares a los de Mateo.

-Señora Rosaría, no pienses demasiado. El señor Mateo puede estar ocupado ahora mismo. Definitivamente te llamará cuando esté libre -

-Claro -

Rosaría le respondió con indiferencia. Era obvio que estaba distraída.

Mariano quería decir algo más, pero Lidia lo detuvo. Ella hizo una señal para que él se fuera primero.

Cuando solo quedaron Lidia y Rosaría en la habitación, Lidia le preguntó en voz suave -Rosaría, ¿qué estás pensando? Aunque no me gusta Mateo, sé que te ha tratado muy bien durante este tiempo. Creo que no es ese tipo que codicia a una estudiante universitaria. Tal vez tenía algo que arreglar. No pienses demasiado -

Viendo su estado, Lidia también estaba muy preocupada.

La salud de Rosaría no era muy buena. Sara había dicho que no podía preocuparse demasiado. No obstante, ahora, por tal cosa, ella estaba angustiada. Lidia tenía mucho miedo de que Rosaría no pudiera descansar bien.

-Estoy bien, y también creo que Mateo no es ese tipo de persona. En los últimos cinco años, con su poder, podría tener varias amantes si quisiera, pero no lo hizo. Ya que nunca ha tenido escándalos, no va a abandonar a los niños y a mí ahora -

Al oír las palabras de Rosaría, Lidia por fin dejó escapar un suspiro de alivio.

-Es genial que pienses así. Debe haber ido al extranjero para hacer negocios. No pienses demasiado -

-Él no ha ido al extranjero. Incluso si ha ido al extranjero, definitivamente no es por negocios. ¡Mateo tiene algo que esconderse de mí! -

Rosaría lo dijo con seguridad.

No era una tonta. El comportamiento actual de Mateo era demasiado extraño. Además, tampoco Rolando podía contactarlo, y esto significaba que Mateo desapareció deliberadamente.

¿Por qué Mateo hizo así?

¡Esto no tenía sentido, no había razón!

Rosaría no podía entenderlo.

Justo en ese momento, Sara regresó.

-¿Qué ha pasado? ¿Por qué estáis tan tranquilas de repente? -

En el momento en que Sara entró en la habitación, se dio cuenta de que la atmósfera no estaba bien.

No esperaba a que Lidia le explicó, Rosaría dijo primero.

-Nada. Es que Lidia está llevando la contraria conmigo, porque regañé a Mariano -

Al oír esto, Lidia hizo una mueca de queja.

Pensaba, "¿En serio?"

"¡Qué inocente soy yo!"

Pero Rosaría ignoró su queja callada.

Cuando Sara oyó su explicación, solo sonrió y dijo -Vaya. Lidia y Mariano están muy enamorados ahora. Si culpas a Mariano frente a ella, definitivamente no estará contenta. Oye, has terminado la inyección. ¿Por qué no cierras aquí? -

De repente se dio cuenta de que no había ningún líquido en la botella.

La expresión de Lidia cambió de asombro y miedo.

-Es la culpa mía. Lo siento, ¿estás bien ahora? -

Lidia se culpó a sí misma.

Sin embargo, Rosaría sacó la aguja directamente, haciendo que la sangre saliera de su mano.

-¿Estás loca? ¿Qué estás haciendo? -

Lidia se apresuró a cubrir su herida con el algodón.

Pero Rosaría dijo distraídamente -Estoy bien. Me siento mucho mejor ahora -

Al verla así, Sara frunció el ceño.

-Rosaría, no hagas esto. Tus condiciones de salud no son buenas. Has perdido demasiada sangre y tienes que tener otra inyección para detener la hemostasia y disminuir la inflamación. Incluso si estás enojada con Lidia, no puedes herir tu cuerpo, ¿verdad? -

-De acuerdo. Rosaría, ¿por qué lo haces? -

Lidia estaba triste de enojo.

Viendo sus ojos rojos, Rosaría suspiró y dijo -Realmente me siento mucho mejor -

-Soy la verdadera médica. Escúchame y acuéstate obedientemente. Te voy a poner otra inyección. ¡Ahora! -

Sara estaba un poco severa ahora.

Rosaría no tuvo más remedio que acostarse en la cama.

Sara le dio la desinfección en la herida y le puso la inyección de nuevo.

Rosaría la miró y de repente preguntó -Sara, eres la directora del Hospital Militar, así que sueles estar muy ocupada, ¿verdad? -

-Normal, porque Ernesto me cuida mucho. Se encargó voluntariamente de hacer muchas cosas y también las operaciones, así que estoy bastante libre. En realidad, él es el verdadero director. En los últimos dos años, el hospital ha estado bajo su dirección. ¿Qué pasa? -

Dijo Sara con una leve sonrisa.

Rosaría también se rio y dijo -Pues el señor Ernesto te ama mucho -

-Claro, y también el señor Mateo te ama. Oí de Ernesto que se atrevería a hacer cualquier cosa por ti -

-¿Sabías que ellos fueron al Club de la Corona no hace mucho tiempo? -

Mariano suspiró cuando vio la expresión ansiosa y preocupada de Lidia.

-¿Puedes convencer de Ernesto? -

-No estoy seguro, pero tal vez puedo saber alguna noticia pertinente. Quédate aquí y acompaña a la señora Rosaría. Si puedes, aproveche la oportunidad para ver sus condiciones concretas. Ya que el señor Mateo está tan preocupado por la salud de ella, creo que definitivamente volverá temprano -

Al oír las palabras de Mariano, Lidia asintió con la cabeza.

-Vale, ten cuidado. Si tienes alguna noticia, debes decírmela. Sé que tú y Mateo tenéis una buena relación, pero no quiero que Rosaría se sienta triste. Si hace algo culpable a Rosaría, definitivamente no lo perdonaré -

-Ya veo. El señor Mateo no va a hacer tal cosa. No te preocupes -

Lidia valoraba mucho a sus amigas, y esto fue lo que a Mariano le gustaba. La miró con suavidad, hizo que Lidia se volvió avergonzada -Vale, voy a entrar -

-Bien, traeré tu comida favorita cuando vuelva -

Al oír las palabras de Mariano, Lidia se sonrojó.

-Vete ya. Date prisa -

Mientras hablaba, se dio la vuelta apresuradamente y caminó hacia la habitación de Rosaría, pero sonrió involuntariamente.

Al verla así, Mariano sonrió y salió directamente.

Cuando Rosaría despertó de su sueño, Sara ya le había quitado la inyección. Se sentía mucho mejor.

-Gracias, Sara -

-Nada. Aquí tienes algunas píldoras antiinflamatorias. Tómalas tres veces al día. Voy a ver tu condición mañana. Tienes que descansar más y no moverte demasiado, ¿sabes? -

Sara instruyó cuidadosamente, y Rosaría asintió con la cabeza.

Lidia acompañó a Sara fuera de la puerta y le preguntó en voz baja -Sara, ¿hay algún problema con el cuerpo de Rosaría? ¿De veras es solo una secuela después del aborto? -

-Sí, su cuerpo es demasiado débil. Pero no te preocupes, estará bien si tiene buen cuido -

Al oír las palabras de Sara, Lidia se sintió relajada.

-Bien. Gracias -

-Nada. Recuerda dejarla tomar la medicina -

-¡No hay problema! -

Lidia se despidió de Sara. Aunque la señora Nuria aconsejó a Sara que se quedara a cenar, al final ella no estuvo de acuerdo.

Justo cuando Lidia se había despedido de Sara e iba a regresar, Mariano se le acercó apresuradamente.

-¡Espera! ¡Algo pasó a la familia Nieto! -

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