Bromeó con Susana.
A pesar de las bromas, Selena sentía la preocupación de Susana por Xavier y estaba preocupada.
Había cosas que realmente quería decirle a Susana con franqueza, pero temía que se diera la vuelta y se las contara a Xavier.
—No seas ridículo, no lo soy.
Susana le retorció el brazo a Selena y le dio un chasquido.
—Vamos, no te quedes en la puerta, hace frío.
Xavier se ofreció a acercarse y ayudar a Selena a llevar sus cosas, mientras Selena entraba con Susana.
Cruza el vestíbulo, sobre el pequeño puente de agua corriente, hasta el salón.
En el salón, Selena se encontró con la señora Patricia y se acercó alegremente:
—Abuela, ha pasado mucho tiempo, ¿cómo estás?
—Estoy bien, muy bien.— La señora Patricia le cogió la mano y le indicó a Selena que se sentara a su lado, —¿Cómo es que sólo han pasado unos días y has vuelto a perder peso?
—Cómo puede ser.
Selena sonríe, disfrutando de la preocupación de la Señora Patricia, y siempre siente que un calor se funde en su corazón.
De repente, señaló a Susana, que estaba de pie a un lado, y le dijo a la señora Patricia:
—Abuela, esta es mi… mejor amiga, Susana. Ha venido conmigo a visitarte hoy.
Selena explicó deliberadamente que Susana había venido con ella a visitar a Patricia para evitar que ésta supiera que a Susana le gustaba Xavier.
Aunque Patricia no es la verdadera madre de Xavier, la Señora Patricia le tiene bastante cariño a Xavier, según sus observaciones de los últimos días.
Me temo que también desconoce las ambiciones de Xavier.
—Hola abuela, me llamo Susana.— Susana sonrió, juguetona y encantadora.
—Bueno, Susana. Eres tan bonita, que tienes frío hasta aquí, ¿no? Siéntate, siéntate.
Con eso, la señora Patricia le indicó a la empleada doméstica:
—Sírve a Susana un vaso de té.
—Gracias, abuela.
Susana se sienta justo al lado de Selena y, al sentarse, no puede evitar mirar a Xavier.
A pesar de que el hombre sólo hablaba con la señora Patricia y ni siquiera la miraba, Susana se sentía feliz sólo con mirarlo así.
Resultó que el amor era muy agradable.
Unas cuantas personas se sentaron en el salón a hablar y no tardó en volver Aaron.
—Siempre eres el más lento, haciéndonos esperar a todos.— La señora Patricia le dirigió una desagradable mirada vacía, pero sus labios no pudieron ocultar una sonrisa.
Estaba claro que Patricia estaba extraordinariamente mimada por Aarón.
Aaron dirigió una mirada a los demás en el salón, tan frío como siempre, —Lo siento, estoy ocupado con la compañía.
—Vamos, date prisa y come. Si te quedas más tiempo, la comida se enfriará.
La señora Patricia se levantó y se dirigió hacia el comedor mientras Xavier se unía a Aarón y los dos charlaban juntos, Susana apretó el brazo de Selena y le susurró:
—Oye, ¿por qué no dijiste que Aarón iba a volver? Si hubiera sabido que venía, te habría arrastrado y habríamos vuelto mañana.
A Susana parece no gustarle mucho Aaron.
Pero Selena sabía en su corazón que Susana rechaza a Aarón por las muchas cosas que le habían sucedido en los últimos días, y a los ojos de Susana, cada palabra y acción de Aarón fue una señal de estar al lado.
—Estamos aquí para ver a la abuela, así que qué nos importa.
—Madre, eso no es cierto.
—Abuela. Yo… que… solo soy una amiga de… Xavier.
Estaba demasiado nerviosa y su discurso era un poco incoherente.
—¿Crees que puedes esconderlo de mí?— La señora Patricia sonríe con fuerza, con el corazón rebosante de alegría, —Me preocupaba que Xavier, que tiene 30 años, siguiera soltero. No esperaba encontrar una chica tan pronto.
—Lo escondes muy bien, chico.— La señora Patricia regañó y lanzó una mirada a Selena, —Y tú, mierdecilla. Esta Susana es tu mejor amiga, le gusta Xavier, y ni siquiera me ha dicho nada de este gran negocio.
—Pues…
Selena se quedó sin palabras, sus ojos miraron hacia Xavier y luego a Susana, sin saber qué decir por un momento.
Frunciendo los labios, sonrió torpemente, —Abuela, en realidad Susana ella…
—Xavier ah, la gente de Susana es tan comunicativa. ¿Cuándo vas a conocer a los padres de Susana?— La señora Patricia no esperó a que Selena terminara su frase y comenzó a mencionar la reunión con los padres de inmediato.
El corazón de Selena quedó suspendido en el aire, y miró con cara triste a Aarón, sentado a su lado.
Sin embargo, se le ve con sus largos y finos dedos de jade sosteniendo sus cuchillos y tenedores en una mano, comiendo su comida de forma educada y elegante.
A pesar de que era guapo de nacimiento, incluso cuando comía, Selena no estaba de humor para admirar su belleza, sino que hubiera preferido que Aarón dejara de hacerlo.
De lo contrario, no se sabía en qué dirección irán las cosas.
—Madre, esto, por el momento, no es urgente.— Xavier sabía que no podía negarlo y sólo podía retrasarlo hacia atrás.
Xavier es naturalmente consciente de los antecedentes de Susana y del poder de esta mujer, tanto más cuanto que no puede resistirse.
No parecía encontrar la razón adecuada para tomarla bajo su ala, y si podía mantenerla con él, en el futuro, su familia, podría darle alas como un tigre.
Al oír las palabras de Xavier, los ojos de Susana se iluminaron y un rubor apareció en su blanco rostro.
Agachó la cabeza avergonzada, con las manos inquietas apretadas, como si tuviera un poco de miedo a ser confesada.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Pedido de Amor
Seguirán escribiendo esta historia bonita...
Bella novela continuarán escribiendo capitulos...