De repente, Carina sacudió violentamente la cabeza.
«¿En qué estoy pensando? La relación con Daniel es un accidente, y la principal culpa ni es de Daniel. si uso al bebé como palanca para pedirle dinero a los Chicote, entonces... realmente soy demasiado desalmada.»
Carina estuvo toda la noche sentada en un banco del hospital, con la mente agobiada por tantas cosas que casi no pegó los ojos.
Al día siguiente, cuando Daniel y Carina se encontraron, el lugar era directamente el hospital. Gracias al poder de Daniel, el proceso del examen médico se desarrolló sin problemas. Después de sólo una mañana, la mayoría de los resultados de las pruebas de Carina ya estaban listos.
—Srta. Juderías, los resultados de su examen médico muestran que las paredes de su útero son un poco delgadas y están por debajo del valor estándar normal, lo que dificultará volver a concebir en el futuro si tiene un aborto —El médico miró el informe médico y dijo con rostro pétreo.
—¿Tan serio? —A Daniel también le sorprendió un poco lo que dijo el médico.
Si no se hubiera encargado personalmente de preparar las pruebas, incluso podría haber pensado que se trataba de otra farsa deliberada que Carina había conseguido que alguien realizara.
—Efectivamente es algo grave, suele ser muy difícil que alguien con la salud de la Srta. Juderías pueda concebir, y un aborto sería demasiado peligroso para ella —El médico sacudió la cabeza con pesar y añadió su explicación.
Daniel posó inconscientemente sus ojos en los de Carina, sólo para ver su rostro pálido y su mano en el vientre casi temblando.
Carina se preguntaba en su mente si esto era un castigo de Dios, una advertencia de su falta de respeto por esta pequeña vida.
Una sensación de impotencia llenó todo el cuerpo de Carina. Pensando en su madre, que necesitaba desesperadamente ser operada, contuvo su dolor en corazón y dijo:
—Entendido, estoy de acuerdo con el aborto, por favor, organizalo lo antes posible.
A Daniel le pareció un poco dura la decisión de Carina de ser tan decisiva.
—Lo entiendo, ¿significa que después de este aborto involuntario puede que no pueda quedarme embarazada el resto de mi vida, no?
¿Qué mujer no querría ser madre, criar a su hijo y verlo crecer paso a paso...?
Carina también era una mujer corriente, y pensaba lo mismo que los demás.
Un día, el médico le dijo de repente que no volvería a tener un hijo propio, que era un shock sin precedentes para Carina.
La repentina llegada de un bebé no hizo más que aumentar su sentimiento de culpa, pero la realidad la venció y no pudo hacerse responsable del niño.
Daniel miró a la mujer que gritaba enfadada frente a ella, que se obligó a mantener la calma, pero las lágrimas ya se agolpaban en sus ojos y parecía que si parpadeaba, caerían directamente...
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