¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 68

Estela pensó que había oído mal.

¿Cómo podría el teléfono de Mateo ser contestado por una mujer?

Se sabía que Mateo valoraba mucho su teléfono. Ella ni siquiera podía tocarlo, pero ahora una mujer incluso había recibido la llamada por Mateo.

¡Algo estaba andando mal!

¿Qué dijo esa mujer?

¿Estaban en el Hotel Hilton?

Instantáneamente le salió una escena imaginaria en la mente.

De repente levantó la manta, saltó de la cama, arrancó la cabeza de inyección del dorso de su mano y salió corriendo una vez con los zapatos puestos.

Afuera, los guardaespaldas la detuvieron, mientras que Mariano tampoco la dejó ir.

-Señora Estela, todavía está muy débil. Por favor, entre y descanse -

Estela se puso muy ansiosa por la detención de ellos.

-Tengo que salir. Mariano, Mateo está en peligro -

-¿Qué? -

Mariano estaba un poco sorprendido, pues no había recibido ninguna llamada telefónica de señor Mateo.

-Espere un momento, le pregunto -

Para ser cauteloso, Mariano marcó el número de Mateo frente a Estela.

Cuando Rosaría vio la llamada desde Mariano, entendió algo. Con una ligera sonrisa, ella tiró el teléfono debajo de la manta, dejando que sonara.

Mateo nunca había dejado el teléfono sin contestar, por lo que Mariano también se volvió ansioso después de hacer dos llamadas consecutivas.

Estela estaba aún con más ansiedad.

Pensaba Estela, "¿No contesta el teléfono?"

"¿Acaso ya están haciendo el amor?"

¡No!

Ella había llevado cinco años esperando y soportando, pero todavía no había conseguido a Mateo. ¿Cómo podía dejar que otra mujer lo consiguió?

Estela empujó a Mariano y corrió hacia fuera.

En este momento, Mariano tampoco se atrevió a retrasarlo y echó a correr tras Estela apresuradamente.

-Señora Estela, voy a conducir. ¿Sabes dónde está señor Mateo? -

-Debería estar cerca del Hotel Hilton -

A Estela no le parecía una buena idea subir al coche de Mariano.

Mariano siempre le servía a Mateo. Si él se enterara de lo que Mateo estaba haciendo, definitivamente la detendría.

Efectivamente, cuando Mariano escuchó sobre el Hotel Hilton, recordó que Mateo estaba con Rosaría. Se quedó suspenso por un momento, pareciendo haber entendido algo.

-Señora Estela, debería quedarse en el hospital. Mientras lo de señor Mateo yo me encargo de eso. No se preocupe -

Mariano quería atrapar a Estela, pero Estela, que se suponía que estaba débil, empujó a Mariano con la fuerza y salió a toda carrera. Una vez llegó a la puerta del hospital, detuvo directamente un taxi y se fue hacia el Hotel Hilton.

Por el empujón, Mariano perdió el equilibrio y golpeó directamente contra la esquina de la mesa en la recepción. Aunque le dolía un montón la cintura, no era el momento para gemir.

Si se perturbara lo que Mateo estaba haciendo, muerto estría Mariano definitivamente.

Mariano la persiguió apresuradamente. Sin embargo, Estela corrió demasiado rápido y ya se había ido. Angustiado, sólo podía seguirla y orar mentalmente para que no pasara nada.

Viendo que el teléfono de Mateo ya había dejado de sonar, Rosaría lo sacó, echó un vistazo, luego borró el historial de la llamada de Mariano.

En este momento, Mateo salió del baño con una toalla.

Con el cabello todavía mojado, sacudió la cabeza casualmente, haciendo que las gotas de agua salpicaran por todas partes mientras que una gota se deslizó por su hermoso rostro a lo largo de la punta de su cabello, por su garganta, a través de la clavícula preciosa, y directamente sobre su pecho robusto.

Por el ejercicio regular, Mateo no tenía ni un poco de carne extra en su cuerpo, y los músculos desarrollados mostraban la combinación de fuerza y belleza.

Rosaría tragó involuntariamente saliva.

Incluso después de cinco años, todavía le sorprendió la buena figura de Mateo.

Al ver las emociones en los ojos de Rosaría, Mateo sonrió ligeramente.

-¿Estás contenta, señorita Rosaría? -

Mientras que se acercaba a Rosaría, su aura de la hormona masculina la empezó a envolver, e incluso haciendo que el aire circundante se volviera más delgado.

Rosaría respiró pesadamente. Iba a desviar la atención, pero no quería que Mateo notara su intención. Tenía que calmarse, pero antes de que pudiera hablar, un cuerpo cálido se inclinó a ella.

Inconscientemente se movió un poco hacia un lado.

Teniendo todo el movimiento de Rosaría en sus ojos, Mateo no dijo nada, luego echó un vistazo a la carretilla de comida y preguntó en voz baja -¿Has terminado de comer? -

-Sí -

Rosaría asintió. Ahora se sentía como una estudiante de primaria. No sabía qué decir, y su cerebro parecía haber dejado de funcionar.

-¿Estás nerviosa? -

No lo esperaba Mateo.

Después de todo, los dos dormían juntos todos los días durante los tres años de su matrimonio. Realmente no podía imaginar lo nerviosa y tímida que estaba Rosaría, puesto que ya era una madre.

Rosaría quería levantar la cabeza y decir que no, pero Mateo estaba demasiado cerca de ella, por lo que en el momento en que levantó la cabeza, sus labios rojos chocaron con los delgados de Mateo.

Al instante, el aura de abstinencia que le sumergía a Mateo se disipó instantáneamente.

Abruptamente empujó a Rosaría, y la besó ansiosamente con los labios delgados y poco fríos.

Rosaría se quedó pasmada.

¡Este no era su plan original!

Ella empujó a Mateo, pero él la presionó como una gran montaña, y su cuerpo estaba caliente.

Rosaría se puso un poco confundida.

Mateo aprovechó la oportunidad para abrirle los dientes y tomar toda la dulzura que le pertenecía.

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