Pedido de Amor romance Capítulo 190

—¿Lo quieres?

Los sensuales labios de Aaron se curvaron en una cálida sonrisa.

Cuando las palabras salieron de su boca, vio que Selena levantó ferozmente una pierna y le dio un pisotón en la parte posterior del pie, aplastándolo de nuevo:

—No sueñes despierto, ¡soy pobre pero no me faltan pretendientes!

Con esas palabras, Selena miró a Aaron de forma inexpresiva y se dio la vuelta con altanería para entrar en el coche.

De pie en su sitio, el ceño de Aaron se arrugó ligeramente y su cabeza bajó un poco, echando una mirada a la huella del zapato en uno de sus brillantes zapatos de cuero negro, no pudo evitar dibujar una ligera sonrisa.

La sonrisa sincera es particularmente suave, pero Aaron era ajeno al hecho de que su estado de ánimo ya cambiara con cada movimiento de Selena.

Invariablemente, toda la ternura suya era para esta extraordinaria mujer.

Se dirigió al coche, se sentó junto a Selena y le dijo a Simón, que estaba en el asiento del conductor:

—Vuelve al Club Nocturno.

—Sí, señor.

Simón puso en marcha el coche y condujo con atención, levantando de vez en cuando los ojos para mirar por el espejo retrovisor los movimientos de los dos de atrás.

Aaron se dio cuenta y levantó el deflector del medio hacia arriba, cortando la vista de Simón.

—Rompiste el compromiso con ella, ¿qué pasa con el bebé ? La abuela estaba tan enfadada que se desmayó. ¿Está en buen estado? Creo que está muy decepcionada.

Selena se apoyó en la puerta de la limusina, mirando por la ventanilla la escena que volvía a toda velocidad y suspiró profundamente:

—Debería estar decepcionada por mi culpa.

Todo lo que había ocurrido parecía tener algo que ver con a Selena.

Incluso todo el mundo en la fiesta estaba hablando de Selena.

Estaba preocupada y suspiraba, como si la carga que llevaba sobre los hombros se hubiera hecho mucho más pesada y la agobiara.

—Yo me ocuparé de las cosas, no te precoupares, sólo sé lo que eres.

Aaron la miró de reojo a su lado, con algo de melancolía en su frente.

Selena ya había estado sufriendo de insomnio severo y sólo temía que lo de hoy le daría aún más estrés y empeoraría su insomnio.

—Estoy preocupado por mis...

—He enviado a alguien para proteger a tus padres día y noche, nada saldrá mal —Aaron sabía lo que le preocupaba.

Todo estaría bien, pero había una cosa más que inquietaba a Selena.

Sus pálidas mejillas estaban cargadas de confusión y parpadeó con esos ojos acuosos y brillantes hacia Aaron, desconcertada.

—Siendo tan amable conmigo, no tienes otras intenciones, ¿verdad? Aaron, te lo digo, no creas que vas a conseguir que te haga un descuento sólo por ser amable conmigo ahora.

—¿Qué descuento?

—Sí, los diez millones de recompensa por haber salvado y los 30 millones que he gastado en la boda, ¡ni un céntimo menos!

—Pero la boda terminó así, ¿no son ustedes los únicos responsables como empresa de bodas?

—Ese ... no es mi culpa, quién sabe a cuántas personas has ofendido. Ahora, tu boda se ha cancelado, mi empresa también se ha visto afectada, ¿quién más buscas mi empresa en el futuro ah? Tengo docenas de personas en mi empresa, y todo ha terminado acabado ahora.

Era la primera vez que iniciaba su propio negocio, y se hizo cargo de la empresa de bodas para ganar gran beneficio de Aaron. Se quedó ocupada durantes tantos días consecutivos con la esperanza de que la boda fuera un éxito, pero acabó siendo una farsa.

La reputación de su empresa estaba arruinada y nadie se pondría en contacto con ella para trabajar en el futuro.

¡Una gran pérdida!

—Simón, ve directamente a mi oficina.

Tenía que volver a tomar las riendas de la empresa después de un incidente tan importante y la empresa estaba en vilo.

Aaron no emitió ningún sonido, por lo que Simón sabía que era la aquiescencia de su jefe.

Dio la vuelta a su coche y se dirigió hacia la empresa de Selena.

Media hora después, la limusina llegó a la empresa.

Le dio las gracias a Aaron:

—Gracias por llevarme hasta aquí

Aaron hizo una leve mueca:

Decenas de empleados gritaban y parloteaban, molestando mucho a Selena.

Selena, les miraba directamente con una mirada alta, fría e imponente.

Poco a poco, las voces se fueron apagando hasta que todo el mundo se quedó callado.

Ella preguntó en su momento:

—¿Por qué no pelean más? ¿Sigan discutiendo, sigan peleando?

El enfado de Selena se fue acumulando poco a poco:

—¡Mientras yo, Selena, no diga que la empresa se disuelve, ninguno de ustedes perderá un céntimo de su sueldo!

—Pero ... ¿qué pasa cuando has ofendido al señor Aaron?

—La novia es tu hermana, y de hecho la secuestraste y mandaste matar al bebé que llevaba en su vientre. ¿Cómo podemos confiar en ti cuando eres tan despiadada?

—Sí, eres una víbora.

—No creo que el caso sea tan sencillo.

***

Al escuchar su discusión, Selena arrugó sus cejas y los miró directamente, su mirada severa era bastante intimidante, y los compañeros volvieron a callar.

Habló despacio:

—Por favor, usa la cabeza la próxima vez, la boda de Aaron es responsabilidad exclusiva de nuestra empresa, con un presupuesto de boda de 30 millones, un pedido suficiente para mantenernos a todos durante diez años. ¿Soy tan tonta para perder este gran negocio?

En ese momento, otra voz de la multitud sonó:

—Pero la verdad es que has ofendido al señor Aaron.

Muchos asintieron levemente estando de acuerdo con lo que dijo este empleado.

Selena, que también había trabajado como empleada de base, sabía que lo que pensaban era de sentido común y razonable, así que les dijo:

—Entiendo cómo se sienten. Si quieres dimitir, vaya ahora mismo al departamento de finanzas y le pagarán sueldos de tres meses. Después que los que quieren renunciar se vayan de inmediato.

—Directora Selena, de repente hay muchos periodistas fuera queriendo hacerte entrevistas —de repente, uno de los empleados entró trotando desde fuera y le dijo a Selena.