Nuestro secreto romance Capítulo 11

—¡Anímate Vanessa!—me decía Fabián mientras se colgaba de mi cuello.

Pero como iba a estar Tranquila si Rouse no había venido a la fiesta para pasarse la noche follando con Matías.

Cerré mis ojos y agite la cabeza y sonreí de lado.

—Es que... Estoy un poco cansada. Realmente..—toque mi frente—creo que lo mejor es que me vaya.

—¿Qué? No no puedes irte, esto apenas comienza. Además te tengo una sorpresa.

—¿Qué cosa?—pregunté confundida.

El me señaló la entrada de su casa, hay venía Daniela, con toda su seguridad como siempre y muy linda la verdad. Me sonrió y yo le devolví el gesto, bueno al menos no la pasaría tan mal.

—Anda... Ve por tu chica....—me dió un empujón para que caminara hacía Daniela.

Me acerqué y le di un beso en los labios a lo que ella sonrió y me abrazó. Olía realmente bien.

—¿Cómo estás?.

—Bien.

Ella me beso nuevamente y me tomo de la muñeca para que caminaremos y nos acercaremos al balcón para hablar un poco y tener también algo de privacidad.

[....]

Rouse pov.

Vanessa no me ha dicho nada desde la tarde en el instituto, ella se ponía muy nerviosa con mi cercanía y no era para menos este era el segundo  beso que le robaba el mismo día. ¿Qué si me arrepiento? Obviamente no.

—¡Rouse baja Matías está en la puerta!—hice una mueca y bajé, yo estaba decidida ahora a jugarmelas todas para poder estar con Vanessa.

Bajé las escaleras pero con algo muy claro en la mente, "Si quiero buscar mi felicidad tengo que dejarlo todo con Matías así que ya estaba" así que eso era lo que haría, iba a romper con el.

No sabía cómo se lo iba a decir por qué en realidad le había cogido un poco de cariño ya que el no era un mal chico.

El intento besarme pero gire mi rostro y en su lugar bese su mejilla, el me miro con confusión y le sonreí un poco.

—Hola Mat....

—Algo malo está pasando ¿Cierro?—dijo con una sonrisa débil en su rostro mientras agachaba el rostro y se sentaba en el sofá.

Entrelace mis manos en el aire y solté el aire contenido, no quería lastimarlo. Asentí en su dirección y levanté ambas cejas pensando cómo es que debía empezar ahora.

—Mat... Eres un chico increíble.—dije y el sonrio—pero creo que...

—Que quieres terminar conmigo ¿No?—abri mis ojos sintiéndome sorprendida.—sabes me lo veía venir, hace días has estado extraña.

—Bueno siendo sincera una de las razones por la cual hago esto es... Por que desde que estamos juntos tengo menos tiempo para mi—dije y era verdad, llevaba mínimo quince días si ejercitarme como debía ya que para mí era muy importante mantener mi físico, había empezado a ejercitarme desde los quince y gracias a eso mantenía un excelente fisico—y se que suena egoísta pero necesito darme atención. Hace algunos días no me he ejercitado correctamente.

—Y... Es mejor para ti.... Terminar conmigo a que ambos lo hagamos juntos. Jamás creí que me dieras una excusa de ese tipo.

—No es una escusa Mat, de verdad necesito seguir ejercitándome.

—¿Y qué más da si lo haces o no? Igualmente, estuvieses ejercitándome o no, igual te verías fabulosa. Realmente eso no es importante Rouse.

—Lo es para mí Mat. En serio lo lamento, espero que podamos ser amigos.

El alzó ambas cejas y sonrió. Me daba un poco de pena mirarle así, ya que para ser sincera creí que sería más fácil, pero me equivoqué.

—¿Podemos ser amigos? ¿En serio podemos? ¿Debemos ser amigos?.

—Si.

El sonrió y se levantó, beso mi frente y salió de la casa. Suspire y rasque mi nuca. Subí a mí habitación y comencé a golpear el saco de boxeo que tenía dentro. Ahora me sentía más liberada no tenía que rendirle cuentas a nadie, solo me quedaba conquistar a Vanessa y entonces podría decir que estaría aún mejor.

Pero no todo era tan fácil como yo pensaba, aquella chica era mi prima y si una relación homosexual es mal vista imagínense dos chicas homosexuales que además de dar una mala imagen (como la mayoría de la gente lo dice) son familiares, todo el mundo creería que es algo enfermo, incluso yo lo creo.

Mauricio entró a mí habitación pero no dijo nada, solo me observaba así que me detuve y le lance una botella con agua.

—Cierra la boca idiota. Deja de mirarme así.

—¡Auch! Oye—sobo su cabeza—¿Cual es tu problema?.

—¿Cómo que cual? ¡Me estabas mirando como un idiota!.

—Lo siento jaja bueno realmente no.

¿Por qué no fuiste a la fiesta? La verdad estuvo demasiado buena.

—Por que yo no soy amiga de Fabián.

Además estuve ocupada, e hice algo provechoso. Estuve ejercitándome.

—Pero eres prima de su mejor amiga. El quería que estuvieras ahí.

—Ese idiota, ha estado coqueteando conmigo desde que me conoció, me acosa de sobre manera. ¿Donde está Vanessa?.—pregunte.

—"Se quedó con su novia Daniela".—suspire y trone mi cuello. Me senté sobre la cama y rasque mi nuca, no iba a buscarla eso estaba demasiado claro.

—¿Están en la fiesta aún?—el asintió. Frote mi sien y suspiré.

Vanessa Pov.

Ya estaba un tanto mareada debido a que ya me había excedido con el alcohol para una sola noche.

Daniela no bebió ni una sola gota de alcohol, solo se dedicaba a mirarme cuidarme y por qué no también a besarme. Ella era muy hermosa, atenta conmigo y sobre todo muy amable, ella y la idiota de Rouse no tenían nada en común y aún así seguía sin comprender por qué no podía sentir con ella lo que sentía por Rouse, Rouse era mal humorada, egoista, prepotente y también muy hermosa sin mencionar que tenía un cuerpo maravillosamente espectacular.

—Creo que ya bebiste demasiado para una sola noche....—Daniela me quito el caballito de vodka que tenía en mis manos y lo tiró a lo que yo hice un puchero.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Nuestro secreto