Pedido de Amor romance Capítulo 157

—No. El señor Simón quiere que haya visto —preguntó con falsa confusión.

Simón sonrió al instante.

—Nada. Sólo quería preguntarle si había visto salir al secretario Galindo.

Galindo Cabrera, uno de los secretarios del Grupo Galaxia, tenía una relación laboral normal con Aaron.

Simón puso una excusa muy ingeniosa.

—Pues no.

El ascensor llegó al último piso.

Simón salió del ascensor y dijo:

—Señorita Laura entra, el señor está dentro esperándole, yo bajaré primero.

—Bueno.

Laura asintió y salió del ascensor con su bolso.

Se acercó a la puerta de la sala, llamó a ella y se abrió automáticamente, así que entró.

Y dentro de la sala, Ramiro preguntaba sin cesar a Aaron sobre Selena.

Héctor, que estaba callado, se sentó a su lado y escuchó en silencio.

De repente, la puerta se abrió y varias personas miraron hacia la puerta para ver entrar a Laura.

Ramiro se sorprendió tanto que pellizcó el brazo de Héctor:

—Joder, ¿por qué está aquí? Menos mal que Selena se ha ido, si no, ¿no descubriría que Aaron la ha puesto los cuernos?

Su voz era muy baja y Laura no podía oírlo.

Sin embargo, cuando las palabras cayeron, la mirada severa de Aaron se posó en él, asustándolo y no pudo evitar tragar saliva.

—¿Aaron? Ramiro, Héctor, ¿también están aquí?

Laura, que se había estado preguntando qué pasaba entre Selena y Aaron, se puso calmada al ver a Ramiro y Héctor.

Parecía que ella había pensado demasiado.

—Oh, aquí viene la chica más talentosa. Has vuelto a estar guapa después de unos días sin verte —Ramiro sonrió y la saludó, haciendo algunos cumplidos en contra de su voluntad.

Héctor asintió a Laura a modo de saludo:

—¿Qué te trae por aquí? — preguntó Aaron.

—Fui a buscarte a la oficina, pero Simón me dijo que no estabas, así que vine aquí.

Laura se acercó a Aaron y se sentó, mirando el abundante desayuno que había en la mesa, y preguntó.

—Aaron, ¿por qué estáns desayunando tan tarde?

—Ramiro y Héctor no han desayunado, por eso han pedido comida al domicilio.

—Sí, sí. Héctor y yo teníamos un poco de hambre, así que pedimos algo de comer —Ramiro explicó.

Laura se lo creyó, y el mal humor que había tenido mejoró al instante.

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