Pedido de Amor romance Capítulo 132

Ante estas palabras, los ojos de Aarón se entrecerraron ligeramente mientras ordenaba

—¡Sigue investigando!

¡Le gustaría saber quién se había atrevido a tocar a su mujer!

***

En el Grupo Emperador.

Selena entró en la oficina y va directamente al despacho del presidente, donde abrió la puerta y vio a Alberto sentado de espaldas a la puerta, mirando un nuevo cuadro en la pared.

Alberto sentía que alguien se acercaba y se dio la vuelta. Al verla, recordó el día en que la había dejado y la había visto entrar en el Club Nocturno.

Los ojos, poco a poco estaban teñidos de un toque de tristeza.

Alberto fue una vez un conocido genio de los negocios en Ciudad Azul, pero quedó cautivo por las tentaciones y pasó a ser un “don Juan”, un perdedor total a que todos despreciaban.

Y ahora, por Selena, este hombre quería empezar de nuevo y quería demostrar a ella que él no era un perdedor en absoluto.

¿Pero cómo podía saber esto Selena?

—Vamos Alberto, anímate, creo que podrás lograr grandes éxitos en el futuro.

Selena dejó su bolso a un lado y se sentó en el sofá de la oficina, inclinando perezosamente la cabeza hacia Alberto y diciéndole:

—Hay algo de lo que quiero hablar contigo.

—Pues dime.

Alberto sirvió a Selena una taza de té, se acercó a ella, la dejó y se sentó frente a ella.

—Estoy planeando volver a mi pueblo natal.

—¿Cuánto tiempo piensas quedarte allí?

Alberto no pensaba mucho creyendo que ella quería ausentarse del trabajo para regresar a su casa.

Selena se recostó en el sofá moviendo la cabeza con una sonrisa de impotencia y dijo:

—No volveré jamás.

Al final de su frase, Alberto frunció ligeramente el ceño y preguntó:

—¿Por qué, qué te pasó últimamente?

—Nada, es que después de pasar tanto tiempo en la ajetreada ciudad, sigo sintiéndome mejor en el campo. Tal vez me convenga más allí.

—¿Es porque se va a casar con Laura? —Alberto no se guardó nada y dijo todo lo que tenía en mente de inmediato.

Ayer, Adelina le había dicho al volver del Grupo Galaxia que Laura estaba embarazada y que Aarón y Laura se casarían pronto.

Alberto añadió con emoción.

—Laura está embarazada, y la familia Tamayo organizará el matrimonio lo antes posible. Si la familia Tamayo y la Lirio se unen ...

Sus palabras se interrumpieron y su mirada se posó en la abatida mujer, sin continuar, pero cambió de tema:

—Si de verdad quieres regresar, yo te apoyaré. Cuando llegue el momento, abriré una empresa nueva en tu pueblo y entonces tendrás que seguir trabajando para mí.

—Ja, ja, ja, ja, sí, claro que no hay ningún problema. Alberto, si abres la empresa en mi pueblo natal, trabajaré para ti hasta jubilarme.

Selena pensaba que este sólo estaba haciendo una broma.

—Eso será genial, la empresa está extendiendo nuevos negocios. Llevas un tiempo en el departamento de secretaría y has aprendido mucho, así que puedes hacerte cargo del nuevo negocio.

Dijo que Selena ya llevó un tiempo estudiando en el departamento de secretaría, pero en realidad ella sólo trabajó más o menos una semana.

Durante su estancia en el departamento de secretaría, la directora del departamento de secretaría la guiaba a través de las distintas operaciones de la empresa y, de vez en cuando, le enseñaba habilidades específicas.

Selena sabía que Alberto quería darle una formación profesional.

—Alberto eres realmente astuto, tanto para enseñarme las habilidades de secretaría como para hacerme cargo de tu nuevo negocio. En el futuro si me lleves en los viajes de negocios, ¿no será como que tener una secretaria tan profesional como yo más contigo. ¡Vaya, qué comerciante listo!

Alberto lo dijo en serio, pero su verdadera intención es simplemente crecer y experimentar con Selena.

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