¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 471

-¿Entonces de veras podría volver en dos días? -

Al oír las palabras de Rosaría, Ernesto quedó un poco aturdido.

-¿Habéis hablado por el teléfono? -

-No. Le hice una videollamada y hablé unas palabras con él. No sabía que él había estado sufriendo de tanto dolor... -

Rosaría creía que no necesitaba ocultar nada a Ernesto.

Ernesto estaba un poco atónito y dijo -Al final todavía no pudo aguantar a contactar contigo. No le dijiste acerca de tu situación actual, ¿verdad? -

-No, no le dije -

Rosaría estaba muy contenta de no haberle dicho esto, de lo contrario, sería muy arrepentida.

Si ella no hubiera podido contener sus quejas y se hubiera dicho a Mateo sobre lo que había sucedido, Mateo habría regresado a toda costa.

De repente ella sintió que a veces su tolerancia era muy útil.

Ernesto se sintió aliviado cuando oyó que Rosaría no le había dicho nada a Mateo.

-Muy bien, él no debería estar afectado... Si no le dijiste nada, él luchará para verte a ti y a los niños. Se recuperará en dos días. Pero todavía tengo que decirte que la transfusión de sangre es muy perjudicial para su salud, tal vez él tendría que enfrentar muchas cosas después de regresar, entonces... -

-No te preocupes, entiendo lo que quieres decir. No dejaré que Mateo sepa sobre mi situación. Ahora él no puede distraerse. Lo entiendo -

Ernesto admiraba mucho las palabras de Rosaría, pero Sara no estaba de acuerdo.

-Ernesto, ¿no crees que hayas exigido demasiado a Rosaría? Mateo es tu amigo, ella también es mi amiga. Solo quieres que tu amigo esté bien y aliviar su carga, ¿has pensado que la condición física de Rosaría tampoco es optimista? Si no podemos encontrar una medicina para ella en un plazo corto, Mateo se arrepiente por el resto de su vida -Preguntó Sara.

Ella estaba realmente enfadada.

Sobre este asunto, ella y Ernesto siempre habían tenido dos actitudes diferentes.

Tal vez fue porque Rosaría era demasiado similar a sí misma del pasado, o tal vez fue porque Rosaría era demasiado fuerte, dejando a ella sentir mucha simpatía, por eso, Sara ya no podía contener más su idea.

Ernesto miró la expresión emocionada de su esposa y quiso decir algo, pero al final, no dijo nada.

Pero Rosaría sonrió y dijo -Dejad de discutir. Esta es mi decisión. Mateo no quiere que yo sepa su situación porque tiene miedo de que me preocupe por él. Igualmente, yo también. Ernesto tiene razón, la persona que podía envenenar a Mateo debería ser muy poderosa. Tendría muchas cosas que hacer, no puedo demorar su trabajo. Además, creo que vosotros dos no vais a dejarme en peligro, ¿verdad? -

Al ver a Rosaría decir así, Sara de repente tenía los ojos rojos.

-Rosaría, nadie puede asegurar sobre esto -

-No pasa nada, he dicho que, si el Dios de veras quiere que me muera, nunca os culparé. Durante este período de tiempo, me llevaré bien con Mateo. No os preocupéis demasiado, haremos todo lo que podamos -

Rosaría había vuelto a su carácter original, era tan gentil y tranquila, pero Ernesto se sintió un poco triste al verla así.

-Haré todo lo posible. No te preocupes -

-Confío en vuestras habilidades médicas. ¿Puedo saber cómo está él ahora? -

Después de que Rosaría supiera toda la verdad, se sintió aún más angustiada por Mateo y quería verlo.

Incluso si no podía llegar allí personalmente, quería ver cómo estaba ahora.

"Ese terco hombre, le amo y me preocupo por él tanto, ¿cómo puede soportar todo esto por sí mismo?"

"¿No sabe que estoy muy preocupada por él?" Ella pensaba.

Se sentía muy dolorosa.

Ernesto todavía estaba vacilando, pero Sara le echó una mirada enojada y dijo -Todo está claro, ¿de qué tienes miedo? -

-Me temo que ella no pueda soportarlo -

Al oír las palabras de Ernesto, Rosaría tembló ligeramente.

¡Exacto!

Ella realmente no podía soportarlo, pero, ¿qué más podía hacer?

Ella de verdad quería saber cómo estaba él.

Al ver la expresión actual de Rosaría, Ernesto se rindió.

-Puedo dejarte ver su situación, pero no puedes hablar con él ni molestarlo. Tampoco puedes ir a buscarlo. Tienes que saber que, estos últimos dos días son un período crítico. Una vez que sea interrumpido, las consecuencias serán fatales. Hemos trabajado duro para tanto tiempo, si ahora lo paramos... -

-Lo entiendo. No te preocupes, no voy a molestarlo, sólo quiero verlo -

La voz de Rosaría temblaba.

Ernesto suspiró y dijo -Ven conmigo -

-Voy con ella también. Si sucede algo inesperado, podré ayudarla -

Ernesto asintió al oír las palabras de Sara.

Cuando salieron de la oficina, Lidia vio a los tres salir juntos y estaba un poco perpleja.

-¿Qué vais a hacer? -

-Nada. Queremos ir a la sala de conferencias para una pequeña reunión sobre la enfermedad de Rosaría -

Sara dijo con una sonrisa ligera.

Lidia dijo enseguida -Pues iré también, quiero saberlo -

-Lidia, regresa a mi habitación. Si alguien viene a verme, dile que me están examinando el cuerpo para que otros no se preocupen por mí -

Al oír las palabras de Rosaría, Lidia estaba un poco aturdida. Sintió que Rosaría estaba ocultando algo de ella.

¿Podría ser algún problema de su cuerpo?

Su ropa estaba empapada en sudor, y parecía que su cabello acababa de ser sacado del agua.

Él ya no tenía ninguna fuerza, ahora estaba yaciendo allí jadeando para respirar.

Álvaro caminó apresuradamente hacia él y le entregó un vaso de agua.

Los labios de Mateo ya estaban pálidos y secos.

Bebió toda el agua y miró las fotos de Rosaría alrededor de la jaula de hierro.

-Todavía hay dos días más, podré verla después de dos días. Pues, estoy tan débil ahora, ¿crees que me volveré mejor cuando regreso a casa? -

Álvaro se quedó atónito por un momento y dijo en voz baja -Señor Mateo, creo que Ernesto tiene razón. Usted debe ser observado por otros dos días más. Aunque el cambio de sangre es una manera segura, todavía tenemos que tener cuidado -

-No puedo esperar más. Ya han pasado cinco o seis días, a mí me parece como si hubieran pasado muchos años. La ciudad H no es segura, ella está sola allí con mis hijos, estoy muy preocupado por ellos -

Él estaba muy débil, pero aún así, todavía seguía hablando, parecía que así podría sentirse mejor y soportar la debilidad provocada por la transfusión de sangre.

Álvaro le entregó la infusión que había preparado con antelación.

-Ernesto está allí, no va a tener ningún problema -

-Tengo que proteger a mi mujer por mí mismo -

Mateo terminó sus palabras y bebió toda la infusión.

Cuando Rosaría oyó sus palabras, sus lágrimas cayeron de nuevo.

Él ya estaba tan débil, todavía quería proteger a ella y a los niños.

¡Él no estaba de bronce!

Rosaría realmente quería darle unos golpes, pero también estaba preocupada por él.

Al ver que Rosaría estaba sollozando, Sara tenía miedo de que no pudiera soportar más, le dijo en voz baja apresuradamente -Rosaría, no te emociones -

-Estoy bien. Él está esforzándose para mí, ¿cómo yo podría destruir su esfuerzo? No te preocupes, cooperaré con tu tratamiento en los próximos días. Cuando él regrese, quiero ir al aeropuerto para recogerlo -

Sara no estaba de acuerdo con las palabras de Rosaría, pero no la objetó.

Después de un rato de descanso, Mateo dijo a Álvaro -Dame el teléfono, quiero llamar a Rosaría -

Álvaro le dio el teléfono a Mateo.

Cuando el teléfono sonó, Rosaría se secó las lágrimas. Hizo una respiración profunda y trató de tranquilizarse, sólo entonces recogió el teléfono.

-¿Hola? -

Miró a Mateo en la gran pantalla con la sonrisa feliz, ya no pudo aguantar sus lágrimas...

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