Renació, la Reina en el Mundo del Entretenimiento romance Capítulo 126

Ella no lo había contactado antes porque sabía que él todavía estaba grabando "Amor en el Viento".

A pesar de que ella ya había terminado de grabar, él aún no lo había hecho.

Lea le envió otro mensaje: "¿De verdad tienes tiempo? ¿El director te dejará salir?"

"Sí."

Justo cuando ella estuvo a punto de decir algo más.

Isaac envió otro mensaje: "Estoy grabando, hablamos más tarde."

Después de eso, no volvió a aparecer.

Entonces ella borró todos los mensajes de la conversación.

En el chat grupal, Sara de repente dijo: "¿Cuál director? No será el director Galán, ¿verdad?"

Olimpia respondió: "Estás muy desactualizada, todo el mundo en el círculo ya sabe que Isaac ha aceptado la nueva película del director Fabio, Lea también rodó esa película."

Sara: "¡Wow! ¡Eres increíble, Lea! ¡Grabaste una película con el director Galán!"

Lea frunció el ceño y preguntó: "¿Qué has estado haciendo últimamente?"

Sara: "Lidiando con un juicio, estoy tan desconectada de ustedes que no sé nada."

Lea: "¿No hay suficiente evidencia?"

Sara: "Hay mucha evidencia, pero es un poco complicado, además de la espera para el juicio, hay muchos trámites, probablemente tomará más de medio año para terminarlo."

Antes de que el juicio termine, Sara no podrá participar en ningún evento.

Y Ruby Entertainment y Asier Martí, tampoco están pasando buenos días.

A lo largo de estos meses, Asier, que en su momento fue promocionado como el nuevo número uno del top stream, su fama ya casi ha desaparecido.

Y debido a las disputas legales, muchos artistas de Ruby Entertainment se han visto afectados por problemas de recursos.

Lea vio que Sara estaba bastante animada, así que no dijo nada más.

Después de charlar un rato con Olimpia y Sara, dejó su teléfono y fue a ver a los participantes.

El primer espectáculo público de hoy acaba de terminar, así que no van a entrenar.

El profesor de baile y el de música, mostraron a las cinco participantes eliminadas el video de la canción de baile para el próximo espectáculo público, luego les dieron las letras y las dejaron ir a descansar.

Lea se fue con ellas.

Cuatro de las chicas estaban demasiado tímidas para hablar con ella.

Reka se le acercó agarrando la esquina de su ropa, parecía que quería decirle algo pero no se atrevía.

Lea lo notó y se volteó hacia ella: "¿Qué pasa?"

Las mejillas de la joven se volvieron rojas al instante.

Bajando la cabeza, dijo suavemente: "Gracias por elegirme."

Lea pensó que esta niña era realmente tímida.

Levantó la mano y le revolvió el pelo corto, diciendo: "Eres genial."

Su cara se puso aún más roja.

Incluso su cuello y sus orejas cambiaron de color.

Lea le tocó la cara, preocupada: "Parece que tu piel es muy delgada, tus vasos sanguíneos se dilatan muy rápido, te sonrojas muy fácilmente, ¿es alguna enfermedad hereditaria? ¿Alguien en tu familia tiene este problema? ¿Has ido a ver a un médico?"

Reka: "..."

Al día siguiente, Lea se fue a la sala de entrenamiento temprano por la mañana.

Pensó que había llegado muy temprano.

Pero, las cinco participantes ya estaban allí, estirándose entre ellas.

Al verla llegar, se levantaron de inmediato y la saludaron respetuosamente: "Buenos días, Lea."

Ella asintió, tomó el control remoto, puso la música y les dijo "Acérquense y pónganse en posición, vamos a bailar una vez".

Una vez que el coach y el recomendador oficial comenzaron a liderar, la labor de supervisión pasó a manos del presentador.

El presentador masculino vistió de manera casual ese día, acompañado de un camarógrafo.

Parado frente a la cámara, sonrió y dijo: "Adelante veremos las salas de práctica de los tres equipos liderados por los recomendadores oficiales, las quince participantes del equipo de recomendación son todas las que fueron eliminadas anteriormente. Aquí está el equipo dos, allí el tres. Y el equipo uno es el de la profesora Lea, vamos a empezar con ellos".

Al llegar a la puerta de la sala de entrenamiento, el presentador echó un vistazo por la ventana de cristal.

Vio a las cinco participantes ensayando el baile. Pero quien estaba al lado con el control remoto no era la profesora de danza, sino la misma Lea.

El presentador se sorprendió un poco: "Lea está enseñando personalmente, vamos a ver qué está diciendo".

Abrió la puerta un poco.

Justo cuando estuvo a punto de saludar alegremente a la gente de dentro...

Escuchó voces desde el interior de la sala, como un torbellino, inundando sus oídos.

"¿Wendy, confundiste tus pies y tu trasero? Te dije que movieras el trasero, ¿por qué te tiembla la pierna como si tuvieras parálisis infantil?"

"Lily, ¿cuántas veces tengo que decirte? Mano por encima del hombro, ¿por qué no puedes estirar la mano? ¿Quieres que te la ampute? ¡Parece que te acostumbraste a tenerla más corta!"

"Carol, siempre giras a la izquierda, ¿no puedes distinguir entre izquierda y derecha? ¿Qué te pasa en la cabeza?"

"Carina, volviste a pisar el pie de alguien, ¿por qué siempre haces lo mismo? ¿Acaso antes eras zapatera?"

"Y tú, Reka, ¿por qué bailas tan rápido? ¿Qué estás tratando de demostrar? ¿Sólo porque bailas bien puedes ignorar a tus compañeras de equipo? ¡Eso es individualismo heroico!"

El presentador, asustado, se quedó en la puerta, sin atreverse a abrirla del todo.

Entonces, desde dentro, volvió a escuchar la voz airada de Lea: "¡¿Quién está ahí fuera?! ¡¿Mirando como un fantasma?! ¿No ves que estamos ensayando? ¡Lárgate!"

El presentador cerró rápidamente la puerta.

Se secó el sudor frío de la frente, y con el rostro pálido, dijo a la cámara: "Creo que... deberíamos... ir a ver... a los otros equipos".