Pedido de Amor romance Capítulo 134

En la limusina de Aaron, Laura bajó con él.

—Sí, Selena, ¿vienes con tu novio?

Laura llevaba su bolso y ponía una cara amable y generosa mientras saludaba a Selena.

En su lugar, Aaron miró a Selena antes de posarse en Alberto con indiferencia.

—¡No es asunto tuyo! —no le gustó nada, le dirigió una mirada inexpresiva.

—¿Por qué hablas así? —Laura no esperaba que Selena fuera tan irrespetuosa, y se sintió instantáneamente enojada y agraviada, con los ojos suplicantes miró a Aaron, pero él simplemente la ignoró.

—¡Aléjate de mí!

Selena dio unos pasos deliberados hacia atrás y se dio la vuelta para llevar las bolsas del coche de Alberto, cuando éste dijo de repente:

—Déjame ayudarte, y juntos visitemos a la señora Patricia.

Selena se quedó un poco desconcertada.

Pensé que sólo la llevaba a la vieja casa de la familia Tamayo, pero ¿por qué de pronto quería ir a ver a la abuela con ella?

Pero, fue un gesto amable de Alberto y Selena no pudo rechazarlo.

—Señor Alberto, Selena nació en el campo y es un poco tosca en su forma de hablar, por favor no se lo tome en serio, ella cambiará poco a poco más adelante.

Laura le dijo de nuevo con paciencia a Selena:

—Ya que eres la novia del señor Alberto, deberías cambiar tus malos hábitos anteriores, si no, cómo te vas a casar con él después, es inevitable que la gente te hable mal de espaldas.

Cuando terminó, giró la cabeza hacia Aaron:

—¿No te parece, Aaron?

Aaron miró después a Laura y sus ojos volvieron a dirigirse a Selena con un leve asentimiento. —¡No te metas en donde no te llaman!

Selena no le mostró a Laura aspecto porque es la prometida de Aaron.

Pero este odio de Selena a Laura hizo que Alberto pensara en exceso y este sentía que Selena odiaba a Laura no sólo por asuntos familiares, sino también por celos.

—Selena te estás pasando demasiado, lo hago todo por tu bien, ¿por qué me tratas así?

Laura frunció los labios con agravios.

— Y no hables todo el día de «por mi bien», si realmente lo hagas por mi bien, entonces por favor aléjate lo más que puedas de mí y no ensucies mis ojos con tu presencia —Selena continuó burlándose.

Alberto, que estaba a su lado, asintió:

—Bueno, hasta tu aliento es hipócrita.

Ante eso, Selena no pudo evitar que reírse por las palabras de Alberto.

Por el contrario, a Laura se le saltaron las lágrimas y sollozó de tristeza, agachando la cabeza y sin volver a hablar.

Aaron no quería interferir en esta «guerra», pero ver a Selena y a Alberto trabajando juntos, Aaron se sintió un poco molesto.

—Como el señor Alberto tiene mal olfato, es mejor que vuelva a casa a descansar.

Aaron dijo con una actitud muy indiferente.

Para Selena, parecía que Aaron estaba defendiendo a su prometida, con un toque de cariño.

Estaba bastante enfadada:

—¿Alberto es mi invitado y te toca hablar a ti? ¡Tú no eres el jefe de la vieja casa de la familia Tamayo!

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