Orgasmo con el millonario romance Capítulo 26

Narra Elizabeth.

Diez años después....

Mi abuelo saca una bandeja del horno y me sonríe mientras el vapor flota a su alrededor. Hemos trabajado duro durante la última década para que el restaurante sea un éxito, lo que significa que tenemos mucho tiempo libre para pasarla en familia. Como hoy, un domingo perfecto con nuestra casa llena de risas y felicidad, y amor.

—El pollo casi esta listo—dice mi abuelo.

—Sabroso—Alec entra a la habitación, lleno de la energía de un niño de seis años como siempre, su cabello negro alborotado de una manera que me dan ganas de pasar mi mano por él sin cesar—.Mami. Dije sabroso.

—Sí, te escuché—me río—.Pero de alguna manera no creo que eso sea todo lo que quieres decir. Me parece que un hombrecito quiere probar el pollo.

Él sonríe descaradamente, tirando de su corazón especial. Le dije eso a Jackson cuando la última incorporación a nuestra familia hizo su hermosa entrada al mundo entre lágrimas.

Cada uno de los niños tiene su propio corazón. Hay uno para Alison, uno para Camila uno para Alec y ahora también hay uno para Emily. Cuatro niños, como hablábamos…Y por la forma en que Jackson me ha estado mirando últimamente, no me sorprendería si tenemos un quinto en camino en el próximo año o dos.

Su entusiasmo nunca ha disminuido, ni cuando mi peso fluctuó por los embarazos. Ese brillo en los ojos de mi esposo nunca ha dejado de brillar, ni siquiera en nuestra boda, la cual maravillosa. Mientras me mira como si fuera la única mujer viva. Como si no pudiera creer lo afortunado que es. Bueno, soy la mujer más afortunada del mundo. Finalmente con los años hizo las paces con su padre, no es la mejor relación, pero tratan de llevarse bien. Los niños conviven con él.

—Mami está en las nubes—se ríe Alec volviéndose hacia la puerta de la cocina.

Sigo su mirada para encontrar a Jackson de pie con nuestra Camila de tres años sobre sus hombros. Ella sonríe desde su lugar en la parte superior, su pequeña y hermosa sonrisa que casi desearía que se quedara así para siempre... Ella tiene mi cabello, dice la gente, y los ojos de su padre. Puedo verlo todo en ella. Jackson viste pantalon corto y una camiseta, mostrando músculos que son, en todo caso, incluso más fuertes y firmes que cuando nos conocimos. Su cabello se ha vuelto de un tono plateado más profundo y más fuerte. La única diferencia ahora es que él sonríe la mayoría de las veces, con amplias sonrisas llenas de amor que me llenan de alegría.

—Apuesto a que está pensando en cuánto los ama a todos.

—No creo—Alec se ríe  y luego corre alrededor de la isla de la cocina y me abraza—.Es broma, mami. Te amo de verdad.

Sonrío y lo abrazo, abrazándolo a mis caderas. 

—Yo también te amo, pequeño terror—. ¿Y tu que haces aquí?—le pregunto esta vez a Jackson.

—Olí el pollo— confirma Jackson deambulando hacia nosotros.

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