¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 59

¿No la amaba?

Mateo pensó en lo que había pasado durante su matrimonio. En los tres años, Rosaría siempre se quedaba en casa. No se metía en su vida ni en su trabajo y nunca fue al Grupo Nieto. Cuando se casó con ella, todos creían que ella quería casarse con él por su posición, pero nunca había pensado en eliminar sus prejuicios. Desde el punto de vista tanto de él como de los demás, durante los tres años de su matrimonio, Rosaría no parecía ser su verdadera mujer.

Su boda era extremadamente simple, y la situación de aquel entonces era tan embarazosa que su madre, la señora Lorena, se enojó y fue al extranjero para establecerse. No había regresado ni una vez en esos tres años. Además, Rosaría no había estado embarazada durante ese período, por lo que le odiaba aún más.

Parecía que después de casarse con él, Rosaría no tenía nada más salvo el matrimonio. El incidente de aquel entonces causó que la familia González la expulsara y cortara la relación con ella. Se casó con Mateo sin ninguna vacilación, pero ¿qué había obtenido?

Mateo se quedó sin palabras por un momento.

Siempre creía que en realidad era bastante amable con Rosaría. Aunque ella no era la mujer que quería, después de ese incidente, se casó con ella y le convirtió en su esposa. Después de casarse, se estimaba y no quería a otras mujeres. Pensó que esto era el mejor regalo para ella. Pero ahora mirando a Rosaría que era totalmente diferente de la de lo habitual, sabía que estaba equivocado.

¡Quizás era por su culpa que ella se había vuelto así, y que se había separado de su hijo durante cinco años! Ahora frente a la mirada inquisitiva de Rosaría, Mateo dijo en voz baja -Sí. En el pasado, la decepcioné, haciéndola soportar demasiada carga y perder demasiado. Pero no lo noté en aquel entonces, e incluso disfruté de su amor por mí como si fuera mi derecho. Le he dado muy poco, ni siquiera una boda buena, mucho menos una foto de boda. Si tengo otra oportunidad, la trataré mucho mejor. Le compensaré lo que le debí en el pasado. Sólo ahora sé que esta familia no puede existir sin ella -

De repente Rosaría se sintió triste.

No creía que Mateo pudiera decir estas palabras. Al escucharlas ahora, de repente se entristeció.

Volvió la cabeza y se burló -Parece que te has equivocado de objeto. Deberías decirle estas palabras a tu esposa, no a mí. Has dicho que quieres tratarla bien, pero ahora dejas que yo, una mujer extraña, viva en tu habitación. ¿Esta es la forma en que tratas a tu esposa? -

Mateo reconoció el tono burlón de Rosaría, pero no le importaba. Siempre que ella regresara, todo sería fácil para él.

-Acostúmbrate a este lugar primero. Le pediré a la señora Anabel que te haga algo de comer. De ahora en adelante, vivirás aquí -

Mateo se dio la vuelta y salió.

La expresión de Rosaría se volvió seria cuando él salió de la habitación.

Pensaba, "Mateo ha empezado a decir enigmáticamente."

"Claramente sabe quién soy, pero no me lo ha señalado. Incluso ha dicho algo paradójico. ¿Piensa que todavía soy la chica tonta que lo amaba?"

"¡Qué ridículo!"

Se levantó a una pierna y abrió el armario. Allí había muchas ropas que le gustaban. Eran bien planchadas y colgadas. Se podía ver que los sirvientes mantenían todo esto con mucho cuidado. Sin embargo, para la Rosaría de ahora, ¡todo esto era una humillación!

Cerró el armario y sintió que el ambiente de aquí era especialmente opresivo.

Ella había vivido aquí y dormido en esta cama durante tres años. Incluso recordó el cruel castigo que Mateo le había dado en su noche de bodas.

Mientras los recuerdos aparecían en su mente, de repente se dio cuenta de que el pasado solo podía hacerla sentir amargada.

Por alguna razón desconocida, ella quitó sus cortinas favoritas y tiró todas las sábanas al suelo.

-¡Anabel! ¡Anabel! -

Rosaría gritó en voz alta.

A la señora Anabel no le gustaba Rosaría. Si Mateo no la hubiera detenido, le habría pedido que la expulsara. Ahora cuando escuchó a ella gritar tan fuerte, su disgusto se mostró inmediatamente en su rostro.

Mateo vio su expresión y le dijo -No importa qué haga, no le hagas mal. Trátala como a la señora Rosaría, ¿vale? -

-Señor, ¿por qué? -

Preguntó Anabel confundida.

Mateo miró hacia arriba pensativamente y susurró -Tarde o temprano, lo entenderás. Pide a alguien que vacíe una habitación. Haré que el diseñador diseñe una habitación para niños -

Anabel pensaba, "¿Habitación para niños? ¿Está embarazada?"

Ella se puso muy tensa.

Pensó, "¿De verdad?"

"Esta mujer se mudó aquí abiertamente. ¿Podría ser que ya estás embarazada de un niño de Mateo?"

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