Quemame con tu pasión romance Capítulo 16

Todos los invitados miraron hacia el sonido.

En la puerta había una mujer con un vestido rojo largo y brillante de época. Entró lentamente, como una reina caminando por el pasillo.

Sólo cuando se acercó, Carina pudo ver bien a la mujer.

Llevaba un maquillaje exquisito, sus rasgos eran delicados, su pelo rizado hasta la cintura estaba recogido a la espalda y caminaba con paso elegante, con una figura esbelta y grácil.

Carina miró inmediatamente hacia Daniel, que estaba a su lado, y vio en su rostro una sorpresa no disimulada; Carina tomó el brazo de Daniel y pudo sentir la rigidez de sus músculos.

Por la mirada de Daniel, Carina pudo saber la identidad de la mujer.

El primer amor de Daniel, Diana Gallo, la mujer que le había hecho esperar durante años.

«¿Qué quere? ¿Por qué aparece en este momento?»

El corazón de Carina, que había estado tenso por la boda, se relajó inexplicablemente por la presencia de esta mujer.

Tal vez sabía que era inútil estar nerviosa y que era Daniel quien debía decidir lo que iba a suceder a continuación.

Daniel no esperaba que Diana volviera en absoluto, después de todo el tiempo que había pasado buscándola y sin encontrar nada.

Su aparición fue tan inesperada como su partida.

—Daniel, he vuelto —La voz de Diana era muy melodiosa.

Pero a Carina le sonó a sirena.

«¡Esta mujer lo había hecho a propósito! Llegó a la hora de nuestra boda y la interrumpió a propósito, ¡buscando problemas!»

Había venido con la total seguridad de que si se presentaba, la boda no seguiría adelante y Danie dejaría atrás a la novia de aspecto ordinario, tomaría su mano y huiría del lugar.

«¿Por qué Daniel sólo me da una mirada? ¿No me amó Daniel y me buscó durante mucho tiempo?»

—¡Daniel! —gritó Diana.

Daniel no se inmutó, intercambiando los anillos con Carina con gran afecto, y los invitados aplaudieron. Hasta ese momento, la boda había terminado por completo.

De repente, se oyeron gritos de la multitud.

—¡Uy, esa mujer se ha desmayado!

De repente, la escena era un caos...