Renació, la Reina en el Mundo del Entretenimiento romance Capítulo 224

¿Regalos?

Lea giró la cabeza hacia la tía Isa, recordando aquel anillo caro de la última vez.

Ella quería rechazarlo, pero Nadia ya se había levantado, la tomó de la mano y la llevó directamente al comedor.

Al echar un vistazo, vio que toda la mesa estaba llena de regalos de todos los tamaños.

"¿Tantos?" Preguntó abriendo bien grande los ojos.

Nadia tomó casualmente una caja y dijo: "Tienes veinte años, deberías tener al menos veinte regalos. Mira este, es de mi parte, ¿te gusta?"

La joven aceptó la caja, abrió con cuidado el envoltorio, y vio que adentro había una bolsa de una marca muy reconocida.

¡Una bolsa muy, muy cara!

Para ella, sostener esa bolsa, era como sostener diez mil dólares, era demasiado pesada.

Nadia eligió otra caja y dijo: “Esta es del tío Oviedo. No me dijo qué era, ábrela rápido y mira.”

En ese momento, Borja también se acercó y dijo riendo: "Lea, lo que te he regalado, son cosas prácticas."

¿Prácticas?

¿Como un reloj o algo así?

La joven abrió la caja con dudas, y luego sacó un par de nunchakus.

Lea y Nadia se quedaron sin palabras.

Borja riendo, dijo: “Jajaja, práctico, ¿verdad? He visto tus videos de lucha, tu flexibilidad en las extremidades superiores todavía necesita mejorar. Practicar con los nunchakus puede ayudar a ejercitar los músculos del antebrazo."

Lea, sosteniendo los nunchakus, estuvo en silencio por un momento, sólo pudo decir: "Gracias tío Oviedo, voy a ejercitar bien mis extremidades superiores."

“¡No le hagas caso!” Nadia tomó los nunchakus y los tiró a un lado, luego le dio otra caja, diciendo: “Esta es de Miranda.”

Cuando Miranda escuchó su nombre, quiso correr de inmediato, pero su abuela la detuvo. Ella se dio la vuelta, y la miró sin entender que estaba sucediendo.

Isabel suspiró, acarició la cabeza de su nieta y dijo: "No vayamos para allá, parece que a Lea no le agradamos mucho."

Miranda se quedó pasmada, y preguntó ansiosamente: "¿Por qué no le agradamos? ¡Yo soy muy buena!"

Isabel negó con la cabeza. Ya se había dado cuenta de que su hija la había estado evitando toda la noche.

Isaac estaba a un lado y escuchó la conversación, frunció el ceño y dijo: "Ella no lo dice en serio..."

"Isaac." Isabel lo interrumpió de repente, y le preguntó: "¿Ya lo sabe?"

Él hizo una pausa por un momento, y luego bajó la cabeza.

Al ver su expresión, ella entendió.

Ella sonrió amargamente: "Así que ya lo sabe. ¿Fuiste tú quien se lo dijo?"

"No fui yo." Dijo negando con la cabeza.

"¿No fuiste tú?" Preguntó sorprendida.

Al llegar a ese punto, de repente se dio cuenta: "En ese momento, tú le dijiste a propósito el valor del anillo, querías que ella lo descubriera..."

Isaac frunció los labios suavemente, miró hacia el comedor, y dijo suavemente: "Seguro que ella lo iba a buscar."

"Así que ya lo sabe." La mujer movió la cabeza y dijo: "Por eso me está evitando..."

Él no dijo nada, y ella continuó diciendo: “Es realmente inteligente. Sólo ha pasado un mes y ya ha encontrado ese niño, tiene un juicio realmente especial. Es como en aquel programa de variedades "Laberinto del Fauno" al que asistió hace unos días. Ninguno de los invitados pudo resolver el problema, pero ella lo hizo al instante, y también sabe soldar.”

Isaac no dijo nada.

Isabel hablando y hablando, estuvo a punto de llorar: “Esa niña debe haber pasado por muchas dificultades para saber soldar...”

Viéndola llorar, Isaac no tuvo más remedio que pasarle un pañuelo.

Isabel lo tomó y se secó las lágrimas.

En ese momento, Lea y Nadia volvieron. Al ver a la tía Isa llorando, Lea se quedó pasmada.

“¡Ay, ay, qué ha pasado!" Nadia se apuró a acercarse, sostuvo el hombro de Isabel y trató de consolarla: “¿Isa?”

La mujer negó con la cabeza, y con amargura dijo: “Ya es muy tarde, Miranda y yo deberíamos irnos.”

Nadia se apresuró a decir: “Es muy tarde, mejor váyanse mañana.”

Isabel negó con la cabeza: "No. Los molestaré..."

"No es ninguna molestia..."

"No es seguro salir de noche", dijo Lea de repente.

Al escuchar eso, a la pequeña inmediatamente se le hinchó el pecho, luciendo muy orgullosa.

Lea miró a la tía Isa, quien tenía los ojos rojos.

Vaciló por un momento, luego dijo suavemente: "Tía Isa, ¿puedo hacerte una pregunta?"

La mujer se quedó atónita, inmediatamente puso a Miranda en el regazo de Nadia, se acercó y la tomó de la mano, diciendo: "¡Pregunta, pregunta!"

La joven mordisqueó nerviosamente su labio inferior, luego levantó la cabeza y miró seriamente a la elegante y digna dama frente a ella.

Después de una larga vacilación, finalmente preguntó: "Tía Isa, ¿eres mi madre?"

La voz de Isabel era un poco ronca, y con la voz quebrada dijo: "¿Qué piensas?"

La expresión de Lea estaba llena de conflicto: "Nos parecemos demasiado, sería difícil no admitirlo. Además, ya le pregunté a Rafael, dijo que cuando vio tu cara quedó sorprendido..."

Isabel miró los ojos de su hija y asintió: "Entonces, ¿estás dispuesta..."

Ella cerró los ojos, y la interrumpió: "¡Pero todavía es increíble! ¿Cuándo conociste a mi padre? Eres muy hermosa, pero, no puedo creer que mi padre te engañara... en ese momento él y Jacinta todavía estaban casados..."

Todos guardaron silencio.

"Espera..." Isabel estaba a punto de llorar, pero las lágrimas se quedaron en sus ojos, miró a Lea con dificultad y preguntó: "¿El padre del que hablas es Roberto Alcázar?"

La joven levantó la cabeza y dijo con seriedad: "Claro, puedo creer que tengo otra madre, ¿pero acaso tengo otro padre? Solo tengo uno, ¿Roberto es tu amante?"

Isabel quedó sin palabras.

"Lea..." En ese momento, Nadia intentó hablar tratando de ayudar a explicar.

Pero apenas comenzó a hablar, la escuchó a Isabel gritar: "¿Cómo me llamaste? ¿Me llamaste mamá?"

Diciendo esto, inmediatamente avanzó y abrazó a Lea fuertemente.

Nadia se sintió un poco incómoda, no, el problema no estaba ahí...

Borja ahora realmente pensaba que su viejo amigo tenía una vida muy dura.

El día del cumpleaños de su hija, que su esposa no le avisara para participar era una cosa. ¿Pero ahora, después de solo un par de palabras, ya era considerado un extraño?

Parecía que Borja ya se había dado cuenta, Isabel probablemente había planeado divorciarse de Gabriel Rubín desde hace tiempo.

Ahora él no estaba seguro sobre la situación actual de Gabriel, ¿acaso ya estaba separado de su esposa e hijos?

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