Pedido de Amor romance Capítulo 204

La mirada de Laura, que sufría un dolor tanto físico como psicológico, se fue centrando mientras las palabras de Simón resonaban en su mente ...

«Las paredes de tu útero son finas y el médico ha dicho que es poco probable que vuelvas a quedarte embarazada».

Ayer todavía fue la prometida de Aaron, pero hoy ya se perdió lo todo.

Los altibajos se sucedieron tan rápidamente que Laura sintió de repente que su vida era una broma.

El dolor y la humilalción que ella sentía era peor que la muerte. Se había esfuerzado tanto a lo largo de los años para vivir su vida al máximo y ser destacada entre todos, pero este hombre le arruinó la vida en un sólo día.

¡Aaron, era un demonio!

Laura estaba débil por el dolor, pero consiguió bracear para levantarse del suelo y caminar hacia la villa paso a paso.

«¡No puedo morir! Tengo que vivir, tengo que vivir».

Por el dolor que había sufrido hoy, haría que Aaron y Selena, lo pagaran cien veces más.

Como Aaron le había quitado el derecho de ser madre, ¡no permitía que Selena tuviera otro hijo en su vida!

«¡No puede ser!»

Laura dio unos pasos más adelante pero se cayó hacia atrás...

Sin embargo, en lugar de esperar el dolor de caer al suelo, cayó en los brazos de una persona.

En el último momento, miró a la persona que la sostenía, y sólo con asombro se dio cuenta de que era Xavier.

—Tío...Xavier, ¿por qué estás aquí?

Terminó la pregunta y se desmayó al instante.

***

Algún tiempo después, Laura se despertó y abrió los ojos para observar la sala del hospital.

—¿Despierta? —preguntó Xavier al ver que Laura estaba despierta.

Laura inclinó ligeramente la cabeza y miró a Xavier, que estaba sentado a su lado:

—Xavier, gracias por salvarme.

—Resulta que estaba investigando la boda de ayer y no pude comunicarme contigo por teléfono, así que quería buscarte en tu casa. Llegué justo a tiempo para verte desmayada.

Xavier dijo, arrugando el entrecejo con dudas:

Tal vez esta mujer pudiera serle útil.

***

Selena se sentía mucho más relajada después de una mañana de sueño en el hotel.

Estaba sola y tranquila, pero ajena a los cambios radicales que se estaban produciendo en el exterior.

Por la tarde, recibió una llamada de su secretaria:

—Selena, tenemos negocios en la tienda. Dos clientes vinieron a preguntar por la boda y querían preguntar si les harían un descuento. Pensé que necesitábamos clientes en la tienda, así que les di el mayor descuento.

—¿De verdad? ¿El cliente pagó la fianza?

—Sí, ya nosha pagado un depósito de diez mil. El presupuesto de la boda para dos personas es algo así como doscientos mil, es un pedido bastante grande, eh.

—Eso es genial.

Selena se sintió de buen humor al instante.

Sin embargo, en un instante se dio cuenta de que la tienda había entrado en funcionamiento de repente, sería porque le estaban ayudando en secreto.