—¡Rouse maldita sea déjame dormir!—me tape la cara con la manta. Tenía una resaca horrible, estaba desvelada lo que menos deseaba ahora era asistir al estupido instituto.
—Debes ir al instituto.
—¡No ya te dije que no quiero ir!.
Ella soltó una carcajada y me quito la manta. Talle mis ojos y la mire molesta.
—Tienes que levantarte....
Entrecerre los ojos mientras que ella me miraba desafiante con los brazos cruzados y una sonrisa de medio lado, jodidamente perfecta.
—¡Rouse tu novia te espera en la puerta!—Hugo grito desde abajo. Sonreí maliciosa, eso podía aprovecharlo para molestarla.
—¡Voy!—me levanté de la cama y camine hacia la puerta pero Rouse me tapo la entrada.—¡Muévete!.
—No quiero.
—Voy a gritar—le asegure y se encogió en hombros—ya muévete necesito salir.
—¿Qué sucede contigo Vanessa?—gruño molesta—primero decías que querías dormir y tan pronto llegó la idiota de Daniela te dieron ganas de salir.
—Es mi novia ¿No?.
—No. No lo es.
—Pues me vale lo que digas quítate.—nego a lo que yo ladee mi cabeza.
—Bueno te dejaré salir.—se quito de la puerta pero antes de que yo saliera me tomo por el brazo.—¿No me darás un beso antes de irte?—la mire—¿Qué? Ni creas que voy a besarte después de que beses a esa idiota. Además siempre soy yo quien te besa, creo que es tu turno de demostrarme un poco de amor.
Me quedé pensativa un momento, realmente nunca creí que la pesada de Rouse me pidiera algo así.
Ella enarcando las cejas y sonrió de lado esperando a que hiciera lo que ella me pidió.
—No haré eso Rouse....
—Yo creo que no tienes opción.—tiro de mi brazo y pego sus labios a los míos fundiendolos en un profundo y apasionado beso que debo admitir aún que no quiera me encantó. Cuando se separó de mis labios fue imposible no morderlos.—ya puedes irte—sonrio y dió un beso a mi nariz.
—Oye, yo creo..... Qué... Qué... Debemos dejar de hacer esto. Esta mal Rouse....
Aquella sonrisa cambio por un rostro serio. Suspiro y apretó los labios.
—¿Por qué?
—Rouse creo que la respuesta es demasiado obvia. ¿Crees que mis padres nos darán la bendición cuando se enteren de esto?.
Ella permaneció en silencio.
La observé y ella agachó la mirada haciendome sentir pésimo.
—Esto tampoco es fácil para mí Vanessa.... ¿Pero que puedo hacer si siento algo por ti? Jamás pedí "enamorarme de ti".
—Si mis padres se enteran van a echarte de la casa. ¿Crees que yo quiero que eso pase? Prefiero tenerte cerca aún que no pueda pasar nada entre nosotras. Entiéndelo.....—ella continuaba con la cabeza abajo sin decir nada.—lo lamento, en serio.
[....]
—¿Está todo bien?.—le di una sonrisa débil a Daniela y negué—¿Quieres hablar?.
—Es sobre Rouse.....
—¿Qué pasa con Rouse?.
—Ella.... Dijo que esta enamorada de mí.
Daniela sonrió y acaricio mi mejilla.
A veces odiaba tanto su comprensión.
Tal vez para ella eso estaba bien pero no para mí, no sabiendo lo que significaba. Aquello era una locura y estaba cien por ciento segura de que no sería bien visto ante los ojos de nadie sobre todo ante mis padres.
—Eso debería ponerte feliz y no triste.
Creí que era eso lo que querías escuchar de Rouse....
—Yo estoy contigo....
—Haha...—frunci mi ceño ante aquella carcajada. Pero eso parecía divertirle aún más, eso me molestó un poco y golpee su brazo.
—Mm... ¿Quieres dejarlo no?.
Apreté mis labios, no sabía que debía decir exactamente, cualquier cosa que dijera podría tener repercusiones y yo siempre había Sido una cobarde.
—No tienes que contestar tu silencio lo ha dicho todo. ¿No crees que es una perdida de tiempo hablar sobre algo que ya hablamos?.
—No tienes que ser tan dura tampoco Rouse. Sé que estás molesta y en cierta parte lo entiendo.... Pero podrías ponerte un momento en mi lugar y comprender. Esto no ha Sido tan fácil para mí tampoco, y desde que llegaste pusiste mi mundo de cabeza tu también me gustas Rouse pero me aterra la idea de que pueda suceder cuando mis padres lo sepan ¿Entiendes?.
Ella continuaba caminando con ambas manos dentro de los bolsillos de su sudadera. Me era difícil seguirle el paso ya que ella caminaba más rápido que yo, pareciera que tenía prisa por terminar esta charla.
—¿Crees que yo no tengo miedo de saber cómo reaccionarán tus padres cuando me abrieron las puertas de tu casa?. Ellos fueron buenos conmigo y también se que puede ser muy probable que ellos me odien pero la diferencia entre tú y yo es que yo estoy dispuesta a jugarmelo todo por ti, no me lleno de prejuicios como tú.
Me quedé en silencio, sabía que yo estaba en lo correcto pero en cierta parte Rouse también tenía razón, no había forma de contradecirla.
—Pero también respeto tu decisión, y si lo que tú quieres es dejarlo, entonces así será yo no quiero obligarte a nada.—termino.
Me parece en seco mientras que ella continuaba caminando, no sabía que decir ni como contestar a aquello que ella me había dicho. Ahora estaba confundida, no sabía qué hacer.
Rouse avanzó unos metros y no se inmuto en voltear hacia atrás, ya estaba lo íbamos a dejar. ¿Pero eso era lo que yo quería realmente?.
Cuando se había alejado lo suficiente de mí, Corrí y cuando estuve a escasos centímetros de ella enrede mis brazos en su cintura, ella se detuvo.
—Rouse.... No sé si, esto sea lo correcto, y tampoco sé si mis padres lo van a aceptar. De de.... Lo que sí estoy segura..... Es que, también quiero correr el riesgo.—ella no dijo nada—¿Escuchaste lo que dije?.
—Lo escuche—dijo de pronto.
—¿No piensas decirme nada?.
—¿Qué quieres que te diga Vanessa?.
—Pues... no sé, podrias fingir un poco de felicidad, o mandarme al infierno al menos. Rouse.... Mírame....—ella no giraba entonces yo la obligue a hacerlo y tome su rostro con ambas manos—hablo en serio cuando digo que estoy dispuesta a correr el riesgo.... Y lo supe desde el momento en que tú me dijiste que estás enamorada de mí y créeme..... Yo también lo estoy de tí... Desde el primer día en que te Vi en el aeropuerto... Desde ese día todo cambio para mí y ahora que se que sientes lo mismo que yo, quiero arriesgarlo todo, aún que no sé qué es lo que sucederá después.
Ella permaneció en silencio en cuanto yo terminé de hablar, su silenció me ponía los nervios de punta y me llenaba de impaciencia asi que no lo dude y la bese, por primera vez era yo quien tomaba la iniciativa. Parecía un beso forzado de principio pero después ella siguió mi ritmo cuando puso sus manos en mi cintura.
—Sabia que soy demasiado irresistible como para que me dejes ir....—golpee su brazo y ella río.—me haces feliz, en serio. Yo tampoco sé qué pasará con tus padres.... Pero prometo que no te dejaré pase lo que pase..
La bese nuevamente y después nos separamos, ese día quedaría marcado en mi memoria y lo tenía perfectamente claro. Quizás era una locura pero prefería arrepentirme después que quedarme con el "que hubiera sucedido".
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Nuestro secreto